5 canciones producidas por Roger Glover según… Susana Masanés

Fotografía: Daniel Knighton/Getty Images

El septuagenario Roger Glover vuelve a ser un personaje de actualidad estos días gracias al reciente lanzamiento de un nuevo disco de su banda principal, =1, de Deep Purple, Aunque es ampliamente conocida su faceta como bajista, no siempre se ha dedicado en exclusiva a ello. Durante muchos años de juventud y madurez, fue combinando su labor a las cuatro cuerdas con la de la producción y es en esta última en la que nos gustaría profundizar en este top 5 que nos ocupa.

Continuando con la serie de repaso a ilustres productores iniciada con Bob Ezrin y seguida con Kevin Shirley, nos adentramos esta semana en el trabajo del susodicho Roger Glover, conocido especialmente por haber sido el fiel escudero al bajo de Ritchie Blackmore, tanto en Deep Purple como en Rainbow, a quien también le picó el gusanillo de la producción.

Su época más prolífica en cuanto a producción se refiere estuvo precisamente ligada al parón que supuso su despido de Deep Purple por parte de Ritchie Blackmore en el año 1973, personaje singular donde los haya, quien no dudó en rescatarlo de nuevo unos pocos años más tarde, en 1979, para su siguiente proyecto, Rainbow, que ya llevaba funcionando unos años. Por suerte, Roger Glover dejó el rencor a un lado y aceptó la oferta de unirse a Rainbow en un momento delicado en el que hubo una desbandada generalizada, salvando de esta manera los muebles tanto al hacerse cargo del bajo, como de la composición de muchas de sus letras y la producción del cuarto disco de la formación, Down to Earth (1979).

Ritchie Blackmore debió de quedar satisfecho y lo mantuvo de nuevo como productor en sus tres discos posteriores, Difficult to Cure (1981), Straight Between the Eyes (1982) y Bent Out of Shape (1983), estableciendo un sonido muy reconocible y más comercial en una onda más cercana al AOR que al hard rock en esta nueva etapa que perseguía claramente elevar la fama de Rainbow a cotas superiores. Sin embargo, tras estos cuatro discos que ciertamente alcanzaron un notable éxito, la banda se disolvió. ¿Adivináis el motivo? Si la memoria no os falla, recordaréis que en 1984 se produjo el regreso tanto de Blackmore como de Glover a Deep Purple, reeditando la etapa denominada Mk II donde replicaron sus antiguos roles. Roger Glover empezó además en ese momento a producir todos los discos de la formación púrpura hasta el año 1998, seis en total hasta el fallecimiento de Jon Lord.

Pero no solo la trayectoria de Roger Glover se limitó a producir a los míticos Rainbow y Deep Purple, por sus mandos han pasado trabajos de bandas y artistas como ElfJudas Priest, Nazareth, The Spencer Davis Group, Pretty Maids, David Coverdale, The Michael Schenker Group, Rory GallagherStatus Quo o Ian Gillan Band entre otros, ayudando en infinidad de ocasiones a disparar sus carreras.

Como comentábamos al inicio, la relevancia de Roger Glover como productor queda más que patente en esa etapa de los años 70s en la que se dedicó en cuerpo y alma a esa tarea, y es por ello por lo que nos vamos a centrar en ella para nuestra selección de cinco temas producidos por su persona. Ahí van en orden cronológico.

 

«Razamanaz»

Artista: Nazareth
Álbum: Razamanaz (1973)
Autores: Pete Agnew, Manny Charlton, Dan McCafferty y Darrell Sweet

Los escoceses Nazareth llevaban ya un par de discos buscando su propio sonido e identidad antes de que su camino se cruzara con el de Deep Purple. Corría el año 1972 cuando, tras la salida de Exercises, el segundo disco de estudio de la formación que ya despertó cierto interés, la banda salió de gira teloneando a Deep Purple. Fue durante esa gira que Roger Glover vio el potencial de la banda y se ofreció para producir el siguiente disco de estudio un año más tarde, el tercero, denominado Razamanaz (1973).

Roger Glover ayudó a afianzar su estilo y a centrarlos como banda, consiguiendo que se abrieran un hueco en la escena de la época. Recordemos que a finales de los años 60s, principios de los 70, se estaba gestando y dando forma a lo que hoy en día denominamos hard rock clásico, con bandas como los ya mencionados Deep Purple, Cream, The Who, Free y Led Zeppelin liderando el movimiento. Nazareth fue otra de las formaciones que compartió ese paisaje musical de la época, poniendo su pequeño granito de arena en ella.

