He sido fan del metal industrial desde los años 90 y creo no andar errado al asegurar que 3Teeth es, posiblemente, una de las bandas más emocionantes que hayan surgido en los últimos años. Sí, lo sé. Las comparaciones pueden llegar a ser odiosas, pero no creo que a nadie pueda llegar a molestarle que se le compare con unos titanes de la talla de Ministry, Fear Factory, Bile y Static-X. Esto, lejos de molestar, es todo un puto halago.
A la vanguardia del metal industrial. Ahí es donde hay que colocar a este quinteto originario de Los Ángeles, una banda que, desde su primer minuto de existencia, tenía claro que su propuesta estaba destinada a ser algo así como un proyecto de arte multimedia construido en el chasis de una banda de rock. No en vano, Alexis Mincolla, vocalista de la banda, empezó trabajando como director creativo del famoso club nocturno de la ciudad de Los Ángeles, conocido como Lil Death, y de ahí nació la banda en el año 2013. Mincolla unió fuerzas con el teclista Xavier Swafford y comenzaron a crear juntos. No pasaría mucho hasta que Andrew Means (bajo y sintetizador modular), Chase Brawner (guitarra) y Justin Hanson (batería) se unieran el dúo. Cuando su álbum homónimo de debut llegó al número 1 en iTunes, el hecho llamó la atención del guitarrista de Tool Adam Jones, hasta el punto de invitarles a unirse a la gira que la banda tenía prevista realizar por los Estados Unidos en 2016 junto a Primus. Tras regresar de la gira, la banda se encerró de inmediato en el estudio para lanzar su segundo lanzamiento, <shutdown.exe> (2017), álbum que les abrió las puertas para continuar girando junto a bandas de la talla de Rammstein o Danzig.
La banda está de vuelta con Metawar (2019). Si su álbum de debut trataba sobre el hombre contra el mundo y su segundo trabajo giraba entorno a la idea del hombre contra si mismo, este, su tercer álbum reflexiona sobre idea de, si el hombre no crea su propio mundo, entonces debe ser aplastado por el mundo de otro. Metawar es exactamente eso: un ataque sonoro a los sistemas de gestión de la percepción a gran escala que actualmente dominan nuestros mundos. En palabras de su propio vocalista:
Vivimos en un mundo en el que todos estamos atados a la misma prótesis digital a gran escala. Nuestro objetivo es atascar este disco en los engranajes cognitivos que perpetúan esta retórica ferozmente divisoria, al exponer la hipocresía, la idiotez y la locura que tanto abunda en nuestra sociedad actual. Metawar está aquí para derribar las paredes de nuestros campos de concentración meméticos.
Para ayudar a ejecutar su visión para el nuevo disco, 3Teeth precisó de los servicios del productor Sean Beavan, conocido por producir y mezclar los álbumes de algunos de los artistas más punteros en esto del industrial, incluidos Nine Inch Nails y Marilyn Manson. La banda tardó casi un año en escribir y finiquitar esta obra, y el resultado final es poco menos que una bomba de relojería apunto de pulverizar todos tus sentidos.
¿Echas de menos la magia del metal industrial surgido en la década de los 90? ¿Te apena que otras bandas murieran en el intento por mantener esa llama viva? Pues estás de enhorabuena, ya que 3Teeth es la banda que intenta recuperar toda esa magia. Entre tantas bandas que suenan todas igual, aparece una banda como 3Teeth que no solo sobresale en lo que hace, sino que también está tratando de revivir algo que antes sí era popular. 2019 nos trae el tercer álbum de estudio de la banda, Metawar. El álbum comienza con una explosión de música industrial y de efectos electrónicos con la introducción «Hyperstition», seguida de tres pistas masivamente acojonantes, «Affluenza», «Exxxit» y «American Landfill», que son precisamente los tres singles a modo de adelanto que la banda publicó meses antes de la fecha oficial de salida del álbum. En mi opinión, esta es la sección más fuerte del álbum. Si te da por escuchar este álbum con la puerta de la habitación cerrada, estás cometiendo un gran error, pues su contundencia está milimétricamente programada para derribarla de una manera tan agresiva como bien calculada. «American Landfill» fue la primera que vio la luz, y es un claro ejemplo del estilo y tono presente en todo el álbum. Este no es un álbum que se ralentice. ablanda no pisa el freno en ningún momento, aunque sí es cierto que hay secciones que suenan menos fuertes. «American Landfill» combina riffs pesados con elementos de música electrónica y el resultado final es algo tan grande que la convierte en la mejor canción de este álbum. «Exxxit» y «Affluenza» vienen antes y tienen un tono ligeramente menos abrasivo, pero logran ser igual de efectivas. La voz de Alexis Mincolla recuerda por momentos a la de Marilyn Manson y Jay Gordon (Orgy), aunque de vez en cuando nos regale algún que otro gutural.
Como os decía, los tres primeros temas (sin contar la intro) son los mejores de este Metawar, pero aún así la banda logra seguir siendo poderosa. El tono agresivo no desaparece a lo largo de los 47 minutos que dura este álbum, pero hay momentos en los que el quinteto levanta un poco el pie del acelerador, con mayor o menor fortuna. Por ejemplo, pistas como «Surrender» y «Blackout» logran crear ese ambiente de metal industrial mucho mejor que pistas como «Altær», «Time Slave» y «The Fall», pero al ver este trabajo como un todo, la fluye bastante bien. «Surrender» y «Blackout» son similares a «Away From Me», tema que cierra su anterior lanzamiento, <shutdown.exe>.
«President X» es otra de mis favoritas por ese tufillo a dark wave de los años 80 que pega… en un sentido más intenso, a pesar de que los primeros 30 segundos, con esa multitud que los aclama, podría haberse quedado fuera perfectamente. «Bornless» engancha bastante por ese aire tan Rob Zombie que tiene, aunque no sea de las piezas más potentes del álbum. Definitivamente, hay material suficiente en Metawar como para entusiasmar a los fans de la música industrial. El futuro del género, y lo que pueda surgir de él a partir de ahora, está en muy buenas manos.
Entre las pistas más débiles está «Altær», que me suena como si estuviera inacabada y que podría haberse quedado fuera del álbum perfectamente. «The Fall» es un tanto lenta y sosa y carece del atractivo de las pistas que la preceden. El álbum lo cierra una versión del éxito de Foster the People «Pumped Up Kicks» que, ciertamente, suena bien pero se alinea con «The Fall» porque se vuelve demasiado pesada en su coro final.
El álbum es, en definitiva, una expansión del estilo ya escuchado en los álbumes anteriores de 3Teeth. Metawar no es un álbum para todos los públicos, pero sí que es muy, pero que muy recomendable para aquellos acostumbrados a lo que viene siendo este género. En general, el tercer álbum de estudio de 3Teeth satisfará a los fans de Fear Factory y Ministry y les dará a los recién llegados algo a lo que agarrarse al instante, ya que son los precursores de un resurgimiento de una música aparentemente perdida en el continuo espacio-tiempo.
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.