«Su historia hace de él un hecho irrepetible. Y su lucha, una victoria para la palabra.»
Fermín Muguruza, nacido en Irún en 1963, es mucho más que un músico; es un símbolo de resistencia, un arquitecto cultural y una voz incansable por la libertad y la diversidad. Desde que irrumpió en la escena musical en 1983 como líder de Kortatu, su música se ha convertido en un vehículo de protesta, celebración y conciencia social. Con su característico uso del euskera y una fusión única de punk, ska, reggae y ritmos del mundo, Muguruza ha traspasado fronteras tanto geográficas como culturales, llevando su mensaje de justicia y dignidad a escenarios de todo el planeta.
Tras el icónico capítulo con Kortatu, donde el ska militante marcó a una generación, llegó Negu Gorriak, un proyecto aún más desafiante y combativo que redefinió el rock como arma de cambio. Desde entonces, Fermín no ha dejado de explorar y reinventarse, colaborando con artistas de todos los rincones del mundo, del Mediterráneo a América Latina, impregnando cada proyecto con un mensaje claro: la música no es solo entretenimiento, sino una herramienta poderosa para la transformación social.
Ahora, en 2025, Fermín celebra cuatro décadas de una trayectoria que no solo ha enriquecido el panorama musical, sino que también ha inspirado a miles a luchar por sus convicciones. Su gira internacional, que recala el próximo 24 de enero en el Palau Sant Jordi de Barcelona, promete ser más que un concierto; será una celebración de su legado y un homenaje a quienes nos hemos sentido fortalecidos por su música. Será un momento para recordar, cantar y sentir que, aunque los tiempos sean difíciles, siempre hay lugar para la resistencia y la esperanza.
Beti aurrera, beti tinko. Mila esker!
«Jimmy Jazz» por Abel Marín
Artista: Kortatu
Álbum: Kortatu (1985)
Autores: Topper Headon, Mick Jones, Paul Simonon y Joe Strummer / Íñigo Muguruza Ugarte
Escoger una única canción de la larga y variada trayectoria musical de Fermín Muguruza es —no descubro nada a nadi— más que complicado. Lo único que tenía claro era la etapa de mi elección. Como ya habréis visto en la leyenda que describe este apartado, se trata de su inicial irrupción como Kortatu, concretamente de su álbum debut sobradamente reconocible por ese aizkolari, de pose aparentemente desafiante, con los ojos tapados. Años más tarde descubrí que este álbum debut también se le titularía como Aizkolari gracias a la fuerza de su icónica portada.
Discos y canciones que marcan en una edad adolescente y que se graban a fuego para toda la vida. Si tras la disolución de Kortatu los inseparables y contestatarios hermanos Muguruza crearon Negu Gorriak, con su icónico emblema de las dos hachas, no los seguí tanto como su etapa anterior incluso perdiéndoles la pista hasta que me topé de morros con un impresionante Brigadistak Sound System (1999) que me pasó un buen amigo. Aún así, Kortatu ha estado siempre presente.
Este álbum debut, con más canciones en castellano que cualquier otro de su discografía, nos sorprendió por sus letras crudas y directas, junto a una música accesible que invitaba a moverse. Aquel ska/punk, cargado de energía y mensaje, se convirtió en sinónimo de fiesta con conciencia. Era imposible no identificarse con sus temáticas rebeldes y su actitud desafiante desde el primer acorde. Este disco no solo marcó el comienzo de una carrera brillante, sino que también dejó claro que había llegado una voz con algo importante que decir.
Este «Jimmy Jazz», si el algoritmo y las estadísticas no me engañan, se trata de la cuarta canción más popular de la banda en Spotify, en cambio, dentro del disco podemos comprobar que va con bastante desventaja respecto a «Sarri sarri» (escrita tras la fuga de dos presos de E.T.A. durante un concierto suyo en una prisión), «Zu atrapatu arte» o «Mierda de ciudad», tres auténticos pelotazos. Muchos venderíamos nuestra alma al diablo para conseguir un álbum debut como este.
