¡Qué bonito es el rock! En la cola, y ya dentro de la Sala BUT, me dediqué a observar al personal. Asistentes que ya no cumplían los 55 o 60, con gafas progresivas y jerséis de punto por el que sobresalían camisas a rayas azules y blancas compartían espacio con niñas que aún no cumplían los 12, ataviadas con diademas blancas decoradas con mariposas. Entre esos extremos, todo lo imaginable. Muchas canas, aún más calvas, mejillas imberbes de chicos, labios pintados en rojo fuego de chicas… ¡una gozada! Como dije en anteriores conciertos, un gran… ¡viva el rock!
Bigfoot
Sabía que la velada la iniciaban los ingleses Bigfoot porque lo ponía en la entrada. Reconozco que no conocía nada de ellos, ni siquiera su país de origen, así que me preparaba para dejarme sorprender, ¡y vaya si lo hicieron! El quinteto nos ofreció un rato de hard rock macarra y divertido digno de ser seguido a partir de ahora. Antony Ellis demostró ser un frontman de lo más original, con su pinta a híbrida de Jorn Lande y un personaje de la saga Torrente (barriga cervecera included), sus muecas constantes y su peculiar forma de bailar y animar el público. El resto de la banda le sigue los pasos de cerca, en especial Matt Avery, un bajista que salta a escena descalzo. Quizá el único punto negativo, que se repetiría con Eclipse, fue el sonido: demasiado alto, cosa que hizo que no fuera todo lo nítido que podía ser.
Si la misión de los ingleses era calentar el ambiente, canciones como “Freak Show”, “Run” o “The Fear” lograron su propósito con mucho éxito. La Sala BUT, ya llena, los aplaudió como merecían. Y como se merecen, se les seguirá a partir de ahora. Eso sí, he escuchado algunas canciones en estudio y debo decir que el directo les sienta de maravilla.
Setlist Bigfoot:
Tell Me A Lie
Run
Uninvited
Freak Show
Forever Alone
Bitch Killer
Blame It On The Dog
The Fear
Pero los absolutos reyes de la noche eran Eclipse from Stockholm, como ellos mismos de presentan. Los de Mårtensson parece que se superan disco a disco y directo a directo. El carisma de todos sus miembros, pero sobre todo el de su frontman, está fuera de toda duda. La capacidad de ganarse al público es magistral, aunque sea con frases típicas y tópicas como “Madrid, sois el mejor público del mundo” (se puede cambiar Madrid por cualquier ciudad del mundo). Magnus Henriksson le sigue de cerca, al igual que Philip a la batería. Quizá Magnus al bajo sea el que más en segundo plano se quede. El crecimiento de Eclipse en la última década está más que justificado, como demostrarían durante toda la noche, a pesar del sonido, demasiado alto, que hizo que no fuera el mejor. Pero parece que a la Sala BUT, llena, no le importó.
“Vertigo”, de su último trabajo Monumentum (2017), dio el pistoletazo de salida, como era de esperar. Tremendo tema y tremenda forma de empezar el show. “Bleed And Scream”, quizá la canción que les hizo saltar a la fama, continuó un setlist de muchos quilates, como lo haría el tercer tema, la inmensa y, sin duda, top 5 del grupo, “The Storm”. Los asistentes no dejamos de gritar aquello de… this is an emergency!
“Wake Me Up” no cumplió la promesa de su título, pues estábamos más que despiertos, pero sonó atronadora, así como “Jaded”, el tema preferido del Herniksson de su último trabajo. “Hurt” bajó las revoluciones e hizo las delicias de los asistentes. El siguiente tema lo anunciaron como la primera canción que sonó como debía sonar Eclipse, y se trataba ni más ni menos que de “How To Mend A Broken Heart” de su disco Are You Ready To Rock (2008).
Las luces bajaron un poco y dejaron solo a Philip, que, a ritmo de «Carmina Burana», se marcó un solo de batería. Creo que era innecesario más allá de para darle un descanso a sus compañeros, pues no es taaaaaaaaaan buen batería y roba tiempo para meter alguna otra canción (añoré, como siempre, temas como “Unbreakable” o “Take Back The Fear”). “SOS” dio paso al momento más flojo del show, con Philip descansando y Erik ataviado con una guitarra acústica. Mårtensson y Henriksson se marcaron un trío acústico. “Live Like I’m Dying” sonó muy bien, pero hacer acústicos temazos enormes como “Wild Open” y “Battlegrounds” es un crimen. Que no sonaron mal, en absoluto, pero su discografía tiene canciones más aptas para el unplugged.
La cosa se normalizó con “The Downfall Of Eden”, uno de los mejores temas de su último disco, y la sorpresa llegó con “Black Rain”, quizá el tema más sorprendente de Monumentum. Otro parón/descanso para Erik, con los restantes miembros tocando un tema instrumental. Como con el solo de batería, y aparte de dar descanso al compañero que toque, innecesario. “Blood Enemies” y “Stand On Your Feet” pusieron el punto y final a esta primera parte del show.
Tras los vítores, los bises no se hicieron esperar… ¡y de qué forma! “I Don’t Wanna Say I’m Sorry” sonó inmensa, como es el propio tema, y “Never Look Back” dejó claro por qué es el single del último álbum. “Runaways” puso el punto y final a una noche de auténtico lujo rockero. Envidia me dan Bilbao y Barcelona por tener la opción de escucharlos otra vez…
Como es de costumbre, tras el show, los cuatro miembros de la banda se quedaron el rato que hizo falta, haciéndose fotos y firmando camisetas, con los asistentes. Si musicalmente son impecables, no lo son menos con la atención al cliente. ¡Por muchos años más, Eclipse!
Setlist Eclipse:
Vertigo
Bleed & Scream
The Storm
Wake Me Up
Jaded
Hurt
How To Mend A Broken Heart
Solo de batería
SOS
Live Like I’m Dying
Wide Open
Battlrgrounds
Downfall Of Eden
Black Rain
Instrumental
Blood Enemies
Stand In Your Feet
—–
I Don’t Wanna Say I’m Sorry
Never Look Back
Runaways
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.