Canciones perfectas: «Nueva York (Tot*)» de Bad Gyal

Bad Gyal, la indiscutible reina de la música urbana en España, ha logrado algo que poc@s artistas consiguen: trascender fronteras y géneros para convertirse en un fenómeno global. Con su estilo audaz, su dominio de las tendencias y una identidad sonora única, la artista catalana ha sabido forjar una conexión especial con su público, una conexión que no solo se mide en cifras de streaming millonarias o en escenarios internacionales abarrotados, sino en la manera en que sus fans se sienten parte activa de su universo creativo.

A lo largo de su carrera, Bad Gyal ha demostrado ser más que una cantante; es una visionaria que no teme desafiar los límites del género urbano. Cada lanzamiento suyo es una apuesta, una invitación a explorar nuevos sonidos y, sobre todo, una reafirmación de su capacidad para transformar lo experimental en algo universalmente adictivo.

Uno de los ejemplos más llamativos de esta relación casi simbiótica con su público es “Nueva York (Tot*)”. Lo que comenzó como un interludio improvisado en su gira Bad Gyal SoundSystem, rápidamente captó la atención de l@s asistentes, quienes quedaron fascinados por su ritmo hipnótico y su letra descarada. Fue tal el entusiasmo que, ante la insistencia de sus fans en redes sociales y en sus conciertos, la canción terminó convirtiéndose en uno de los lanzamientos más esperados de su carrera. Este tema, que mezcla provocación y frescura en dosis perfectas, es un testimonio del poder de la música para trascender lo momentáneo y conectar directamente con las emociones de quienes la escuchan.

Con “Nueva York (Tot*)”, Bad Gyal no solo revalida su título como una de las máximas exponentes del género urbano en España, sino que también deja claro que su éxito no es fruto del azar, sino de una intuición artística inigualable y de una capacidad única para escuchar a sus seguidores.

Bad Gyal: de Vilassar de Mar al trono de la música urbana

Alba Farelo i Solé, conocida artísticamente como Bad Gyal, nació en 1997 en Vilassar de Mar, Barcelona. Hija del reconocido actor Eduard Farelo, familiar para el público catalán por sus múltiples apariciones en series de televisión, Alba creció en un entorno artístico que influyó en su futura carrera musical.

Desde temprana edad, Bad Gyal mostró interés por la música y la moda. Comenzó estudios de Diseño de Moda en la BAU de Barcelona, pero decidió abandonarlos para dedicarse plenamente a su pasión musical. Para financiar sus primeros proyectos, trabajó en una panadería de su localidad, demostrando su determinación y compromiso con su carrera.

En 2016, Bad Gyal ganó notoriedad al versionar en catalán la canción «Work» de Rihanna, titulándola «Pai». Este lanzamiento se viralizó en plataformas digitales, marcando el inicio de su ascenso en la escena musical. A pesar de no contar con el respaldo de una discográfica en ese momento, continuó produciendo música de manera independiente, lanzando temas como «Fiebre», «Indapanden» y «Mercadona», con el apoyo de sus amig@s y colaborador@s cercan@s.

Su proyección internacional se consolidó en 2018 con la mixtape Worldwide Angel, que incluía éxitos como «Internationally». Este trabajo amplió su audiencia más allá de España, posicionándola como una figura emergente en la música urbana global.

En 2019, Bad Gyal firmó con la discográfica Interscope Records, lo que impulsó su carrera al mainstream. Bajo este sello, lanzó sencillos exitosos como «Santa María», «Hookah» y «Zorra», que resonaron en las listas de éxitos y consolidaron su presencia en la industria musical. Su estilo distintivo, que fusiona trap, dancehall y reguetón, junto con su estética llamativa caracterizada por uñas y pestañas postizas, tops y minifaldas, la convirtieron en un ícono de la moda urbana y popularizaron tendencias como el twerking en España.

A lo largo de su carrera, Bad Gyal ha acumulado numerosos reconocimientos, incluyendo 19 discos de Platino y cinco de Oro. Ha colaborado con artistas de renombre como Karol G en «Kármika», Omar Montes en «Alocao», Kafu Banton en «Tú eres un Bom Bom» y su remix con Guaynaa, además de trabajar con Rauw Alejandro, Khea, Rema y Juanka. Estas colaboraciones han ampliado su influencia en la música urbana y han fortalecido su presencia en mercados internacionales.

En 2024, Bad Gyal lanzó su esperado álbum debut titulado La joia, que incluye colaboraciones con artistas como Anitta en «Bota Niña» y el rapero Morad en «Así soy». Este álbum refleja su evolución artística y su consolidación como una de las principales exponentes de la música urbana a nivel mundial. Además, protagonizó el documental La joia, disponible en Prime Video, que ofrece una visión íntima de su trayectoria y los desafíos enfrentados en la industria musical.