Tal fue la influencia de The Clash para la formación de Kortatu, que incluyeron esta adaptación de la canción incluida en el mítico London Calling (1979) con su icónica portada. La letra, adaptada por Íñigo, transforma al ficticio e icónico Jimmy Jazz luchando contra al sistema no siempre de la manera más correcta pues la referencia a la colocación de una bomba dentro de un cuartel en pleno apogeo criminal de E.T.A. tuvo su polémica. Aún así, dentro del sistema social contestatario y contra político de la época, se vio como un icono de la lucha contra los poderes establecidos. Posiblemente, si Setlist.fm no me ha engañado, al tratarse de una canción muy vinculada a un entorno social y político de una época concreta sea el motivo por el no esté incluida en esta gira de aniversario.
Sea como fuere, aún la cantamos como si no hubiera mañana cuando suena en cualquiera de nuestros reproductores musicales cotidianos. Brindemos como en el final de la canción, con o sin Jimmy Jazz, por tan buenos momentos pasados, presentes y los futuros que se irán acumulando en nuestros castigados cuerpos.
«Zu atrapatu arte» por Ray Molinari
Artista: Kortatu
Álbum: Kortatu (1985)
Autores: Fermín Muguruza Ugarte, Íñigo Muguruza Ugarte y Miguel Ángel Campos López
La historia de Fermín Muguruza comenzó a forjarse con Kortatu, y su álbum homónimo está lleno de himnos que marcaron a más de una generación. Desde la primera canción hasta la última, el disco ofrece una descarga de energía e identidad: “Don Vito y la revuelta en el frenopático”, “Jimmy Jazz”, “La cultura”, “Nicaragua Sandinista”, “Tolosa inauteriak”, “Hernani 15-6-84”, “Sospechosos”, “Sarri sarri”, “La familia Iscariote”, “Tatuado”, “Mr. Snoid entre sus amigos los humanos” y “Desmond Tutu”.
Entre todas, destaca “Zu atrapatu arte”, una declaración de agresividad contra el maldito burgués, el gran mal de la sociedad vasca y, en general, de cualquier estructura opresiva. Kortatu lo canta con odio visceral, dejando un mensaje claro y directo en menos de dos minutos frenéticos. La canción arranca con un incisivo riff de guitarra tras un bajo introductorio, para luego explotar con ese “Zu” gritado como un puñetazo en la cara.
Para mí, “Zu atrapatu arte” es mi canción favorita de Kortatu. Su rabia visceral, su sonido directo y su espíritu combativo la acercan más al post-punk, convirtiéndola en un himno de mala leche y contundencia.
«La Línea del frente» por Carles Amat
Artista: Kortatu
Álbum: El estado de las cosas (1986)
Autores: Fermín Muguruza Ugarte, Íñigo Muguruza Ugarte y Treku Armendáriz
Escoger una canción de un artista como Fermín Muguruza es muy difícil, y es que son 40 años ya de trayectoria. Pero empezando a acotar, para mí, siempre será el cantante de Kortatu, una de mis bandas favoritas que seguí y disfruté de joven y que evidentemente sigo haciéndolo hoy en día.
Kortatu hizo un montón de canciones que se han convertido en clásicos del punk y escoger también es difícil: “Sarri sarri”, “Mierda de ciudad”, “Nicaragua Sandinista”, “Zu atrapatu arte”, “Jimmy Jazz”… grandes canciones que he cantado un millón de veces. Pero, al final, he escogido un tema también mítico de Kortatu como es “La línea del frente”, una canción que lleva toda la carga reivindicativa y política que caracterizaba al grupo casi siempre.
Habla de la resistencia en las barricadas, de estar siempre en primera linea de la lucha y de pelear hasta el final. La canción es sencilla y repetitiva, con un final casi de marcha militar, pero engancha y se convirtió en uno de sus temas más famosos y en uno de mis favoritos de la época. “La línea del frente” abría el álbum El estado de las cosas del año 1986, tercero en su discografía y que los hacía crecer aún más dentro de la escena punk.
Está canción fue versionada por el mismo Muguruza en formato reggae en el álbum Euskal Herria Jamaica Clash aprovechando, supongo, que las guitarras ya tenían ese toque ska y que, sorprendentemente, la canción tiene referencias a canciones de Bob Marley, cosa que he descubierto por casualidad hace muy poco.
Tengo muchas ganas de verlo en directo esta semana en Barcelona.
