Body Count – Merciless

Desde su explosivo debut en 1992, Body Count ha sido una de las bandas más polarizadoras e influyentes en la fusión de rap y metal. Liderados por el icónico Ice-T, su música ha funcionado como una plataforma para expresar las tensiones sociales, la brutalidad policial y el descontento político, temas que han resonado a lo largo de tres décadas.

Los álbumes anteriores de la banda han seguido una trayectoria que oscila entre el impacto inicial de su debut homónimo, con el controvertido y visceral «Cop Killer», hasta trabajos más recientes como Bloodlust (2017) y Carnivore (2020), que mostraron una madurez compositiva sin perder la agresividad que los caracteriza. Con Merciless (2024), su octavo trabajo de estudio, Body Count lleva su propuesta sonora y temática a un nivel superior, consolidándose como una fuerza inquebrantable en la música pesada.

Merciless se abre con «Interrogation», un inquietante prólogo al estilo de una película de grindhouse. El ritmo de la batería de Will Dorsey Jr. golpea como un martillo, mientras Ice-T recita una escalofriante narrativa de tortura que inmediatamente establece el tono brutal del disco. Este inicio recuerda el enfoque cinematográfico y visceral de una banda como Ministry, pero con un filo aún más oscuro.

El tema que da título al álbum no tarda en explotar con un riff que homenajea la estética de «Iron Man» de Black Sabbath, mientras las guitarras de Ernie C. y Juan García entrelazan elementos de thrash y groove metal. La intensidad no cede con «The Purge», una de las piezas más destacadas del álbum, inspirada en la saga cinematográfica del mismo nombre. Aquí, el vocalista invitado George «Corpsegrinder» Fisher de Cannibal Corpse aporta su característico rugido gutural, amplificando la violencia sónica.

Body Count siempre ha sido una banda con una agenda clara. En «Fuck What You Heard», Ice-T dispara dardos envenenados contra el sistema político estadounidense, calificando a los partidos como «Democrips» y «Bloodpublicans». La capacidad de la banda para abordar cuestiones sociopolíticas con mordacidad y humor de lo más negro sigue siendo uno de sus puntos fuertes, y este tema encapsula perfectamente ese espíritu desafiante.

Por otro lado, «World War» aborda la creciente polarización global con un enfoque que recuerda a los días más paranoicos del thrash metal de los años 80. El lirismo directo de Ice-T destaca líneas como «Israel and Palestine active as fuck», encapsulando la sensación de que el mundo está al borde del colapso.

Quizás la mayor sorpresa del disco sea su reinterpretación de «Comfortably Numb» de Pink Floyd. Contando con la bendición (y la participación) de David Gilmour, esta versión no solo rinde homenaje al original, sino que lo transforma en una meditación sombría sobre la apatía moderna. Las letras reescritas por Ice-T aportan una perspectiva brutalmente honesta, mientras que el icónico solo de Gilmour adquiere una nueva vida entre las texturas metálicas de Body Count. Es un logro monumental que reafirma la capacidad de la banda para innovar sin comprometer su esencia.

En el ecuador del disco, temas como «Do Or Die» y el Slayeriana «Psychopath» destacan por su feroz energía. Este último, con Joe «Bad» Badolato de Fit for an Autopsy, es un torbellino de riffs y voces desgarradoras que podría figurar fácilmente entre los momentos más agresivos del álbum. Mientras tanto, cortes como «Live Forever», en el que colabora el gran Howard Jones (Killswitch Engage), cuyos coros no terminan de convencerme del todo, y el final «Mic Contract», ofrecen un respiro relativo al incorporar elementos algo más melódicos sin diluir la intensidad general.

Merciless no solo reafirma el legado de Body Count, sino que también los posiciona como una banda que, después de más de tres décadas, sigue siendo vital y relevante. Con un equilibrio magistral entre brutalidad y conciencia social, el álbum es tanto un testimonio del espíritu indomable de Ice-T como una declaración de principios en un mundo que sigue enfrentando las mismas luchas que inspiraron su música en los años 90.

Este es un trabajo que no solo satisface a l@s fans de siempre, sino que tiene el potencial de atraer a una nueva generación de oyentes, demostrando que la furia y la pasión no tienen fecha de caducidad. Merciless es, sin lugar a dudas, un contendiente serio al título de mejor álbum de metal de 2024.

Rubén de Haro

Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.