El disco Razamanaz fue todo un éxito de ventas que propició que la banda repitiera fórmula junto a Roger Glover en sus dos discos posteriores. Como es fácil imaginar, las influencias purplelianas se dejan sentir en los discos de aquella etapa, de hecho, estuvieron más que buscadas aprovechando que uno de sus integrantes participaba activamente en la elaboración de su música. ¿Fue ésa quizá la clave de su éxito? A saber, aunque a modo de curiosidad cabe remarcar que el disco posterior, Hair of the Dog (1975), en el que ya hubo cambio de productor, se llevó la palma en cuanto a éxito, tanto en ventas como en listas. Como mínimo hay que reconocer que Roger Glover sentó las bases, y eso en sí es todo un mérito.

Si algún tema destaca del disco, como no podría ser de otra manera, es su homónimo. “Razamanaz” nos da una clara idea de lo que la banda pretendía mostrar al mundo: potencia, gancho, brillo… “Razamanaz” es todo un chute de energía con el que conectarse a la vida el cual te invito a revisitar si ya lo conocías, o a descubrir por primera vez si por una remota casualidad treinta y un años más tarde de su aparición aún no ha llegado a tus orejas.


«Carolina County Ball»

Artista: Elf
Álbum: Carolina County Ball (1974)
Autores: Ronnie James Dio y Mickey Lee Soule

Justo antes de que Ronnie James Dio fuera fichado por Ritchie Blackmore para su nuevo proyecto Ritchie Blackmores Rainbow en 1975, éste cantaba (y tocaba el bajo en sus inicios) en la formación Elf, de un cariz poco metalero y más en la línea del mejor blues rock. Su primer disco homónimo, Elf (1972), fue lanzado por la discográfica Purple Records, que, oh, sorpresa, pertenecía a Deep Purple y en el que debutó Roger Glover como productor.

Se repite un poco la historia que hemos contado antes con Nazareth, aunque esta vez la relación se inicia incluso antes. Fueron los mismísimos Ian Paice y Roger Glover quienes descubrieron el gran directo de Elf y los invitaron a telonear a Deep Purple, lo que llevó poco después al ofrecimiento de producirles no tan solo ese primer disco, sino los dos posteriores antes de su anexión al proyecto Ritchie Blackmore’s Rainbow. Recordemos que el poco escrupuloso Ritchie Blackmore fichó a la formación Elf al completo, excepto a su guitarrista, que, por lógica, le hubiera hecho sombra, por lo que no fue contratado.

El tema que he escogido para ilustrar la música en la que estaba metido Ronnie James Dio en aquella época es “Carolina County Ball”, el homónimo del segundo disco de 1974, un rock ’n’ roll con aire de banda sonora de película de western que imagino sonando mientras se desarrolla la clásica pelea antológica de salón en el que no queda ni una silla ni una mesa entera. Sección de viento funcionando a tope, sonidos honky tonk de piano y coros negros dan como resultado un animado tema en el que la grandísima voz de Ronnie James Dio encaja como un guante, dejando clara la polivalencia de su talento.


«Blindman»

Artista: David Coverdale
Álbum: White Snake (1976)
Autor: David Coverdale

Aunque la canción “Blindman” es más conocida por la versión más depurada aparecida en 1980 incluida en el disco de Whitesnake, Ready an’ Willing, ésta fue originalmente grabada en el primer disco en solitario que David Coverdale editó justo después de su partida ese mismo año de Deep Purple denominado White Snake, nombre que adoptaría dos años más tarde para formar su propia banda.

Roger Glover fue el productor de este disco, un bonito ejercicio del blues rock más auténtico con el que David Coverdale empezó a dar sus primeros pinitos en su carrera en solitario e inicios como Whitesnake, que luego acabaría derivando en un hard rock mucho más comercial. Esta música era ideal para mostrar sus dotes como vocalista, pudiendo lucir esa bonita voz melódica tan característica suya.

En “Blindman” hay mucho sentimiento vocal puesto al servicio de un lento y sensual tema que parece el hermano mayor (o menor según se mire) de temas más populares como “Ain’t No Love in the Heart of the City”. David se toma su tiempo para dotar de intensidad a la canción, y si bien empieza de forma acústica, acompañándolo unos suaves coros femeninos, poco a poco se van sumando más instrumentos a las melodías iniciales, dando la sensación de un crescendo progresivo que resulta muy evocador y que acaba con un despliegue instrumental de altura.