Bad Gyal ha sido reconocida en diversos premios, destacando en los LOS40 Music Awards Santander 2024, donde fue galardonada como la Mejor Artista Urbana y obtuvo el premio a la Mejor Colaboración Urbana junto a Myke Towers por «Mi lova». Su presencia en festivales y conciertos sigue siendo destacada, llenando escenarios con su energía y carisma.

A sus 27 años, Bad Gyal se ha consolidado como una figura clave en la música urbana, representando un género que ha trascendido fronteras y culturas. Su determinación, talento y autenticidad continúan inspirando a una nueva generación de artistas y seguidores en todo el mundo.

Eduard Farelo y Bad Gyal: el arte en dos generaciones

Eduard Farelo i Nin es uno de los actores más destacados de Catalunya, con una carrera que abarca teatro, televisión, cine y doblaje. Nacido en una familia de actores, Farelo comenzó su andadura en el mundo escénico con un grupo de teatro amateur y, posteriormente, formó parte de la compañía teatral de la universidad. Su debut profesional tuvo lugar en 1992 con la obra Las mujeres de Traquis, dirigida por Pere Alberó. Desde entonces, nunca ha abandonado los escenarios, participando en obras emblemáticas como Pigmalió (1997), Comèdia negra (1999), La febre (2010) y Les tres germanes (2011), consolidándose como una figura central del teatro catalán.

En televisión, debutó en 1989 en la serie Quico el progre y alcanzó gran popularidad en Catalunya gracias a su papel en Nissaga de poder (1996-1999), una producción de enorme audiencia. También ha participado en otras series icónicas como Ventdelplà (2005-2010) y Com si fos ahir, donde desde 2017 interpreta al personaje de Miquel Cuevas. A nivel nacional, ha trabajado en producciones como El comisario (1999-2009), Hay alguien ahí (2009-2010) y Toledo, cruce de destinos (2012). Además, ha protagonizado diversos telefilmes y largometrajes televisivos como Laia, el regal d’aniversari (1995), Des del balcó (2001) y Xtrems (2010).

En el cine, su trayectoria incluye películas como Què t’hi jugues, Mari Pili? (1991), de Ventura Pons, Eloïse (2009), No habrá paz para los malvados (2011) y la infame XP3D (2011). Como actor de doblaje, Eduard Farelo ha dejado una huella imborrable, prestando su voz habitualmente a actores como Ralph Fiennes, Djimon Hounsou, Eric Bana y Josh Lucas. Destaca especialmente por su trabajo como Gollum en The Lord of the Rings (2001-2003), así como en papeles de Casino Royale (2006),  Star Wars: Episode II – Attack of the Clones (2002) y Underworld (2003). También ha dado vida a personajes icónicos como el protagonista de Beakman’s World (1992-1998) y Soldier Boy en The Boys (2022).

A pesar de esta prolífica carrera, su hija, Alba Farelo, ha logrado eclipsarle mediáticamente con su éxito internacional en el ámbito de la música urbana. Esta dinámica entre dos generaciones de artistas no solo refleja el talento de la familia Farelo, sino también su capacidad para adaptarse y destacar en disciplinas tan diversas como la actuación y la música. Este legado artístico parecía difícil de superar, pero su hija, no solo ha seguido sus pasos en el mundo del arte, sino que ha logrado eclipsarlo con su explosiva carrera musical.

Bad Gyal ha llevado su talento mucho más allá de las fronteras catalanas y españolas. Su capacidad para conectar con una audiencia global y redefinir los límites de la música urbana la ha convertido en un fenómeno cultural. Mientras Eduard Farelo marcó a generaciones con su voz y presencia actoral, Bad Gyal ha redefinido lo que significa ser una artista internacional nacida en Catalunya, acumulando millones de reproducciones, llenando estadios y convirtiéndose en un referente estilístico y musical para toda una generación.

Este fenómeno no ha sido fruto del azar. Alba Farelo trabajó con determinación hasta convertirse en la figura que hoy domina el género urbano. Así, aunque Eduard Farelo siga siendo una figura venerada en Catalunya, el legado artístico de la familia Farelo se extiende ahora al ámbito global, gracias a la inimitable energía de Bad Gyal.

«Nueva York (Tot*)»: de interludio a himno de l@s fans de Bad Gyal

Bad Gyal, el fenómeno catalán de la música urbana, ha conquistado escenarios internacionales con su estilo único, fusionando reguetón, dancehall y sonidos electrónicos. Entre sus canciones más destacadas, “Nueva York (Tot*)” ocupa un lugar especial, no solo por su historia, sino también por su conexión con el público.

“Nueva York (Tot*)” nació como un interludio en los shows de la gira Bad Gyal SoundSystem, que abarcó desde 2019 hasta 2021, marcando un hito en su carrera. En un principio, el tema no estaba destinado a ser lanzado oficialmente, sino que era una pieza experimental que Bad Gyal utilizaba para animar al público en sus actuaciones. Sin embargo, la reacción de l@s fans fue tan abrumadora que la canción, entonces conocida por nombres provisionales como “Toto” o “Porros”, adquirió vida propia.

