Si lees Science of Noise desde hace tiempo, sabrás que el death metal sueco, como otros muchos, corre por nuestras venas. De hecho, Robert Garcia publicó un artículo con cinco recomendaciones centradas en el período 1990-1994. En esta ocasión os presento cinco trabajos infravalorados, ahora y entonces, pero cuya valía está fuera de toda duda.
Dejo a muchas bandas fuera de este listado, pero las que aparecen lo hacen, fundamentalmente, por cuatro motivos. El primero, su calidad musical; el segundo, hacer justicia a dos discográficas que fueron un elemento capital de la evolución musical extrema en Suecia; el tercero recordar que el formato EP fue esencial en un estilo con tantos proyectos paralelos de sus protagonistas; y el cuarto, contextualizar estos discos con respecto a otras bandas y/o proyectos.
Artista: Night in Gales
Álbum: Sylphlike (EP) (1995)
Discográfica: Autoproducido
Night in Gales es uno de esos ejemplos de bandas que lo tenían todo para triunfar y no lo consiguieron. Sylphlike fue el punto de partida de su carrera y contenía tal cantidad de buenas ideas que los fichó Nuclear Blast Records. Bajo la influencia directa de At the Gates fueron capaces de introducir elementos melódicos que les acercaban a la escena de Gotemburgo y hasta tuvieron tiempo de utilizar un recurso tan característico en la época como los interludios instrumentales o ambientales como fue el caso de “When the lightning stars”.
Este EP les abrió las puertas de una major con la que editaron Towards the Twilight que les valió jugar en la liga de los grandes. Desgraciadamente, con Thunderbeast el castillo de naipes de la banda empezó a desvanecerse hasta editar trabajos mediocres como Nailwork o Necrodynamic. Aunque dicen que segundas partes nunca fueron buenas, el renacer de la banda en 2011 está siendo más que meritorio.
Artista: The Everdawn
Álbum: Opera of the Damned (EP) (1996)
Discográfica: Black Diamond Productions
La corta carrera de The Everdawn se inició con este EP, Opera of the Damned. Nunca fueron una banda especialmente dotada a nivel técnico, pero siempre me pareció fascinante como ejecutaban la melodía a través de una música veloz. Pocos trabajos hay con tanta melodía a esa velocidad en esa época. En apenas cuatro temas la banda ofrecía un sonido fresco, dinámico y con gran pegada.
Aunque su primer LP, posterior a Opera of the Damned, tuvo una mayor acogida, The Everdawn perdieron su originalidad en busca de recrear el sonido de At the Gates. Hicieron un buen trabajo, pero ya no fue lo mismo. Oskar Karlsson (RIP) creó la banda a la que se unieron los hermanos Tornkvist, Pierre y Patrik que, posteriormente, se unirían a The Moaning para grabar un clásico como Blood from Stone. Oskar, por su parte, compaginó su aportación con los esenciales Gates of Ishtar, banda de sonido similar a The Everdawn.
Su discográfica no tuvo un roster amplio, pero por sus filas pasaron dos nombres muy destacados como Midvinter y Mythotyn. Curioso lo que Daniel Ekeroth escribe de The Everdawn en su libro Swedish Death Metal:
“Hace tiempo que no sé de ellos. Eran una banda mediocre por lo que espero que se hayan separado.”
Artista: Decameron
Álbum: My Shadow… (1996)
Discográfica: No Fashion Records
Este cuarteto, deudor del sonido Dissection hasta el punto que Satanized está compuesto a medias con Jon Nodtveidt, también podría aparecer en la sección Bandas de un solo disco pues My Shadow… fue el único trabajo que publicaron. Death/black metal melódico y agresivo, intenso y áspero, que fue grabado en Musikmafflan por Fredrik Larnemo y el propio Alex Losbäck, bajista y vocalista de la banda. Su propuesta mezclaba elementos que les acercaba a ambas escenas por lo que podrían haber hecho virar su sonido en cualquier dirección. Desgraciadamente, la inestabilidad de su formación hizo que los hermanos Losbäck, Alex y Johannes, desistieran de su cometido. Aunque las guitarras las grabó Jonny Lehto, sus partes fueron compuestas por Johan Norrman (guitarra) que, junto a Tomas Kjellgren (batería), abandonaron Decameron para enrolarse en las filas de Dissection. Un triste final para una banda que mereció más y que grabó un disco que merecería un reconocimiento similar al Spiteful Intents de Cardinal Sin, un trabajo que, por sonido, puede asemejarse a My Shadow… .
Artista: Ablaze My Sorrow
Álbum: If Emotions Still Burn (1995)
Discográfica: No Fashion Records
If Emotions Still Burn constituye un histérico ejercicio de death metal sueco caótico, intenso y embrutecido. La voz desgarradora de Martin Qvist y las guitarras dobladas de Magnus Carlson y Roger Johansson dominan un trabajo que vio la luz bajo los auspicios de No Fashion Records, un sello vehicular de la escena extrema sueca. Su época dorada constituye tres discos, siempre con la misma discográfica, a los que siguió una separación, en parte, por contar con una formación poco estable y una propuesta que iba virando hacia terrenos más convencionales.
Desgraciadamente nunca llegaron a consagrarse, aunque gozaron de renombre dentro del underground. Su regreso en 2016 fue con Apostasy, un sello que se está especializando por reclutar o reeditar a viejas glorias como Ablaze My Sorrow, Night in Gales o The Duskfall. Su más reciente Among Ashes and Monoliths bien merece más de una escucha.
Artista: In Thy Dreams
Álbum: Stream of Dispraised Souls (EP) (1997)
Discográfica: Wrong Again Records
Influenciados también por At the Gates e In Flames, In Thy Dreams tuvieron un carrera corta de apenas un EP, este Stream of Dispraised Souls, y dos discos, entre ellos, un notable The Gate of Pleasure. Stream of Dispraised Souls mostraba a una banda muy enérgica y que había estudiado a los padres del movimiento. Estuvieron donde tenían que estar, aunque quizá un par o tres de años tarde. Cinco canciones cortas, intensas y que merecieron más repercusión. Un sonido homogéneo, con melodías pegadizas y riffs asesinos quedaron plasmados en cortes como “Dreams Within” o “Fleeing illusion”.
Wrong Again Records fueron sus descubridores como también lo fueron de Cardinal Sin, In Flames, Eucharist, Miscrant, Naglfar y Arch Enemy. Musicalmente fueron una banda con muchas cosas que ofrecer, pero la saturación del mercado en ese momento y el éxito de la banda paralela de los hermanos Kuusisto, Petri y Jari, Carnal Forge, les llevaron a la separación.