5 temazos de los «nuevos» In Flames según… Beto Lagarda

Para muchos, Clayman (2000) supuso el final de la era buena de los suecos In Flames. En su siguiente trabajo, titulado Reroute to Remain (2002), la banda empezaba a experimentar con el metal alternativo y una estética más comercial, hecho que provocó la ira y el desprecio de los fans más arraigados al melodeath de sus inicios. Dos décadas más tarde, In Flames siguen siendo objeto de la ira de esos despechados seguidores de lo antiguo, obtusos en lo de mirar el presente y el futuro con amplitud de miras.

En estas dos décadas, In Flames se han posicionado como una de las bandas más imprescindibles del panorama metalero con un sonido moderno muy afín a estos tiempos que estamos viviendo. Sus giras son siempre exitosas y su presencia en festivales les ha aupado casi a la cima.

Del citado Reroute to Remain al último e impresionante Foregone (2023), la banda liderada por Anders Fridén ha publicado nueve discos buenos y odiados a partes iguales. Discos con himnos que, curiosamente, los haters también cantan en sus conciertos. Me es complicado escoger solamente cinco canciones que ilustren o den música a estas dos décadas de discos controvertidos, pues algunos de ellos están entre mis favoritos de la banda sueca. Pero vamos a ello, al menos lo voy a intentar.

 

«Leeches»

Álbum: Come Clarity (2006)
Discográficas: Nuclear Blast Records / Ferret Music / Toy’s Factory Inc.
Autores: Ander Fridén, Björn Gelotte y Jesper Strömblad

Voy a evitar –sin remordimientos– hablar sobre lo previo a Clayman, pues ahora no nos ocupa esa época. También me voy a saltar el increíble Reroute to Remain, pues era el disco del cambio. Me da más pena saltarme el ya controvertido Soundtrack to Your Escape (2004) pero no tengo tantos dígitos en este Top 5. Vamos a entrar en Come Clarity (2006), un disco que impactó de lleno en la sociedad metalera por su contundencia y también por el disimulado abrazo de In Flames al pujante y moderno sonido del metalcore melódico.

Come Clarity, incluso, es innovador en cuanto a su imagen de portada, más alineada con la estética de bandas como The Used que con la estética del melodeath sueco. Este disco contiene piezas feroces siendo el primer corte, titulado “Take This Life”, el más conocido y “querido”. Aunque no lejos, en cuanto a ferocidad se refiere, nos encontramos con canciones demenciales como “Leeches”, “Come Clarity” o “Vacuum”. La que yo escojo para inmortalizar este disco es la primera de ellas, “Leeches”.

“Leeches”, situada en segunda posición tras el brutal despegue que supone tener a “Take This Life” como apertura, le hace perder un poco el impacto que realmente tiene en su esencia y espíritu. La canción es corta, tiene menos de tres minutos de duración, y combina elementos de metal melódico con influencias más modernas. La letra de la canción aborda temas de desilusión y la lucha contra las personas o situaciones que drenan la energía y la motivación. La metáfora de «leeches» («sanguijuelas») sugiere una crítica a aquellos que se aprovechan de los demás, especialmente con los que hayan experimentado relaciones tóxicas.

Musicalmente, la canción presenta riffs potentes y una mezcla de voces limpias y guturales, lo que es típico en el estilo de In Flames. La producción es pulida, lo que le da un sonido contemporáneo, pero sin perder la esencia de su legado en el metal. En general, “Leeches” es una representación sólida de la evolución de In Flames y su capacidad para abordar temas profundos a través de su música.

Esta canción es la segunda más interpretada del disco en directo con casi 450 apariciones en los setlists. Solo la supera (y de lejos, todo sea dicho) “Take This Life”. Vale la pena comentar que ha sido casi fija en las dos últimas giras que pasaron por nuestro país.


«The Mirror’s Truth»

Álbum: A Sense of Purpose (2008)
Discográficas: Nuclear Blast Records / Koch Records (MNRK Music Group)
Autores: Ander Fridén, Björn Gelotte y Jesper Strömblad

Tengo un gran apego y un cariño personal y especial hacia A Sense of Purpose (2008), pues supuso mi puerta de entrada a In Flames hace ya tres lustros. Recuerdo perfectamente disfrutar del maravilloso artwork del disco. Un disco con el que ya, definitivamente, In Flames olvidan su herencia death metal y se vuelcan en encontrar su lugar entre el metal alternativo y el metalcore melódico.

La banda optó por el viraje final hacia la música más comercial, algo que desató nuevamente la ira de los fans más arraigados al pasado incapaces de disfrutar de una de las evoluciones más hirientes y a la vez más exitosas del metal extremo. In Flames capturó en este disco la dinámica de la juventud metalera en pleno cambio. Sonidos más agradables, voces menos guturales, melodías más trabajadas en cuanto a pureza y harmonía. Pero lejos de “venderse”, In Flames se sobrepuso al paso del tiempo y a su propio aburrimiento de poder verse encasillado repitiendo fórmula, disco tras disco, y con mucha valentía decidieron hacer lo que es daba la real gana.