«Radio Rahim» por Rubén de Haro
Artista: Negu Gorriak
Álbum: Negu Gorriak (1990)
Autores: Fermín Muguruza Ugarte, Íñigo Muguruza Ugarte, Miguel Ángel Campos López e Ignacio Arcarazo Barandiaran
«Radio Rahim» es mucho más que una canción de Negu Gorriak; es el manifiesto inicial de un proyecto que marcaría una revolución en la música en Euskal Herria. Lanzada en 1990 como parte de su primer álbum homónimo, esta canción recoge influencias globales y locales, convirtiéndose en un puente entre culturas y una declaración de intenciones.
El título de la canción está inspirado en Radio Raheem, personaje de la película Do the Right Thing (1989) de Spike Lee interpretado por el ya fallecido Bill Nunn, un símbolo de resistencia frente a la opresión. Negu Gorriak adopta esta figura como referente y utiliza «Radio Rahim» para transmitir un mensaje contra las injusticias sociales, vinculando su compromiso político con una potente expresión musical.
La gestación del grupo y su obra inicial tienen raíces profundas en el contexto cultural y político de Euskal Herria. Fermín Muguruza anunció la creación de Negu Gorriak en una columna del semanario Argia, donde describió el proyecto como una nueva etapa creativa. Desde sus primeros días, la banda decidió romper con las convenciones: nada de conciertos regulares ni un sistema tradicional de promoción. Esta estrategia, aunque incomprendida en un principio, reflejaba su afán por tener un control total sobre su mensaje y obra.
El grupo debutó con una mezcla innovadora de géneros como el hip-hop, el hardcore y el reggae. Public Enemy, Red Hot Chili Peppers y De La Soul fueron influencias clave, pero la banda no se limitó a replicar estos estilos. En lugar de ello, adaptaron estas influencias a la realidad vasca, incorporando elementos como el bertso (poesía improvisada en euskera), la trikitixa (acordeón diatónico) y referencias culturales locales, todo ello en euskera.
La canción «Radio Rahim» es un ejemplo perfecto de esta fusión. Su videoclip, dirigido por Manolo Gil y Enrique Urdanoz, mezcla la estética del hip-hop —con grafitis y loros— con elementos tradicionales como la pelota vasca. Este enfoque visual y sonoro dejó claro que Negu Gorriak no era solo una banda, sino un movimiento cultural en sí mismo.
El debut en directo del grupo también fue simbólico. En diciembre de 1990, participaron en un acto de solidaridad frente a la prisión de Herrera de la Mancha, apoyando a los presos políticos vascos. Este concierto, realizado bajo estricta vigilancia policial y frente a miles de personas, marcó el inicio de su trayectoria como banda comprometida socialmente.
Con «Radio Rahim» y su primer álbum, Negu Gorriak sentó las bases de una nueva etapa en la música vasca: una en la que el compromiso político, la innovación sonora y la identidad cultural se unieron para crear algo único y trascendental.
«Hipokrisiari Stop!» por Rubén de Haro
Artista: Negu Gorriak
Álbum: Borreroak baditu milaka aurpegi (1993)
Autores: Fermín Muguruza Ugarte, Íñigo Muguruza Ugarte y Miguel Ángel Campos López
Fermín Muguruza es una figura que trasciende lo musical. Su legado no se mide solo en canciones, sino en su capacidad para dar voz a las historias silenciadas y a los pueblos que resisten. Con Negu Gorriak, rompió barreras y marcó un antes y un después en la música vasca. Su álbum Borreroak baditu milaka aurpegi (1993) es, para much@s, la cúspide de su creatividad: un artefacto sonoro y político que retumba como un grito de rebeldía. Dentro de este álbum destaca «Hipokrisiari Stop!», una canción que resume a la perfección la esencia de su arte: el compromiso con la memoria, la crítica social y la lucha contra la hipocresía.
La canción rinde homenaje al cantante y actor vasco Luis Mariano, una figura fascinante que encarna las contradicciones de la historia reciente. Hijo de un exiliado republicano tras la Guerra Civil, Luis creció lejos de su tierra, aprendiendo a cantar mientras vendimiaba en Francia. Su talento lo llevó a brillar como estrella en el país vecino, convirtiéndose en un ícono de la chanson y del cine musical. Sin embargo, su éxito no fue suficiente para librarse del rechazo del régimen franquista, que lo marcó como «homosexual y rojo», etiquetas que, en aquellos años, eran una condena social y política.
