Dark Funeral – Where Shadows Forever Reign

Nuestra Nota


6.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 3 de junio de 2016
Discográfica: Century Media Records
 
Componentes:
Heljarmadr - Voz
Chaq Mol - Guitarra
Lord Ahriman - Guitarra, bajo
Dominator - Batería

Temas

1. Unchain My Soul (5:20)
2. As One We Shall Conquer (4:44)
3. Beast Above Man (4:44)
4. As I Ascend (6:19)
5. Temple of Ahriman (5:21)
6. The Eternal Eclipse (4:14)
7. To Carve Another Wound (4:45)
8. Nail Them to the Cross (4:43)
9. Where Shadows Forever Reign (5:33)

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Después de siete años de silencio discográfico y de varios cambios en su formación, estos incorruptibles blackmetaleros suecos nos presentan con Where Shadows Forever Reign su sexto trabajo de estudio. Mientras muchos de sus compañeros de hornada en lo que se tiende a denominar segunda ola del black metal escandinavo han evolucionado hasta derroteros más experimentales y progresivos (hablo de Emperor, Enslaved, Satyricon, Burzum, Ulver y todos esos), Dark Funeral sigue sin moverse ni un ápice del black metal con tintes melódicos que les ha caracterizado desde su fundación en 1993, alcanzando gracias a ello cierto estatus de culto y una lealtad inquebrantable por parte de sus fans.

A pesar de esta continuidad en su propuesta musical, el único miembro estable a lo largo de los años ha sido Lord Ahriman, líder, guitarrista y principal compositor. También, el vocalista de Emperor Magus Caligula había participado en todos los discos de Dark Funeral hasta ahora, pero al poco de publicarse su trabajo anterior decidió abandonar la banda, así que aquí tenemos el interés añadido de poder escuchar por vez primera como se desenvuelve en estudio su sustituto, Heljarmadr, ex cantante de bandas como Grá y Cursed 13, cuyo estilo es vicioso y viperino, en contraste con la voz más desesperada y suicida de Caligula. La diferencia vocal existe y se nota, pero no supone ningún cambio radical en el sonido de la banda ni, creo, en resultado global del álbum. Destacar también que Gustaf Hielm de Pain of Salvation se ha encargado del bajo y, de momento, aunque no es considerado miembro permanente, sigue de gira con la banda.

Disfruto del black metal, pero no puedo decir que sea un super fan del género y, en consecuencia, nunca he seguido la trayectoria de los suecos con absoluto detalle. Hay discos suyos que me engancharon y me gustan, en especial Diabolus Interium (2001) y su anterior y cañero Angelus Exuro Pro Eternus (2009). Durante toda su carrera han seguido los clichés de este black sueco un poco más melódico al que ayudaron a dar forma junto a bandas como Dissection, y dentro de esta línea sus temas siempre me han parecido disfrutables y bastante inspirados, entrándome en general a la primera. Sin embargo, con este Where Shadows Forever Reign, mi impresión inicial fue que la mayoría de cortes eran más bien genéricos y sin demasiado gancho.

Me pasa con muchos discos. Lo escucho sin tomar notas tres o cuatro veces y no me emociona en absoluto, pero cuando empiezo a intentar analizar los temas, digo «Ayy, pues este riff no está nada mal», «este trozo es bastante pegadizo» y así hasta acabar gustándome. Si no fuera por estas reseñas, en la era de la información ilimitada y las constantes tentaciones de cambio, habría escuchado muchos discos una o dos veces y los habría olvidado, a lo sumo habría añadido un par de temas a alguna lista de reproducción. Así que las reseñas hacen que vuelva un poco a años atrás, cuando comprarte un disco era todo un evento, y aunque no te entrara a la primera, te armabas de paciencia a escucharlo repetidamente hasta que le acababas cogiendo el tranquillo, no sé si por pura falta de criterio o por haberlo interiorizado finalmente.

No es que este disco de Dark Funeral sea especialmente complejo y necesite de muchas escuchas para entenderlo, pero a mi me aburrió bastante de buenas a primeras, y ahora no me cuesta nada encontrarle la gracia. No es un disco sobresaliente, pero hay dos o tres temas notables y momentos concretos muy disfrutables en casi todas las canciones. Como siempre, abundan los punteos atmosféricos y semi distorsionados, las líneas vocales que cabalgan sobre esos riffs melódicos tan característicos, el aire orientaloide y ancestral, los frecuentes blast beats y las letras satánicas y radicalmente anticristianas.

Para empezar, uno de sus puntos fuertes: la portada es preciosa. Quizás sea porque tengo debilidad por estos paisajes de tonos azulados, oscuros, misteriosos e hiperrealistas tan habituales en algunas portadas blackmetaleras míticas (pienso en clásicos de Dissection, Emperor, o el mismo début de Dark Funeral), pero ciertamente me parece muy bonita, aunque quizás la ejecución sea mejorable. En todo caso es de agradecer, ya que en los últimos discos de la banda las portadas estaban llenas de luciferes tan prototípicos y poco terroríficos que llegaban a recordar a Dave Grohl en el vídeo de «Tribute».

