Entrevista a Marc Prim, batería de Seek ‘Em All: ‘La primera vez que escuché Ride the Lightning fue un momento mágico. Es el disco que me enganchó a Metallica’

El próximo 29 de noviembre, la sala Bóveda de Barcelona iba a acoger un evento muy esperado: Seek ‘Em All, la banda tributo a Metallica, interpretando íntegramente Ride the Lightning (1984). Este concierto, que prometía ser un homenaje vibrante al legado de Metallica, no podrá celebrarse debido a una reciente resolución del Ajuntament de Barcelona que, aunque ha suspendido la orden de cierre de la sala, mantiene vigente la prohibición de realizar conciertos en vivo. La sala, que lleva décadas siendo un refugio para los amantes del rock y el metal, se encuentra ahora en un momento crítico, obligada a reinventarse mientras espera poder retomar su programación de eventos en directo.

Esta situación ha sido provocada por una serie de quejas por ruido presentadas por un único vecino, quien, según varias fuentes, regenta un coliving que opera bajo circunstancias poco claras y que ha despertado sospechas entre la comunidad local. Pese a tratarse de una sola persona, sus reclamaciones han desencadenado una cascada de complicaciones legales y administrativas para la sala, que ha tenido que suspender más de 70 conciertos programados, afectando no solo a los músicos y técnicos, sino también a l@s seguidores que encontramos en Bóveda un lugar único para disfrutar de la música en directo.

Aunque la sala podrá continuar funcionando como discoteca, los conciertos tardarán en regresar, y la incertidumbre sigue pesando sobre su futuro como uno de los escenarios más emblemáticos de la ciudad. Este parón forzoso no solo afecta a Bóveda, sino que simboliza un golpe para la escena musical de Barcelona, ya que la sala ha sido un punto neurálgico para bandas emergentes, artistas internacionales y tributos de calidad como Seek ‘Em All.

En esta entrevista, Marc Prim, el Lars Ulrich de Seek ‘Em All, comparte su visión sobre la problemática que afecta a Bóveda y lo que significa para ellos no poder tocar en una fecha tan significativa. Además, reflexiona sobre su pasión por Metallica y el poder unificador de Ride the Lightning, un álbum que ha inspirado a generaciones de fans y que, en estos tiempos de incertidumbre, sigue siendo un símbolo de resistencia para la comunidad musical.

En principio, esta entrevista no estaba pensada para abordar el cierre de la sala Bóveda ni la complicada situación que atraviesa, pero la noticia nos llegó apenas un par de días antes de publicar la versión original. Ante ello, decidimos modificar ligeramente el enfoque de la entrevista, no solo para mostrar nuestro apoyo incondicional a la escena local, sino también para alzar la voz y quejarnos públicamente de esta injusticia. Aprovechamos la oportunidad para condenar con firmeza a los especuladores que se instalan en nuestra ciudad con la única intención de lucrarse, aunque sea a costa de dinamitar espacios culturales y perjudicar a quienes luchan por mantener viva una comunidad. Desde aquí, nuestra solidaridad con la sala Bóveda y con tod@s los que creen en la música en vivo como parte esencial del alma de Barcelona.

Algunas de las preguntas originales…

¿Cómo surgió la idea de hacer un concierto especial para el 40º Aniversario del Ride the Lightning? Es evidente que tenía que hacer este año sí o sí pero, ¿siempre lo tuvisteis claro o fue algo que decidisteis hace poco?

Todo empezó con la idea de hacer un concierto conmemorativo en 2023 para celebrar el 40º Aniversario del Kill ‘Em All. Se hicieron un total de trews conciertos en ese formato y viendo la buena acogida que tuvieron por parte del público, decidimos hacer lo mismo este 2024 con Ride the Lightning.

En Science of Noise, le dedicamos todo el día el pasado 27 de julio, coincidiendo con la fecha de publicación. ¿Cómo fue tu primer encuentro con este álbum? ¿Recuerdas la primera vez que escuchaste alguna canción del Ride the Lightning?