Musicalmente, A Sense of Purpose combina riffs pesados con melodías infecciosas y una producción pulida. El álbum incluye una variedad de estilos, desde pasajes más agresivos hasta momentos más melódicos y atmosféricos. La voz de Anders Fridén destaca en este trabajo, alternando entre voces guturales y limpias. Las letras del álbum abordan temas como la lucha interna, la búsqueda de sentido y las emociones humanas, lo que añade una capa de profundidad a las composiciones.

Algunas de las mejores canciones del disco son “The Mirror’s Truth”, “Alias”, “Take This Life” o “I Am the Highway”. Yo me inclino por la primera, una “The Mirror’s Truth” que fue mi puerta de entrada en el universo In Flames.

Esta canción –que sirve idealmente como apertura del disco– se caracteriza por su mezcla de riffs pesados y melodías de esas que se te quedan grabadas en la mente, lo que la convierte en un ejemplo representativo del estilo melódico que la banda empezaba a explotar con éxito. Musicalmente, presenta una estructura dinámica, con secciones agresivas intercaladas con momentos más melódicos. La producción, tanto de la canción como de todo el trabajo, es pulida y resalta tanto los instrumentos como la voz de Anders Fridén.

En cuanto a la letra, aborda temas de introspección y autoconocimiento. Refleja una lucha interna y una búsqueda de verdad personal, el confrontar tus propios miedos y dudas. La canción fue lanzada como sencillo y fue presentada con un video musical que ayudó a aumentar su popularidad. A lo largo de los años, la canción se ha consolidado como uno de los temas emblemáticos de In Flames en su era más reciente. Habitual en conciertos, suele ser una favorita entre el público debido a su energía y emotividad.


«Deliver Us»

Álbum: Sounds of a Playground Fading (2011)
Discográficas: Century Media Records / Razzia Records
Autores: Ander Fridén y Björn Gelotte

Tras descubrir con el trabajo previo a In Flames, mi indagación sobre su pasado fue una realidad. Tengo que admitir que los discos previos a Clayman no me gustaron de buenas a primeras. Prefería el sonido moderno de aquel momento, así que esperar ansiosamente un nuevo disco de los suecos era una realidad. Y entonces llegó Sounds of a Playground Fading (2011), trabajo que también presentaba una imagen de portada sublime.

Este álbum marca un punto importante en la carrera de la banda, ya que es el primero en contar con el guitarrista Björn Gelotte como compositor principal y también es el primer álbum sin el guitarrista y miembro fundador Jesper Strömblad. Musicalmente, continúa la evolución del sonido de In Flames, combinando elementos de metal melódico con influencias más modernas y accesibles. El álbum presenta una mezcla de riffs pesados, melodías poderosas y una producción, de nuevo, muy pulida. Las canciones incluyen tanto momentos agresivos como secciones más melódicas y atmosféricas.

Las letras del álbum abordan temas como la lucha interna, la pérdida y la búsqueda de identidad. La canción “Deliver Us” es uno de los temas destacados, junto con “Where the Dead Ships Dwell” y “The Puzzle”. Estas canciones reflejan las emociones complejas que caracterizan gran parte del trabajo lírico de In Flames.

Aquí voy a centrarme en “Deliver Us”, la pieza más famosa y segunda en el orden del disco. La canción comienza con una introducción atmosférica antes de entrar en un ritmo más contundente, lo que crea un contraste efectivo entre las secciones más suaves y las más intensas. Presenta riffs pesados y dinámicos que se secundan perfectamente por la majestuosa interpretación vocal de Anders.

Líricamente, la canción aborda temas de lucha interna y el deseo de liberación. La letra refleja una sensación de desesperación y anhelo por escapar de situaciones difíciles o dolorosas. Anders Fridén, dijo que no es una canción de amor:

“La canción trata sobre la superación de tus obstáculos en la vida, y lo importante que es decirle a alguien que te importa que es genial y cómo te sientes en la cima del mundo.”

Fridén utilizaba muchas metáforas en sus canciones por aquella época, lo que resulta evidente en este tema. Nos cuenta, además, que escribía en este estilo para que las canciones fueran más ambiguas, lo que las abría a su interpretación:

“Quiero que la gente se forme su propia opinión. Soy feliz si la gente puede adaptar mis letras a su propia vida.”