Fermín e Iñigo Muguruza retratan su vida con una mezcla de admiración y mordaz ironía. «Nire herrian Colomboren ondoan Luis Marianok badu jada tokia» («En mi ciudad, Luis Mariano tiene ya su sitio al lado de Cristóbal Colón»), canta Fermín, señalando el reconocimiento tardío e hipócrita de su pueblo natal, Irún, que lo ignoró en vida solo para ensalzarlo después de su muerte. La letra no solo narra la historia de Luis Mariano, sino que desnuda las contradicciones de un sistema que primero reprime y luego intenta apropiarse de sus figuras más brillantes.
Musicalmente, «Hipokrisiari Stop!» es una tormenta perfecta. Con su mezcla de punk, hip-hop y rock, Negu Gorriak captura la rabia, la ironía y la energía de la resistencia. Las guitarras de Iñigo Muguruza y Kaki Arkarazo rugen con fuerza, mientras la batería de Mikel Kazalis y el bajo de Mikel Abrego marcan un ritmo contundente que sostiene la intensidad del mensaje. Unos años más tarde, en el álbum recopilatorio de rarezas y singles Ustelkeria (1996), se publicó una remezcla del tema original en la que se pueden escuchar samples de Luis Mariano cantando en euskera, añadiendo una dimensión emocional y simbólica aún mayor a la canción.
La canción no es solo un homenaje; es un acto de justicia poética. Luis Mariano, símbolo de una generación exiliada, encuentra en esta canción el reconocimiento que el régimen y su propio país le negaron. Fermín Muguruza, con su inquebrantable compromiso con la memoria, convierte su historia en un arma contra la hipocresía de quienes solo honran a los muertos cuando ya no representan una amenaza.
En el contexto de los años 90, una época marcada por tensiones políticas en Euskal Herria, Negu Gorriak emergió como un estandarte de la libertad de expresión y la resistencia cultural. Con canciones como «Hipokrisiari Stop!», no solo desafiaron las normas de la industria musical, sino también las narrativas oficiales, dando voz a las historias que el poder prefería silenciar.
Fermín Muguruza es más que un músico; es un cronista de su tiempo, un agitador cultural que nunca ha temido alzar la voz. «Hipokrisiari Stop!» es la prueba de su genio: una canción que, tres décadas después, sigue siendo un eco de justicia, un himno contra la hipocresía y una celebración de la memoria como un acto de resistencia.
«Newroz» por Beto Lagarda
Artista: Fermín Muguruza
Álbum: Brigadistak Sound System (1999)
Autores: Fermin Muguruza Ugarte e Íñigo Muguruza Ugarte
Tengo que admitir que he seguido muy poco la carrera de Fermín Muguruza en solitario. Mi aproximación más cercana al artista fue mediante Negu Gorriak en esa época de adolescencia rebelde que la mayoría vivimos y nos dio por escuchar bandas “revolucionarias” como Kortatu, Inadaptats, Brams o Obrint Pas.
Fermín, conocido por su compromiso político y su solidaridad con diversas causas internacionales, dedicó esta canción que os presento al pueblo kurdo. En ella, destaca temas como la resistencia, la lucha por la libertad y la identidad cultural. A través de su música, Muguruza busca dar visibilidad a las luchas de los pueblos oprimidos y fomentar la empatía y la solidaridad global.
“Newroz” es una obra que combina elementos de música, política y cultura, como es característico en el trabajo del artista vasco. La canción, que dura casi cinco minutos, fue lanzada en 1996 en el álbum Brigadistak Sound System, que refleja su interés por la mezcla de géneros como el reggae, dub, ska y otros estilos de música con mensajes políticos. El ritmo hipnótico y la lírica comprometida crean un ambiente que refuerza el mensaje de esperanza y resistencia.
Newroz es el término kurdo para referirse al «Nowruz», el Año Nuevo persa, que también es una celebración importante para el pueblo kurdo. Es un símbolo de resistencia, renovación y esperanza, especialmente en el contexto de la lucha del pueblo kurdo por sus derechos y su identidad cultural.