Hace un tiempo hablaba con un amigo de lo bonito que sería poder revivir esa sensación de la época adolescente cuando descubres un grupo/disco nuevo, ya que después, con los años, la experiencia o emoción no es tan profunda como en ese momento vital teenager. El impacto que producía en ti a nivel emocional y lo casi mágico del momento era muy especial. Ride the Lightning fue uno de esos momentos y el disco que me enganchó a Metallica.

Recuerdo vivamente cuando un amigo, en el primer curso de instituto, me pasó el casete original y me voló la cabeza. Era su banda preferida y me pasaba los discos en estricto orden cronológico para que pudiera ver la evolución. Me había pasado antes el Kill ‘Em All y ya me gustó, pero cuando escuché Ride the Lightning, fue diferente, algo más allá. Me enganchó mucho el disco, su sonoridad más pesada que el anterior, las canciones… y la batería. De hecho, por culpa de este álbum decidí que quería empezar a tocar la batería. Uno de los primeros ritmos que empecé a intentar aprender y practicar cuando ya tuve el instrumento, fue precisamente «For Whom the Bell Tolls», junto con «Smells Like Teen Spirit» de Nirvana o «Roots Bloody Roots» de Sepultura.

Este álbum fue un gran paso hacia la madurez de Metallica, y, como bien dices, es más técnico en comparación con Kill ‘Em All, al cual también rendisteis tributo hace unos meses. ¿Qué significa para vosotros tocar en directo estos temas más complejos? ¿Hay alguna canción en especial que os suponga un reto?

Hay un cambio bastante importante, sí. Cuando te estas sacando los temas ves las claras diferencias que separan los dos discos. Kill ‘Em All es un disco rápido de principio a fin y eso tiene su dificultad, pero en el caso de Ride the Lightning, nos encontramos con estructuras mucho más complejas, patrones rítmicos con bastante miga y que obligan no solo a controlar la velocidad, sino los cambios tanto de intensidades, ritmo, estructura… Creo que «Fight Fire with Fire» ha sido la más exigente porqué, a parte de la velocidad endiablada, tienes que sumarle un patrón de batería y de guitarra muy enrevesado que puede llevar a confusión si no lo tocas adecuadamente. No acentúas allá donde toca una vez y estás perdido… jajajaja.

Ride the Lightning está lleno de himnos y momentos intensos. Personalmente, la ya citada “For Whom the Bell Tolls” es mi canción favorita de Metallica. ¿Qué te transmite a ti? ¿Crees que es uno de los temas más icónicos de la banda?

Sí, es uno de los más icónicos. Es un tema-himno. Creo que entraría dentro de esa categoría. Muchas bandas tienen esa clase de canciones y Metallica no iba a ser menos.

Personalmente, creo que la oscuridad general del tema, la larga introducción musical hasta que no entra la voz, el tempo y ritmo más machacón… son un conjunto de elementos que ayudan a que te atrape en su onda y puedas percibir fácilmente la emotividad y profundidad lírica y musical.

Tocando en una banda tributo, ¿cómo te preparas para darle a cada tema esa intensidad que tenía Metallica en los 80, sobre todo en directo?

Bueno, primero teniendo en cuenta nuestras limitaciones… jajajaja. Y después, intentando emular en el local ese sonido y ese enfoque musical y enérgico que tenían. No es sencillo ya que creo que se debe hacer desde el respeto y no parecer sobreactuado, pero la gran mayoría de veces los temazos ya te llevan un poco ahí.

«Fade to Black» es una de las primeras baladas de la banda y una de las más emotivas y épicas. ¿Qué te transmite cuando la tocas? ¿Cómo es la reacción del público en esos momentos más introspectivos?

Sí, realmente es una canción oscura y te das cuenta de ello cuando prestas atención a la letra y a la interpretación. A la hora de tocarla, sobre todo la primera parte, te tienes que centrar en ese rollo más introspectivo y emotivo que le dieron. Está todo más comedido pero hay acentuaciones clave que le dan mucho sentido a la canción. También se nota como una densidad de fondo que recorre todo el tema que la hace muy especial.