«Wallflower»

Álbum: Battles (2016)
Discográficas: Nuclear Blast Records / Eleven Seven Music
Autores: Ander Fridén, Björn Gelotte, Niclas Engelin y Howard Benson

Varios cambios en mi vida y al final mi propia evolución, provocó que me distanciara de In Flames. Siren Charms (2014) no me entró con facilidad y Battles me decepcionó mucho en 2016. En esos momentos el metal moderno dejó de interesarme y me centré mucho en el metal más extremo. Pero rectificar es de sabios y nunca es tarde para volver a dejarme abrazar por esos brazos cálidos de la banda sueca. Redescubrí Battles cuatro años más tarde y me encantó.

Battles no fue ni es un disco fácil. Musicalmente, combina elementos del metal melódico característico de la segunda etapa de In Flames con influencias más modernas y electrónicas. El álbum presenta una producción pulida y un enfoque en melodías algo más accesibles, riffs contundentes y arreglos orquestales. La banda explora una variedad de estilos dentro del metal, lo que le da al álbum una sensación diversa y dinámica. Las letras siguen abordando temas como la lucha personal, la introspección y las relaciones humanas.

El disco contiene canciones enormes, siendo posiblemente “Drained”, “The End”, “The Truth” y “Wallflower” las más suculentas del menú. Por impacto y eclecticismo, escojo la última de ellas para el artículo, una “Wallflower” ubicada en la parte final del disco y que cuenta con algo más de siete minutos de duración, la más larga de la banda desde “The Chosen Pessimist”, tema inckuifoen A Sense of Purpose. En palabras de Björn:

Anders hablaba antes de ‘space metal’… sentíamos que el álbum necesitaba algo que no fuera ‘In Flames Format 1’ -llegar rápidamente al estribillo y esas cosas- y queríamos tener algo que se construyera a lo largo de toda la canción hasta llegar a algo grande al final. Y eso es lo que hicimos. Así que empieza con algo pequeño, y añadimos instrumentos y sonidos y demás para que sonara -sin sonar demasiado tópico- como un auténtico viaje musical. No habíamos hecho una canción así desde “The Chosen Pessimist” de 2008, y es un formato que queríamos volver a probar.”

Esta pista destaca por su enfoque melódico y emocional, lo que la convierte en un tema significativo y único dentro del disco. Cuenta con riffs de guitarra envolventes y una atmósfera introspectiva y por encima domina una interpretación particularmente emotiva de Anders Fridén, transmitiendo una sensación de vulnerabilidad y anhelo.

Líricamente, aborda temas de aislamiento, lucha interna y la búsqueda de conexión. El término “wallflower” se refiere a alguien que se siente fuera de lugar o que no encaja en un entorno social, algo con lo que que muchas personas pueden sentirse representadas. La letra refleja la lucha por encontrar un sentido de pertenencia y la dificultad de abrirse a los demás.


«I Am Above»

Álbum: I, the Mask (2019)
Discográficas: Nuclear Blast Records / Eleven Seven Music
Autores: Ander Fridén, Björn Gelotte y Howard Benson

En pleno desencanto personal, I, the Mask (2019) ni tan siquiera pasó por mi reproductor cuando salió a la venta. Mi descubrimiento de este disco fue cuando decidí dar la segunda oportunidad a Battles y encadené ambos discos casi de forma primigenia.

El undécimo disco de In Flames seguía con la dinámica previa jugando en el territorio del metal melódico y moderno incluyendo nuevamente elementos electrónicos así como arreglos orquestales. Seguimos teniendo una banda hambrienta de gustar sin renunciar a unos básicos juegos de bombos y afiladas guitarras como los que encontramos en la maravillosa canción homónima “I, the Mask”. También podemos disfrutar de pasajes atmosféricos y multitud de recursos melódicos. En cuanto a temática, seguimos trabajando en las crisis de identidad, luchas internas y la continua búsqueda de autenticidad. Temas que la banda ha ido abordando disco tras disco. Canciones como “I Am Above” y “Burn” destacan por su energía y mensajes sobre superar obstáculos personales.

También es complicado escoger una sola pista del disco, pues “Voices”, “I, the Mask”, “Call My Name” o “I Am Above” me parecen canciones de un nivel superlativo. Personalmente siempre he tenido más afinidad con la última de ellas, “I Am Above”. La canción comienza con una introducción poderosa de batería y guitarras que establecen ya de entrada un tono agresivo. A medida que avanza la canción, se alternan secciones más melódicas con momentos de mayor intensidad, lo que crea una dinámica interesante y cambiante. El estribillo pegadizo y muy melódico es ideal para cantar a pulmón, algo habitual cada vez que la banda lo toca en directo. La producción es pulida y resalta tanto los instrumentos como la voz de Anders Fridén, quien entrega esta vez una interpretación totalmente apasionada.

Líricamente, la canción profundiza en la experiencia de superar obstáculos y encontrar la propia fuerza interior. A través de una narrativa de lucha y superación, la letra inspira a los oyentes a elevarse por encima de las adversidades y a creer en sí mismos.

Beto Lagarda
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