Tras unas semanas vuelvo a recuperar la sección de joyas olvidadas y toca repasar algunos discos no muy conocidos de la vertiente más técnica del metal extremo.
Durante la década de los 90 muchos grupos fueron puliendo su maestría a los instrumentos y fueron haciendo su música más compleja y con más matices, en definitiva, más técnica. Cada vez se quería tocar más notas y más rápido ya fuese con la guitarra, el bajo, la batería o la voz. Hoy en día parece que casi todo está inventado y solo queda darle alguna vuelta de tuerca más que seguro alguno se atreverá.
Hoy por hoy, lo más rápido y técnico que podemos encontrar sean posiblemente los canadienses Archspire que tras su visita por Barcelona nos dejaron con la boca abierta. Pero antes de llegar a los grupos actuales otros fueron los que se adentraron en este subgénero que tantas alegrías nos da a sus seguidores.
Pero no podemos olvidar los grupos que abrieron las puertas a este subgénero como fueron Death a partir del Human (1991), Cynic, Atheist o Nocturnus, pioneros en lo de complicarse la vida, instrumentalmente hablando.
Aquí os dejo cinco discos de cinco grupos (no muy conocidos) que para mí son un puntal para entender la evolución del movimiento del technical metal ya sea death, thrash o progresivo.
Theory in Practice – Colonizing the Sun (2002)
Que un grupo se ponga como nombre Teoría a la Practica dice mucho sobre las intenciones que tienen. En el momento que los descubrí y le di al play supe que algo especial contenía este disco (y los demás). El título del disco también se las trae: Colonizing the Sun, colonizando el Sol. Brutal.
Pero dejemos la física cuántica y centremos nuestra atención en esta maravilla. Se trata del tercer disco de los suecos tras el cual el grupo cesó su actividad aunque a partir del 2015 volvieron a estar en activo hasta hoy sacando nuevo material que mantiene el nivel mostrado anteriormente.
Complejos riffs, líneas vocales imposibles, ritmos frenéticos que junto a unos exquisitos y retorcidos solos te dejan bastante exhausto durante las primeras escuchas, mucha información de golpe y si no estás habituado a estos sonidos se puede hacer algo difícil. Teclados y sintes muy progresivos realzan las partes instrumentales mostrando a un grupo con unas capacidades musicales impresionantes.
A partir de entonces aparecieron otros grupos de corte técnico y con una filosofía parecida a ellos con claros ejemplos como Anata, Mutant (compartieron músicos con este proyecto), Neuraxis o Illogicist. Se trata de un pilar fundamental si uno se quiere introducir en este loco mundo de la teoría musical más barroca.
Martyr – Warp Zone (2000)
Todos estos grupos se mostraron ante mi cuando el metal progresivo de Dream Theater, Symphony X y parecidos entraron en mi vida pero yo buscaba algo más ya que esos grupos tenían un gran componente heavy que a mi ya no me tiraba para nada y mira que lo intenté. En Martyr encontré elementos que me fascinaron: primero que son canadienses y a excepción de algún grupo todos son buenísimos y alardean de una técnica no apta para otras partes del mundo; segundo es que este disco es como un todo y no se puede valorar por esta u otra canción, un viaje alucinante; tercero es que las letras y el mensaje es sencillamente brutal y cuarto, los solos y los juegos de voces añadido a unos riffs de infarto crean una obra atemporal, poco conocida y que no debes dejar pasar.
Al repasar la historia del grupo ves que ellos se han formado en una de las mejores escuelas de Canadá donde han aprendido casi todos los estilos de música existentes haciendo hincapié en el rock, metal, funk, reggae y clásica. Una sensacional mezcla que facilita las cosas a la hora de crear música.
Su siguiente disco Feeding the Abscess (2006) es muy bueno también pero este tiene algo especial. Se trata de un disco al que le tengo mucho aprecio y que ha sido una pieza fundamental para crecer como músico, para entender que la música no tiene limites y que es cada uno el que se los pone. Actualmente el grupo está separado pero podemos disfrutar de su talento en grupos como Voivod, Beneath the Massacre o Gorguts.
