Después de años sembrando opiniones en su blog, convertido hoy en día en una de las referencias del undergound catalán, los chicos de www.blocnroll.cat decidieron tirarse a la piscina y montar un mini festival con algunas de sus bandas fetiche.
La cita era en un espacio inédito para mi: el Ateneu L’Harmonia de Sant Andreu (Barcelona). Ubicado dentro del magnífico recinto Fabra i Coats, antigua fábrica textil, me metí en un buen oxímoron en sentirme un punk lujoso al llegar en ascensor a la sala.
Lo Ramonet
La cosa empezó más que suavecita. Al entrar en la sala me sorprendió encontrar un ambiente extremadamente familiar, con hij[o|a]s y [p|m]adres sentad[o|a]s en el suelo y entregad[o|a]s a unas canciones que parecían conocer de antemano. De mientras, los primeros (punk)rockeros que llegaron al festi se amontonaban en la parte trasera de la sala, dándole fuerte a la birra, quien sabe si para pasar el «susto».
A todo eso, el cantautor Lo Ramonet presentaba disco armado con una guitarra clásica y acompañado por otro chico que alternaba el cajón con un aparato retro-futurista que emitía sonidos de congas midi tan sutiles que costaba incluso escucharlas. Con un enfoque quizás demasiado popero para mi gusto, lo cierto es que Lo Ramonet ofreció un concierto muy sólido, recordando a veces al Joan Manuel Serrat de los 70.
BOLGA
El quinteto barcelonés BOLGA tenía delante suyo el reto de sustituir a Böira, caídos del cartel por la lesión de uno de sus componentes. El resultado fue mayormente positivo, ofreciendo una mezcla entre rock alternativo y post rock coloreado por una voz femenina que destacaba por su potente timbre agudo y lineal. De hecho me quedé con ganas de escucharla en momentos más sutiles, ya que el chorro vocal estaba siempre muy presente, a lo Maple (¿se acordará alguien de aquella histórica banda de BCore?)
Buenos momentos de calma se combinaron con intensidades a medio tiempo, con potentes capas de guitarras que seguramente hubiesen lucido aún más con distorsiones más fuertes. Visualmente, el “ala izquierda” del escenario (uno de los guitarras y el bajista) estuvo muy bailonga durante todo el concierto. Les acompañaba un batería a claqueta, pero no se si eso importó demasiado, ya que el bombo casi no se escuchaba. De hecho casi sólo se escuchaban los platos, y tengo mis dudas de que fuese debido a la sonorización.
Los coros del bajista (que por cierto lucía una magnífica camiseta de Toundra) tampoco se escucharon hasta el penúltimo tema. Una lástima, porque sus gritos pelaos hubiesen ayudado a aumentar el contraste de unos temas a los que un mayor empaste entre los instrumentos hubiese puesto la guinda. BOLGA demostraron que tienen mucho potencial por delante, que salió a relucir al sacar la «vena tundra» en el penúltimo tema, o cuando hicieron un gran amago de final de bolo, con un parón de caja con mucha reverb que dejó a más de uno boquiabierto.
Malestar Social
Con once años en sus espaldas como banda, el punk rock de Malestar Social hizo que la temperatura subiese de golpe. Desde Cerdanyola llegaron dos Les Paul que brillaban entre los focos, creando unas distorsiones que aportaron exactamente lo que la noche necesitaba, y entre pogos y tupatupas pudimos gozar de un cuarteto que sonó muy compacto desde el primer segundo. De hecho después del segundo tema ya teníamos cánticos en forma de lololos salidos de un público que tenía ganas de pasarlo en grande.
El batería, quien también milita en las filas de Violets y The Anti-Pàtiks (recientemente separados), dio una lección de precisión y contundencia, con todos los sonidos perfectamente equilibrados. Temas rápidos y medios tiempos fueron su especialidad, arropados por un bajista que fluía hasta que llegaron ciertos problemas técnicos que, después de una tensa espera y gente p’arriba y p’abajo, se solucionaron con un bajo prestado.