Son momentos en los que el público canta y corea más, no hay tanto movimiento arriba ni abajo del escenario y también se nota más si la cagas… jajajaja.

Como banda tributo, tenéis una gran fidelidad al sonido y al estilo de Metallica. ¿Cuáles son esos detalles clave a los que prestáis atención para que la experiencia sea lo más auténtica posible?

Intentamos que el sonido individual de cada instrumento y sobre todo como banda, en conjunto, sea lo más parecido o reconocible al original. No es solo llevar los instrumentos que ellos llevan, que queda muy reconocible visualmente, sino centrarse en ser fiel a su sonido. Las claves son principalmente el sonido de guitarra característico de Metallica, con un palm mute definido, seco y un tono agresivo general, bombo y caja muy presentes en la mezcla y como no, ser cuatro en el escenario desarrollando el rol que toca. También intentamos reforzar visualmente el show con efectos lumínicos y algunos elementos escénicos.

¿Cuál es tu tema favorito de este disco o el que más disfrutáis tocando? ¿Alguna historia personal que quieras compartir sobre alguna de estas canciones?

Creo que mi tema favorito de este disco es «Ride the Lightning». Tiene uno de los solos de guitarra que más me molan de la banda. Me gustan los distintos pasajes de la canción, los cambios de ritmo e intensidades, el enfoque melódico de las guitarras y el solazo. Además, es divertida de tocar.

Recuerdo de joven escuchando esta canción y pensar «¡Joder, qué temazo! ¡Cuando tenga el carnet la voy a poner en el coche a toda hostia de volumen!»

Ride the Lightning toca temas oscuros y profundos, como la desesperación y la muerte. ¿Cómo lleváis esta intensidad a un escenario? ¿Os afecta personalmente mientras estáis tocando?

Yo, como estoy concentrado en pegar golpes, no me afecta… jajajaja. No, en serio, en algunos temas se nota especialmente el carácter de oscuridad que le imprimieron. En general, durante todo el disco, hay una profundidad y densidad tanto en el mensaje lírico como a nivel melódico y de sonido. Cuando lo estas tocando te das cuenta de ello e intentas respetar ese sello. No es que nos afecte personalmente, pero sí que tienes que ser consciente a la hora de intentar absorber la idea global que hay detrás de cada tema para poder interpretarlo o transmitirlo con el sentido por el que fue creado.

El legado de Ride the Lightning en la historia del metal es indiscutible. ¿Qué crees que aporta este álbum a la música hoy en día? ¿Cómo lo ven las nuevas generaciones de fans que asisten a vuestros conciertos?

Creo que lo de los cinco primeros discos de Metallica es una burrada. Cada uno de ellos es diferente al anterior y no me refiero a simple evolución. Es que fueron un cambio de reglas del juego prácticamente cada uno de ellos. Esto hace que en su momento el impacto fuera grande, lógicamente, y hace que llegue en gran medida a nuestros días. Muchísimas bandas no existirían a día de hoy sin esos discos y es indudable que siguen influyendo de un modo u otro en la escena del rock y metal.

Por ejemplo, Kill ‘Em All es una buena declaración de intenciones. Primer disco de la banda, la frescura con que irrumpe en esa escena de la Bay Area… Aun bebiendo claramente de las bases del género, y con una actitud prácticamente punk en la velocidad y agresividad de los temas, se empieza a notar una mezcla en algunas de sus canciones, algo muy incipiente sí, pero sui generis ya. Pero donde realmente dan el salto es con Ride the Lightning. Fíjate que es solo un año después de Kill ‘Em All, pero el cambio en el sonido, la madurez compositiva, a nivel melódico, los cambios de ritmo e intensidad, la complejidad… Es un salto enorme, un cambio de enfoque bestial con tan solo un año entre los dos discos.

Creo que es con Ride the Lightning donde Metallica ya pone su sello distintivo respecto a otras bandas de la escena y empieza a establecer las bases del legado musical que dejará a partir de ese momento hasta hoy, con unas nuevas generaciones que se acercan a estos discos clásicos y ven donde están los cimientos de todo el revival thrash que se está viviendo actualmente.