Los primeros tres temas me parecen indudablemente disfrutables y son de lo mejor del álbum. El punteo principal de «Unchain My Soul», que recuerda al inicio del «Gimme Gimme Gimme» de ABBA pero a la vez es inequívocamente típico del black metal melódico, es evocador, atmosférico y pegadizo. La canción es directa y resultona, a modo de marcha, con un sonido muy comprimido, lleno de capas y blast beats, pero menos in-your-face que en su disco anterior. Todos sus partes están bien logradas y enlazan perfectamente bien entre ellas, mientras la melodía vocal, muy agresiva, actúa como creíble hilo conductor.

También «As One We Shall Conquer» y «Beast Above Man» tienen grandes momentos. El inicio atmosférico de la primera me recuerda a una mezcla entre Dissection y los Slayer de la época Diabolus in Musica, mientras que su línea vocal antémica, bombástica, monolítica e intransigente se acerca más a los últimos Satyricon. Una canción muy veloz en algunos pasajes, con cierta sensación de locura controlada, y con bonitos riffs melódicos bajo la estrofa y el bridge. La segunda tiene las mismas virtudes, con un aire oriental que no me desagrada nada, y donde también me gusta que suenen un poco a los mejores Old Mans’ Child, grupo al que tengo especial aprecio. Quizás peca algo de repetitiva, como otros temas en Where Shadows Forever Reign, pero tanto su riff principal como muchas de las partes de guitarra me parecen de las mejores de todo el disco, y solo por ello ya vale la pena destacarla.

Después de estos tres agresivos cortes que han arrasado con todo, llega la calma en forma de dos temas con un nivel de revoluciones mucho más bajo. Esta parte media del álbum me parece en general la menos memorable, no por ser más lenta, sino por menos inspirada. «As I Ascend» es pausada, melódica, oscura y ritual. Genera una atmósfera interesante, evocando la sensación de estar contando una historia épica y mitológica, avanzando lenta y firmemente, pero se acaba haciendo larga y algo aburrida. «Temple of Ahriman» es algo mejor, más sólida, muy oscura, con líneas vocales pegadizas y un aire oriental acorde al propio Ahriman, el espíritu destructor de la antigua Persia sobre el que trata. Me gusta el riff de guitarra por debajo de la voz, el estribillo es pegadizo y tiene cierto gancho, pero si bien fue uno de los primeros temas que me entró, se me ha desinflado un poco y ahora no lo considero de los más destacables.

Aun sin ser malas en absoluto no encuentro nada demasiado memorable en «The Eternal Eclipse» ni en «To Carve Another Wound», mientras que «Nail Them to the Cross» ha sido uno de los singles junto a la inicial «Unchain My Soul». Puede ser una buena elección, ya que, sin ser nada espectacular, es sencilla, pegadiza y resultona, con un buen inicio melódico y atmosférico, y una evolución hacia zonas mucho más contundentes, guturales death metaleros incluidos por parte de Heljarmadr. Para ambos temas se han rodado videoclips, y os podéis imaginar: sombras, fuego, armaduras, pinchos, corpse paint, anticristos y mucha pose y cara de chungos. Nada nuevo bajo el sol, pero aún así disfrutable y más o menos creíble si te lo miras con ojos ilusionados y poco críticos. Por su parte, el tema que cierra y da título al disco me parece el mejor del álbum. Hay emoción, desesperación, garra e inspiración. No digo que no use trucos más que sobados, pero lo encuentro épico, oscuro y poderoso y sabe llevarnos fácilmente por diferentes atmósferas y sensaciones, cambiando de ritmo con asiduidad de forma creíble y natural. Hay algo en él que va más allá de la música y me convence enteramente como no ha hecho ningún otro corte de este disco.

Where Shadows Forever Reign es un disco disfrutable, que se deja escuchar y tiene algunos muy buenos momentos, pero es un poco irregular y no creo que se convierta en imprescindible para ningún fan del black metal. Nos ofrece más de lo mismo, y lo mismo está bien, pero ni tan siquiera es, para mi gusto, uno de los discos más brillantes de la banda. Creo que si peca especialmente de algo es de una cierta repetición y monotonía. Todos los temas tienen algo, pero a fuerza de repetirlo y sobreexponerlo la sensación final es de cierto tedio. Si exceptuamos su presencia en el Resurrection Fest de 2015 (donde por cierto, ya presentaron un par de temas de este nuevo álbum), hace más de seis años que no tenemos a los suecos de gira por la península. Esto va a cambiar este octubre, cuando vendrán a Barcelona, Madrid y Bilbao en un muy buen cartel que aúna el black escandinavo de Dark Funeral con el death metal de calidad de los brasileños Krisiun y los alemanes Deserted Fear.


Artículo publicado originalmente en Metal Symphony Website

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Sobre Albert Vila 954 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.