Spiral Architect – A Sceptic’s Universe (2000)
Si los anteriores son complejos estos hasta se pasan, pero debo reconocer que en el momento que cayó en mis manos este disco quedé totalmente atrapado por él y aún me sigue fascinando. La voz si que es un aspecto difícil de catalogar pero con las escuchas la acabas apreciando. Yo que no soy muy fan de las voces limpias tirando a heavy la encuentro genial, pero claro, la base no es clásica. Es un excelente metal progresivo muy técnico, retorcido y llevado a cotas al alcance de muy pocos.
Único disco en su haber después de una demo que sacaron en 1995. El grupo estaba formado por Øyvind Hægeland (Manitou, ex-Lunaris) a la voz y teclados, Steinar Gundersen (ICS Vortex, Sarke) a la guitarra, Lars K. Norberg al bajo y programación y Asgeir Mickelson (Scariot, ex-Borknagar) a la batería creando un combo lleno de talento y con muchas ganas de complicarse. Cuando escuchas su música te vienen a la cabeza grupos antiguos como Watchtower, Cynic, Spastic Ink y otros más modernos como Blotted Science o Twisted Into Form así que te puedes hacer una idea que te vas a encontrar.
Una locura de notas, cambios raros, solos de vértigo y muchos malabares tanto las cuerdas como la batería. Difícil destacar una canción por encima de otras pero si me quedaría con la segunda «Excessit», la inclasificable «Insect» o la famosa «Fountainhead». Por muchos grupos que salgan no he vuelto a escuchar un disco así. Dejaos atrapar por su universo escéptico.
Anata – Under a Stone With No Inscription (2004)
Desde Suecia y con más de 25 años de carrera aunque en silencio discográfico desde el año 2006 aparecieron Anata para remover los cimientos del género con una técnica y velocidad para nada habitual. Yo siempre les he visto similitudes en el sonido que no en su música con Decapitated pero tienen más en común con grupos como Augury, Neuraxis o Gorod.
Este disco del año 2004 puede que no sea el mejor de su carrera pero me tuvo enganchado mucho tiempo. Su música es dinámica, fresca y todavía hoy día suena cojonuda. Cambios sin parar, experimentos raros en cada canción, melódicos, oscuros y tremendamente precisos.
Si no los conocéis dadle al play al vídeo de abajo ya que he escogido la canción que mejor resume su propuesta. Se trata de un torbellino de brutalidad pero pensada y medida hasta el más mínimo recoveco.
Otro detalle a destacar es la juventud de sus componentes pero bueno, en los países nórdicos es algo habitual que unos chavales imberbes tengan unas capacidades musicales extraordinarias.
Todos sus discos son buenísimos con lo cual os invito a descubrir sus otros tres discos que no tienen ningún tipo de desperdicio. Técnica al servicio de la canción y no para mostrar lo bueno que eres.
Neuraxis – Trilateral Progression (2005)
Ser canadiense ya te da la habilidad de poder hacer la música más técnica y retorcida que se ha hecho jamás en la faz de la Tierra o de buenas a primeras es lo que parece ya que pocos grupos de esa zona del norte al otro lado del gran océano no lo demuestran con cada uno de sus lanzamientos.
Este posiblemente no sea el mejor disco de Neuraxis pero fue con el que los descubrí y me quedé prendado por su manera de componer, ese sonido potente en el que se mueven por derroteros melódicos pero sin endulzar demasiado.
Tras este disco sacaron dos trabajos más que son mucho mejores pero este tiene algo especial. Desde 2015 están parados y no se sabe bien bien la situación del grupo y es una lástima ya que la calidad de su música es innegable.
Riffs enrevesados, baterías imposibles y una voz algo monótona pero que queda encajada a la perfección dentro de la música con progresiones muy elaboradas y unos cambios impresionantes. Algo alocados en algunos momentos pero sabiendo reconducir esa locura hacia pasajes mucho más calmados jugando muy bien con las armonizaciones.
Supongo que los múltiples cambios de formación han hecho mella en el grupo y por eso su no continuidad. Esperemos que algún día vuelvan y mejor si es con nuevo disco.