Totalmente de acuerdo. Metallica es una de las bandas más influyentes del metal, por no decir la que más, y habéis podido ver de cerca el impacto que tienen en sus fans. ¿Cómo es para vosotros formar parte de ese legado a través de vuestro tributo?

Metallica es una banda que nos marcó claramente a todos y tiene gran parte de la culpa de que toquemos instrumentos. En cierta medida es como reconectar con nuestros inicios como músicos y aficionados a la música. Esto hace que tengas un cariño especial al tocar unos temas que impactaron fuertemente en ti. Intentamos acercarnos con el máximo respeto a las composiciones originales y, sobre todo, que la gente pueda conectar con ese enorme legado. Si conseguimos ni que sea un poquito de esto, estamos contentos.

Sademos que tenéis fans muy fieles, y que siempre llenan vuestras salas. ¿Cuál ha sido el momento o la reacción más memorable de un fan en un concierto?

Ha habido diversas de memorables pero, por ejemplo, recuerdo un día que al poco de empezar a tocar «Whiplash», se empezó a formar un pogo, y al mismo tiempo un jefazo empezó a dar saltos y vaciarse dos cervezas enteras en la cabeza antes de meterse con toda la peña en medio del pogo. ¡Fue bestial!

También, otro día, un par o tres de chicos subieron al escenario al final del todo del bolo de fin de gira con el Big Four y empezaron a cantar. Uno de ellos tocaba el bajo y cuando Edu se enteró le dejó el bajo y pudo tocar una parte del tema. Al mismo tiempo el otro chico sabía tocar la batería así que le cedí también el instrumento mientras Edu y yo bajamos al público a liarla un poco.

Vamos a hacer una ronda rápida: voy a decirte el nombre de cada álbum de Metallica, y tienes que definirlo en una sola palabra. ¡A ver qué te sale!

Sabemos que James Hetfield tiene una impresionante colección de coches clásicos, que considera su “otra pasión” junto a la música. Él mismo ha dicho que, cuando no está en el escenario o componiendo, le encanta sumergirse en su colección de vehículos personalizados. ¿Qué te parece esta otra faceta del bueno de Papa Het? Y hablando de colecciones, ¿tienes alguna pasión o colección especial fuera de la música?

Mientras esta afición a los coches clásicos le haga feliz y sirva para aparcar esa otra deleznable afición de cazar osos, me parece fantástico. Hace poco ha salido un libro con toda su colección de guitarras, que también tiene unas pocas, creo…

Por lo que respecta a nosotros, no somos ricos como el bueno de Papa Het y no podemos coleccionar grandes cosas o especiales cómo él… o de una forma tan espectacular.

Para quienes aún no os han visto en directo, ¿cómo describirías la experiencia de un concierto de Seek ‘Em All? 

Un concierto ha de ser una experiencia de disfrute en toda regla y creemos que el público, sobre todo, y también nosotros salimos a eso. Al mismo tiempo, intentamos acercarnos con el máximo respeto y honestidad a las composiciones originales, con la voluntad de transmitir ese sonido, energía, emotividad y fuerza que contienen sus canciones y que las hacen únicas y reconocibles. En definitiva, que la gente disfrute del concierto y que pueda conectar con el legado de Metallica como a cualquiera de nosotros nos gustaría hacer.

Bueno, esto es todo. Mil gracias por tu tiempo.

Muchas gracias, peña.

Sobre el cierre de Bóveda

La suspensión de la orden de cierre de la sala Bóveda ha sido una noticia esperanzadora para la escena musical de Barcelona. ¿Qué opinas de esta resolución y qué significa para vosotros no poder tocar –de momento- en una sala que ha sido tan importante para el rock y el heavy metal?

Tal y como dices, por una parte es una noticia esperanzadora ya que el local no tiene que echar el cierre, no se pierden lugares de trabajo y puede continuar funcionando como discoteca. Pero por otra parte está todavía por ver cuándo se puede recuperar la actividad de música en vivo y claro, que de momento solo continúe como discoteca, pues creo que la alegría, a falta de nuevas noticias, es limitada ya que le falta posiblemente la parte más importante según mi opinión.

