311 – Full Bloom

Nuestra Nota


6.75 / 10

Ficha técnica

Publicado el 25 de octubre de 2024
Discográfica: SKP, Inc.
 
Componentes:
Nicholas Lofton "Nick" Hexum - Voz, guitarra
Doug "S.A." Martínez - Voz, platos giratorios
Tim Mahoney - Guitarra
Aaron "P-Nut" Wills - Bajo
Chad Sexton - Batería

Temas

1. You’re Gonna Get It (2:49)
2. Need Somebody (3:07)
3. Full Bloom (2:47)
4. Friend (3:18)
5. Mountain Top (3:45)
6. New Heights (2:58)
7. Days Go By (3:10)
8. Persimmon (3:56)
9. All You’ve Seen (3:15)
10. Braver (2:45)

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Adelanto que la jardinería no es lo mío… y tampoco parece ser el fuerte de los hijos pródigos de Omaha. Full Bloom (2024), el último trabajo de 311, se presenta como un jardín marchito en medio de un paisaje musical vibrante y diverso. Conocidos por su fusión distintiva de rock, reggae y hip-hop, la banda originaria de Nebraska ha cimentado su legado a lo largo de los años con álbumes memorables como Grassroots (1994) y Transistor (1997). Sin embargo, en este nuevo lanzamiento, parece que 311 ha olvidado las herramientas esenciales para cultivar su música, dejando que las malas hierbas ahoguen las flores más prometedoras.

Desde sus inicios, la banda ha mostrado una evolución notable, explorando nuevos sonidos sin sacrificar su esencia. Álbumes como Soundsystem (1999) e incluso partes de su más reciente Mosaic (2017) son testimonio de esta versatilidad, donde la banda combinaba con éxito influencias diversas. Pero en Full Bloom, esa ambición parece desvanecerse, dando paso a un estancamiento que resulta decepcionante para quienes seguimos su trayectoria desde mediados de los años 90.

La falta de cohesión y originalidad es notoria a lo largo del álbum. Canciones como el primer single, «You’re Gonna Get It», intentan replicar la energía de éxitos pasados, pero carecen de la frescura que alguna vez definió a 311; a pesar de ello, es de las pocas que se salvan de la quema. «Need Somebody», el segundo adelanto, aunque destaca como otro de los pocos momentos rescatables, se ve ensombrecida por un verso rapeado que transmite más desgana que pasión. La canción que da título al álbum, «Full Bloom», ofrece un respiro con su mezcla de reggae y rock, pero se siente como una excepción en un conjunto que flota en una charca de mediocridad.

El resto del álbum es una sucesión de baladas intrascendentes y canciones genéricas. «Friend», por ejemplo, es una balada cursi que no logra conectar emocionalmente, mientras que «Mountaintop» suena como una pieza infantil que carece de la profundidad que un@ esperaría de una banda con tantísima experiencia y con tantas toneladas de P.L.U.R. en su ADN. «New Heights» y «Days Go By» son representativas de esta falta de inspiración que digo, con letras repetitivas y una musicalidad que roza lo aburrido.

Finalmente, «Braver» supone un cierre aceptable para el álbum. La canción tiene un sonido más experimental, la letra es positiva y la música es pegadiza. Por lo menos sirve para acabar la escucha con una medio sonrisa dibujada en mi rostro. Pero, lamentablemente, es insuficiente.

Me duele muchísimo decirlo, pero Full Bloom es un álbum que, lejos de florecer, huele a marchito y carente de vida. La producción, aunque correcta, no logra capturar la energía que solía ser el sello distintivo de 311. La falta de letras profundas y originales, combinada con una sensación general de desgana, convierte este trabajo en uno de los más débiles de su discografía. Si bien l@s fans de 311 hemos disfrutado de su música, 311 Days y cruceros por el Caribe a lo largo de los años, este álbum nos deja esperando un regreso a la gloria creativa que alguna vez definió a la banda y que, a estas alturas de la vida, estoy seguro de que ya no podremos recuperar.

A pesar de la crítica, es fundamental reconocer la influencia que 311 ha tenido en la escena alternativa. Su legado es indiscutible y sus primeros trabajos continúan siendo excepcionales, vitales. Sin embargo, Full Bloom acabará por convertirse, más pronto que tarde, en una mancha en su trayectoria, un recordatorio de que incluso las bandas más queridas pueden desviar su rumbo y perderse en un jardín de ideas marchitas.

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 620 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.