Reunión del underground extremo barcelonés en el Sábado Negro de Destrucción

Propuestas como la que nos ocupa en esta ocasión son dignas de admirar ya que hoy en día es complicado montar un concierto de grupos underground y que la gente responda más sabiendo la cantidad de conciertos que hay y lo que cuesta a veces mover a la gente. Condemned to Hell es el nombre de la promotora encargada de montar este sarao y tras este nombre está Arturo Quiñones aka Conde Negro que además de ser el organizador actuaba con dos de sus grupos.

El sótano de la Ovella Negra de Poble Nou iba a ser el lugar elegido para el ritual y reúne los ingredientes perfectos para veladas de este tipo. Oscuro, pequeño, mal distribuido y muchos más adjetivos no muy positivos. Encuentro que esa columna situada justo delante del escenario no facilita el poder disfrutar de un concierto en condiciones pero esa columna no se moverá jamás por mucho que nos quejemos, así que no toca más que apechugar.

Los primeros en subir al escenario y calentar al personal fueron Condenados. Se trata de un dúo que practican una mezcla de black metal y punk con un sonido muy de la vieja escuela recordando a los primeros grupos del género con un sonido lo-fi. Para la ocasión contaron con la colaboración al bajo de Skala, un viejo conocido de la escena barcelonesa que ha colaborado con varias formaciones.

Nos ofrecieron canciones de su demo …al infierno (2017) tales como “Licor”, “Vampira” o “Condenado al Infierno” y caldearon el ambiente a base de bien con una sala que ya mostraba un buen ambiente. Una intensa y corta actuación que despertó al mismo Lucifer terminando con una alocada versión de la canción “Antitodo” de Eskorbuto.

Proscrito se hicieron con el escenario y nos ofrecieron un más que correcto concierto de doom/death metal en el cual pudimos disfrutar de canciones de su ep El Calvario (2017). Se les nota muy compenetrados y su sonido fue bastante sólido a pesar de las posibilidades que ofrece la sala. El público poco a poco fue más numeroso y el ambiente cada vez era mejor. Detalle a indicar es que en la parte de arriba de la Ovella se estaba emitiendo un partido de fútbol entre dos equipos argentinos y cuando se marcaba algún gol hacían más ruido los hinchas que los grupos. Tela. Buena actuación de los de Barcelona.

La actuación de Reticulate se retrasó un poco debido a que cada grupo debía probar antes de su actuación y ya pudimos ver a su nuevo fichaje al bajo. Un joven tímido que les dio un plus a su actuación. Compartiendo las voces entre Bairon y Jesús se dispusieron a repasar su demo de 2016 y ofrecernos canciones nuevas además de una acelerada versión de Troops of Doom de Sepultura. Se les notó una gran evolución en su sonido y a pesar de los cambios de formación se les notó más seguros y compactos que en la anterior vez que pude disfrutar de un concierto suyo. Una gran actuación que gustó a todos los allí presentes. Seguiremos atentos al grupo.

Segundo asalto de Conde Negro sobre el escenario y esta vez con el proyecto Tumba. Haciendo dúo con Cadaver a la batería nos ofrecieron una buena dosis de black punk con altas dosis de macarrismo. Oscuridad, adoración al averno y rituales varios son lo que emana la música de estos locos de lo blasfemo. Sonaron todas las canciones de sus dos demos más una genial versión de la canción “Nightmare” de los grandes Sarcófago. Actuación decente aunque con un sonido demasiado punk para mi gusto y que quedó algo deslucida tras la descarga del anterior grupo.

Y llegó el grupo cabeza de cartel que eran ni más ni menos que Insulters, grupo de black/death/thrash/punk del Vallès. El alcohol es protagonista en sus letras y en sus directos y esta ocasión no iba a ser menos. Capitaneados por Blasphemic Vomitor fueron desgranando canciones de sus discos con un sonido bastante irregular pero que no deslució su actuación. La sala ya estaba en su total esplendor y la gente tenía ganas de pasarlo bien aunque la columna ya comentada antes corta el rollo bastante. Tras haber interpretado más de la mitad de su repertorio se apagó todo y aunque volvieron los instrumentos se tardó mucho en hacer funcionar de nuevo el micrófono e hizo que la actuación se tuviese que acortar un poco.

Este tipo de conciertos son necesarios para hacernos una idea de lo que se cuece en el underground y poder medir la calidad de los grupos. Bajo mi punto de vista algunas actuaciones no estuvieron a la altura deseada pero tampoco nos podemos quejar ya que eventos de este estilo siempre son de agradecer y sobre todo valorar el esfuerzo que requiere organizar algo de estas características por la logística y coordinación que requiere. Desde aquí animamos a los organizadores a seguir al pie del cañón, que ya que somos pocos, intentemos hacer el máximo ruido posible.

Robert Garcia

Death, thrash, djent, dark, progresivo, doom, black, experimental, jazz, clásica, electrónica… La música me mantiene vivo, es una droga que da sentido a este extraño sueño llamado vida. Músico autodidacta, guitarrista, cantante y enfermo de escuchar y escuchar música sin parar.