Una balada muy al uso del señor Coverdale de esa primera etapa en el que el soul, el R&B y el susodicho blues rock impregnaban su música, creando algo verdaderamente especial que Roger Glover bien supo captar, dando ese primer empujoncito que el artista necesitaba.


«Secret Agent»

Artista: Rory Gallagher
Álbum: Calling Card (1976)
Autor: Rory Gallagher

Rory Gallagher ya era un reputado guitarrista irlandés de blues rock con una larga trayectoria cuando, tras telonear a Deep Purple, decidió incorporar sonoridades más hard rockeras a su estilo, por lo que le pidió a Roger Glover que le coprodujera junto a él su sexto álbum de estudio, Calling Card, en 1976. Su decisión fue todo un acierto y este disco se convirtió en uno de los más populares de su carrera, propiciando una de las mayores giras que hizo jamás Rory Gallagher.

Si queremos encontrar esas influencias más purplelianas en el álbum no tenemos más que remitirnos a “Secret Agent”, un tema que bien podrían haber firmado los mismísimos Purple. Ya en su inicio, las clásicas sonoridades Hammond nos traen reminiscencias a esa banda, así como su animado ritmo de batería e incluso el uso de la armónica… Pero no olvidemos que aquí la verdadera estrella es Rory Gallagher, que no solo canta con una gran garra, sino que hace de su sonido de guitarra algo sobresaliente sobre el resto de la música que le acompaña, resaltando el uso del slide como algo característico del tema.

Objetivo más que conseguido en este tema, el hard rock más auténtico pasa a primer plano, sin perder un ápice de su personalidad propia.


«Sinner»

Artista: Judas Priest
Álbum: Sin After Sin (1977)
Autores: Rob Haldford y Glenn Tipton

La llegada de Roger Glover como productor de Judas Priest se produjo de forma forzosa en 1977 durante la gestación de su tercer disco de estudio, Sin After Sin. En un principio la banda debía autoproducirse el trabajo, pero el fichaje por ellos por la discográfica CBS Records los convenció de que la irrupción de Roger Glover les dotaría de un mejor sonido respecto a sus más modestos trabajos predecesores.

Suya fue la decisión de fichar a un jovencísimo Simon Phillips tras el abandono de su batería anterior, Alan Moore, con la idea de dotar a la formación de un nuevo enfoque a la batería. A punto de iniciarse la grabación, un ingeniero de sonido contratado en el último instante se unió al equipo, un personaje que acabó convirtiéndose en una pieza clave en la historia de Judas Priest. Estamos hablando de Tom Allom, quien acabó siendo su productor entre los años 1979 y 1988, la etapa más emblemática de la formación en la que más éxitos consecutivos cosecharon.

La relación entre Roger Glover y Judas Priest no acabó de funcionar, cada uno iba un poco por su lado, pero, de todas maneras, dichas tensiones no se acusaron en el resultado final. Sin After Sin contiene un buen puñado de canciones que han acabado como clásicos de la formación, de las que nos gustaría destacar el tema de apertura, “Sinner”, el cual analizaremos brevemente a continuación. Fruto de esta relación un tanto tortuosa, banda y productor no repitieron de nuevo juntos y se puso punto final a esta breve colaboración surgida entre bambalinas que no cuajó.

Como poco resulta curioso que Roger Glover se metiera en un terreno más metal de lo que venía tocando anteriormente, ya solo por este hecho vale la pena incluir un tema en este top 5 de esta faceta más dura del artista. “Sinner” se encuentra en la primera posición de las canciones de Sin After Sin, abriéndolo de una forma potente y magistral durante sus más de seis minutos de duración. Son los Judas Priest más en estado puro los que nos dan la bienvenida al álbum, con sus riffs de guitarra tan característicos y unos agudos de Rob Halford en los estribillos que te ponen los pelos de punta.

Gracias a su larga duración, el tema se permite ir por otros derroteros distintos al de la estructura básica, y así nos encontramos con un puente que le aporta un plus especial y que dota de una verdadera personalidad a lo que estamos escuchando. Durante él, las guitarras toman un protagonismo absoluto desplegando efectos varios mientras Simon Phillips brilla con sus virguerías de batería de fondo acolchando a su vez a un Halford que se luce con sus ecos de voz tan desgarradores. Una locura y genialidad a la vez que pone el listón muy arriba al resto del álbum para igual su intensidad.

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Sobre Susana Masanés 163 Artículos
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!