Where Fear and Weapons Meet es el nuevo álbum de 1914, banda ucraniana cuyo leitmotiv lírico y temático es la Primera Guerra Mundial. Su segundo álbum, The Blind Leading the Blind (2018), los puso en el radar del metal extremo con su mezcla de sonidos sludge/doom y blackened death metal, todo ello para explicar pequeñas historias del horror en la trinchera y la guerra. En directo también optan por utilizar los atrezzos necesarios de la Gran Guerra.
Este tercer trabajo titulado Where Fear and Weapons Meet desarrolla y profundiza en lo mostrado en su anterior obra, incorporando a su sonido blackened death la mayoría de ocasiones más doom, está vez menos sludge, orquestaciones que los aproximan al black más sinfónico. En este caso, las historias que explican están más enfocadas en la supervivencia y menos en la muerte.
Todas las guerras son absurdas, pero la Gran Guerra (la Primera Guerra Mundial) se podría llevar el premio al conflicto bélico más absurdo contemporáneo. Una aristocracia y poderes fácticos fuera de la realidad, conducen a las clases populares y, especialmente, a la clase obrera a una guerra entre naciones por el asesinato de un aristócrata del Imperio Austrohúngaro en Sarajevo, el Archiduque Franz Ferdinand. La historiografía explica que el asesinato fue perpetrado por un nacionalista serbio. Este asesinato condujo subsiguientemente, cuales piezas de dominó, a declaraciones de guerra en cadena entre las potencias que conformaban el tablero mundial. Todas ellas condujeron a la humanidad a una espiral de odio, destrucción y miseria sin parangón en un conflicto bélico nunca visto hasta el momento.
Millones de muertos en el frente, miseria en las ciudades, población de las potencias coloniales implicadas sin saber qué hacían en la guerra, hambruna y gripe española… Un drama provocado por la codicia, viejas rencillas y el miedo a la clase obrera. Resultado: millones de muertes y unas consecuencias que conducirían inexorablemente al auge del fascismo y a la Segunda Guerra Mundial.
Este es el punto de partida de 1914 (la banda). Este disco se inicia con una canción popular serbia «Tamo Daleko» entonada por sus soldados cuando se retiraban de la isla de Corfú, continua con un trallazo de black sinfónico “FN .380 ACP#19074” modelo de la pistola que sirvió para asesinar al Archiduque Franz Ferdinand en Sarajevo, en el que ya notamos que el grupo han cuidado hasta el último detalle el tema de lo que estábamos acostumbrados.
El álbum se mueve entre la épica y la grandilocuencia potenciada por esos arreglos sinfónicos y el intercalado de documentos sonoros de locuciones de ese momento, otro ejemplo de ello sería “Pillars of Fire (The Battle of Messines)” en el que te sumergen en la trinchera y te imaginas a esos soldados disparando artillería sin parar. También hay, como en “Mit Gott für König und Vaterland”, arrebatos black que te recordaran a Satyricon, con un trabajo de guitarras, especialmente en los solos muy destacables.
Una de las historias que más impactado del disco es la del escuadrón de Harlem, “Don’t Tread on Me (Harlem Hellfighters)». Un grupo de chicos del barrio neoyorkino, que llegaron a Europa a luchar y conocidos por ser bastante «expeditivos» y su salvajismo. Un tema en el que podemos notar esas influencias doom. La incursión más sludge hacia al final del disco “The Green Fields of France”, incluye hasta gaita. Hay una gran minuciosidad en los arreglos del disco, que le da un aire de documental sonoro e inmersión en el disco brutales.
También hay dos colaboraciones especiales, una de Sasha Boole de Me and That Man, una pieza acústica en lo que parece un banjo que te da un respiro entre tanta tralla y te lleva con delicadeza a lo que sería, en mi opinión, la mejor canción del disco y una obra maestra: “…And a Cross Now Marks His Place”. No es casual que participe el gran Nick Holmes de Paradise Lost en este temarral death/doom, dotándolo de una personalidad sin igual. Bella, cruda y en algún momento pantanosa. Realmente, Nick Holmes está en un estado de gracia envidiable después de una vida en esto del metal. Groovie, por momentos acelerada, y sobre todo majestuosa y épica.
1914 han firmado con Where Fear and Weapons Meet uno de los mejores álbumes extremos del año, no hay duda de ello. A pesar de tratarse de una mezcla de estilos de difícil digestión, y muy extremos, es un álbum accesible que hace intuir un salto exponencial en la carrera del grupo a nivel de popularidad. Si todo va bien, lo podremos comprobar en la gira prevista para el próximo año.
Sant Boi-Barcelona-Arenys de Mar. Padre y Metalhead. Desbordado por tanta música que escuchar y poco tiempo para disfrutarla. En el Universo solo hay dos cosas claras: In vino veritas y Metallica es la banda más grande de todos los tiempos (quizás solo una sea cierta, y no tenga que ver con la verdad). Death, black, doom, sludge, hardcore, thrash… a menudo: pop, rock, indie, electrónica, hip hop… en resumen, la música es mi pasión.