36 Crazyfists – Lanterns

Nuestra Nota


7.75 / 10

Ficha técnica

Publicado el 29 de septiembre de 2017
Discográfica: Spinefarm Records
 
Componentes:
Brock Lindow - Voz
Steve Holt - Guitarra
Mick Whitney - Bajo
Kyle Baltus - Batería

Temas

1. Death Eater (4:18)
2. Wars To Walk Away From (3:44)
3. Better To Burn (3:59)
4. Damaged Under Sun (3:05)
5. Sea And Smoke (4:47)
6. Where Revenge Ends (2:29)
7. Sleepsick (3:53)
8. Bandage For Promise (3:43)
9. Laying Hands (4:00)
10. Below The Graves (3:57)
11. Old Gold (5:00)
12. Dark Corners (3:47)

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Existe un debate en ciertas páginas web sobre cuáles son las bandas de rockmetal más infravaloradas de todos los tiempos y, según mi entender, y el de otros tantos, hay dos que se llevan la palma: Ugly Kid Joe, en el apartado de música rock, y la que aquí nos ocupa, 36 Crazyfists, quienes hace años que cayeron (injustamente) en el olvido por parte de (casi) todos los amantes de la música metal.

Yo, metalero desde tiempos inmemoriales, creo que hace como veinte años que dejé atrás los pantalones anchos, los colares de bolitas y el gel fijador. 36 Crazyfists, combo de Alaska que sacudió nuestra adolescencia a finales de los 90 y durante buena parte de los 2000, vuelve con su nuevo álbum, Lanterns, que está centrado en todo lo que me gusta del metal alternativo y del metalcore. Bien, muy bien.

36 Crazyfists es una banda nacida de la tragedia, que ha sufrido grandes pérdidas en el camino, pero Lanterns tiene que ver con luchas internas y con negarse a hundirse en el abismo, y eso es exactamente lo que los nativos de Anchorage han hecho durante toda su carrera. Este álbum, por así decirlo, sirve de luz para no tropezar de nuevo con la misma piedra, para ver el camino clara y nítidamente. Por si no lo sabéis, una de las circunstancias que influyeron en la formación de la banda fue el asesinato del batería Duane Monsen, quien tocaba con Brock Lidow, vocalista de los que aquí nos ocupan, en sus inicios. Poco más tarde, cuando planeaban trasladarse al estado de Washington en busca de más suerte, tuvo lugar otra tragedia. El 16 de junio de 1996, JD Stuart, bajista original de la banda, murió en un accidente de tráfico a la temprana edad de veintitrés años.

El grupo de Brock Lindow y Steve Holt, miembros fundadores y únicos supervivientes durante una más que sólida carrera de veintitrés años y ocho discos de estudio, parece haber encontrado de nuevo la senda de “las cosas bien hechas”. Esta “linterna” es una bomba de energía que cuenta con todos los ingredientes más efectivos del género, mezclados por músicos talentosos y muy experimentados. Unos señores que se mueven ahí, en un territorio entre el metalcore discordante, el groove del metal más alternativo y el post-hardcore. El significado del riff y el ritmo no parecen haberse empañado desde que publicaran Bitterness The Star (2002) o A Snow Capped Romance (2003) y, claramente, este nuevo álbum suyo no tiene nada que envidiar a sus hermanos mayores. La composición es nítida, y cuenta con la pesadez necesaria para contentar a los fanáticos del metal y con suficientes ganchos y melodías como para hacer felices a los amantes del hard rock.

Estos muchachos siempre ha tenido “los sentimientos a flor de piel” y este nuevo lanzamiento no iba a ser diferente. Brock Lindow, cuyo espectro de voz aquí desplegado es simplemente increíble (he contado hasta cinco registros diferentes), presenta, además, algunas de las letras más potentes y directas que jamás haya escrito, como es el caso de la enorme pieza de apertura “Death Eater”, demostrando que, en lo que respecta a la poesía moderna, es uno de los grandes. Su voz es tan buena como siempre y es él quien lleva el peso de las canciones, directamente sobre sus hombros, mientras Lanterns avanza. Toda una declaración de intenciones en cada canción.

“Better To Burn”, tercer corte del álbum, estoy seguro que será muy, pero que muy recibido en directo; el movimiento de las masas está más que garantizado. Ya os lo diré dentro de unas semanas. Gran culpa de ello la tiene el guitarrista Steve Holt, y sus finas distorsiones.

Pistas como “Damaged Under Sun” y “Below Graves” muestran un trabajo de batería, por decirlo de alguna manera, infeccioso y adictivo, a cargo del recién llegado Kyle Baltus. Mientras que la palma en “Sleepsick” se la lleva Mick Whitney, quien devora las líneas de bajo, muy en la onda de los primeros trabajos de la banda. Junto con el primer corte, mi tema preferido de este Lanterns.

Pero donde el álbum realmente se vuelve interesante es cuando toma un giro más lento a través de “Sea And Smoke” y “Where Revenge Ends”. La primera es una melodía de metal desnuda en la que la voz de Lindow es, prácticamente, la única protagonista, mientras que la segunda ralentiza el tempo prácticamente hasta cero y muestra el toque más suave de la banda a través de un bello pasaje acústico.

“Dark Corners” ofrece un final maravillosamente cautivante para un álbum tan poderoso, con un Lindow demostrando que su voz ha madurado a lo largo de su extensa carrera.

Para cuando hayas terminado de escuchar por primera vez este muy buen álbum, no te quedará otro remedio que quitarle el polvo a todo su catálogo anterior hasta desgastar el botón del “play”.

36 Crazyfists, una vez más, han demostrado que no hay nada que los frene cuando se trata de mantener el tren del metal más moderno rodando. ¡Echad más carbón a la caldera!

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 620 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.