Con frases como “Fa calor, però volem tenir més calor!” el cantante se metía aún más la gente en el bolsillo, con pequeños discursos que ingeniosamente acababan con la frase que daba título al siguiente tema, como por ejemplo antes de «Quan Agafo La Guitarra» o «Ser Qui Sóc», este último dedicado al Bloc’N’Roll y a “la escena”. Amantes del punk rock, ¡id sin pensar a ver su siguiente bolo que lo vais a gozar!
Accidente
Durante toda la noche se sucedieron mini-pruebas de sonido justo antes que cada banda empezara su concierto. Los madrileños Accidente no fueron una excepción, calentando los micros con la frase “¡Ey! ¡Eyeyey!” repetida incontables veces. Esa anécdota captó mi atención hacia el escenario para darme cuenta de varias cosas: tenía delante otro quinteto (en estos tiempos de auge de los tríos y duos), la voz de cantante tenía un timbre muy similar a la del guitarra, con lo que iban a empastar de lujo, y además llevaba unas llaves colgando de un mosquetón. ¡Eso sí que hacía tiempo que no lo veía en un escenario!
Estaba claro que la cosa prometía, y su inicio estuvo a la altura de mis exigentes expectativas. Después de unas butifarras muy rápidas de bajo empezó más punk rock, esta vez a lo “charles estresado” (parecido a los inicios de The Hives), y otra vez mucha energía bien dirigida.
La impresionante camiseta «imperi» del batería, que causaría envidia inmediata a la mayoría de miembros de Gertrudis, no me cegó totalmente para poder percatarme de la gran calidad de la banda. Ni a mí, ni al resto del público, quien respondió al instante coreando algunas de las letras.
El festival siguió con los bailes del bajista, girando en círculos sobre sí mismo, que sentaron cátedra… y claro, acabó el primer tema y todos estaban (y estábamos) sudando, incluyendo una cuerda rota del guitarra. Aprovechando la pausa forzada, la cantante tuvo unas primeras palabras en contra del nuevo CIE en Málaga: “Esas cosas que no se quiere que se sepan: ha habido un homicidio” acogidas calurosamente por el público.
El calor de la sala, con el aire acondicionado sin funcionar, empezó a ser insufrible, y durante el tercer tema, que iba a piñón, el guitarra rompió otra cuerda y acabó usando una de las Les Paul de Malestar Social, cosa que hizo subir la intensidad de los graves de la mezcla. ¡Si pudiésemos volver al pasado le susurraría que se la quedase! De hecho el juego de guitarras se mostró inusualmente rico para hacer «solo» punk, lo cual dice mucho de la calidad de la banda.
Le siguió un tema aún más rápido que desató otra vez un pit entre el público. En ese momento me recordaron a Not On Tour en su bolo en el Actitud Fest. Los discursos siguieron esta vez con palabras para las 50 mujeres que han muerto en manos de el machismo en 2017 por culpa de “cosificar”. El público aplaude otra vez: “¡Por un 2018 donde el patriarcado se vaya lejos de aquí!”. Con el calor que hacía, totalmente exagerado, yo sí que me fui antes de derretirme por completo. Eso me impidió poder ver a la última banda, The Wax, a quienes ya había visto triunfar en el AMFest, y estoy convencido que no decepcionaron.
Sólo me queda felicitar al Bloc’N’Roll por su gran iniciativa y desearles lo mejor para futuras ediciones del festival, eso si, con un poco de airecito por favor 😉
Toni es un apasionado de la música. Estudió violín e ingeniería informática. Sus gustos eclécticos, desde el hardcore/punk a la clásica, le permiten usar la música como terapia para no enloquecer (demasiado). Literalmente sin tiempo para pensar, toca la guitarra, el violín y el bajo en 3 bandas, se relaja como DJ y deambula compulsivamente por mogollón de conciertos molones.