Aunque la sala podrá seguir funcionando como discoteca, como bien dices, los conciertos aún están pendientes de autorización por cuestiones de ruido. ¿Habéis recibido alguna confirmación oficial de cuándo se podría llevar a cabo vuestra actuación?

Todavía no. Todo es muy reciente y entiendo que hay muchos conciertos que hay que recolocar. Se tiene que resituar un poco todo el mundo y eso requiere un poco más de tiempo por todas partes como es normal.

La sala Bóveda, con más de 30 años de historia, ha sido un bastión para bandas locales, emergentes e internacionales. Desde vuestra perspectiva, ¿cómo os ha influido este espacio y qué impacto crees que tiene en la escena local su lucha por sobrevivir?

Personalmente, creo que perder un espacio como Bóveda es dramático, ya que ha sido desde los tiempos de Mephisto, una sala donde poder ver conciertos de rock y metal de bandas tanto internacionales como locales y emergentes. Por lo tanto, juega un importante papel y ha sido un buen escaparate para todas la bandas locales emergentes que quieren empezar a mostrarse en público, ya que es una sala que siempre ha estado abierta a las diferentes propuestas del género sin importar el grado de popularidad. Esto es vital para generar una escena local potente. Locales como Bóveda son fundamentales para mantener con buena salud la escena.

Barcelona ha perdido varios locales históricos dedicados al rock y el heavy metal en los últimos años. ¿Qué crees que necesita cambiar para que espacios como la sala Bóveda puedan seguir existiendo y ofreciendo música en directo?

Barcelona necesita un cambio profundo en el modelo de ciudad y su gestión. Se está convirtiendo en una ciudad escaparate para el turismo, con una oferta comercial y cultural orientada cada vez más a eso y que ha propiciado un proceso continuado de especulación inmobiliaria. Todos estos elementos desnaturalizan la esencia de la ciudad, escupen a los habitantes sin altos sueldos que no pueden seguir viviendo en su ciudad y va acabando con la cultura propia, así como con aquellos espacios tradicionales de cultura de la gente local.

La denuncia que casi provoca el cierre total de la sala Bóveda proviene de un coliving para estudiantes internacionales. Esta situación refleja una creciente tensión entre los nuevos modelos de vivienda y las comunidades locales. Desde tu punto de vista, ¿cómo afecta esta gentrificación al panorama musical de la ciudad?

Es un problema grave a nivel de sociedad y de modelo económico. Solo hace falta recordar la manifestación del pasado sábado. Evidentemente, la música y el ocio como parte de la dimensión cultural de la sociedad quedan afectados, pero es solo una arista más de la aniquilación de las actividades y comercios locales, expulsión de los ciudadanos de los centros de las ciudades, especulación inmobiliaria, estratificación económica…

En este contexto de lucha por la preservación de la actividad de la sala Bóveda, ¿cómo percibes el apoyo de l@s fans y de la comunidad musical local, como lo demuestra la recogida de firmas en Change.org? ¿Cómo te motiva ese apoyo?

Es en estos momentos de dificultades donde ves el valor de la comunidad y de las personas que valoran la música y la cultura en este caso. Creo que es fundamental que nos podamos unir y concienciar para intentar revertir la situación y denunciar públicamente lo que está pasando. La recogida de firmas en Change.org es un buen ejemplo de ello y, evidentemente, motiva a tirar para adelante.

Sabemos que la sala ha sido un referente para el metal y el rock en Barcelona durante muchos años, albergando tanto a bandas locales como internacionales. ¿Qué significa para vosotros formar parte de este momento tan decisivo para la sala?

Es realmente triste presenciar como, poco a poco, muchos locales de música en vivo en la ciudad van cerrando. Personalmente, he disfrutado muchos conciertos en la antigua sala Mephisto y también en la actual Bóveda. Me jode pensar que esto esté amenazado y esté pasando en la actualidad donde se nos llena la boca de democratización en el acceso a la cultura y, por otro lado, cierran exponentes claros de locales musicales y culturales.

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 622 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.