El título final, “Nueva York (Tot*)”, es un guiño al apodo que los seguidores le dieron mientras se especulaba sobre su lanzamiento oficial. Esta conexión orgánica entre la artista y su audiencia demuestra la capacidad de Bad Gyal para convertir momentos espontáneos en experiencias memorables.

De Instagram al escenario global

El primer vistazo al tema llegó a través de las historias de Instagram de Bad Gyal, donde compartió fragmentos de una maqueta incompleta. A medida que la gira avanzaba, esta demo se convirtió en un momento clave del espectáculo. Con la pausa forzada por la pandemia de la COVID-19, l@s fans clamaban por escuchar la canción completa. Finalmente, en noviembre de 2021, Alba Farelo anunció en un directo de Instagram que los «unreleaseds» de la gira verían la luz, cumpliendo así una de las mayores peticiones de su base de seguidores.

La espera terminó el 26 de noviembre de 2021, cuando “Nueva York (Tot*)” se lanzó oficialmente, seguida de otras dos joyas inéditas: “Slim Thick” y “Su Payita (Gramos)”. Este lanzamiento semanal fue una estrategia brillante que mantuvo la atención del público y destacó el poder de las redes sociales como herramienta para medir el impacto de una artista en tiempo real.

El estilo único de Bad Gyal

Con “Nueva York (Tot*)”, Bad Gyal reafirma su posición como una de las figuras más vanguardistas de la música urbana. La canción, que presenta una producción innovadora y un enfoque lírico minimalista, encapsula perfectamente lo que la cantante ha venido cultivando a lo largo de su carrera: un estilo único que se nutre de su identidad personal y, al mismo tiempo, refleja las inquietudes, deseos y realidades de su generación.

Desde sus primeros pasos en la música, Bad Gyal ha sido una de las voces más auténticas y provocadoras del panorama urbano, y “Nueva York (Tot*)” no es la excepción. En esta canción, la artista catalana se adentra en un terreno sonoro que fusiona el reguetón, el dancehall y el trap, pero lo hace de una manera muy característica. Los ritmos sensuales y envolventes que dominan la melodía crean una atmósfera nocturna y cargada de energía, mientras que la producción minimalista, en la que se combinan elementos electrónicos con toques de percusión, marca la diferencia con lo que solemos escuchar en el género urbano convencional. Este enfoque musical simplificado pero impactante refleja una madurez artística que Bad Gyal ha ido cultivando desde sus primeras grabaciones caseras.

El estilo de Bad Gyal es ante todo un reflejo de su capacidad para desafiar las convenciones del género urbano. Mientras much@s artistas optan por seguir patrones establecidos, ella se mantiene firme en su enfoque de la experimentación, fusionando influencias de diferentes géneros musicales de manera que rara vez se ve en la escena mainstream. Esta audacia se puede percibir en su estética, su actitud y, por supuesto, en sus letras. En “Nueva York (Tot*)”, Bad Gyal no solo se adentra en los territorios del hedonismo, sino que lo hace con una mirada crítica y consciente del contexto en el que su música se inserta.

Por otro lado, la figura de Bad Gyal también se ha convertido en un referente de empoderamiento y liberación femenina dentro de un género tan tradicionalmente masculino como el urbano. Su forma de expresarse, tan auténtica como directa, ha cautivado a miles de seguidores que la ven no solo como una artista, sino como una bandera de libertad personal y colectiva. Su estilo, que juega con lo sensual y lo provocador, trasciende las expectativas de un público heteronormado, apelando a la diversidad y pluralidad de la experiencia humana, algo que se encuentra especialmente presente en canciones como “Nueva York (Tot*)”.

La evolución de un ícono global

Más allá de sus canciones, Bad Gyal se ha convertido en un ícono cultural que trasciende fronteras. Desde sus inicios como una artista emergente en Catalunya hasta su reconocimiento internacional, ha sabido construir una carrera basada en la experimentación y la conexión emocional con su público. Su capacidad para adaptarse a las tendencias, sin perder su esencia, la ha consolidado como una de las figuras más influyentes de la música urbana actual.

Con “Nueva York (Tot*)”, Bad Gyal no solo respondió a la demanda de sus fans, sino que también marcó un punto de inflexión en su carrera, mostrando que incluso un interludio puede convertirse en un himno cuando la conexión entre artista y audiencia es auténtica. En palabras de la propia artista:

«Estoy muy contenta de sacar estos temas tres años más tarde de hacerlos. Son temas que pude hacer con productores como Supa Dups, Scott Storch, El Guincho, Arkey-O… y estoy muy contenta de poderlos compartir con mis fans que al final me han demostrado que les han encantado. En los conciertos cuando les he puesto algún trocito siempre han reaccionado muy bien y siempre me han transmitido que tenían muchísimas ganas de que estos temas salieran. Estoy muy contenta de poderlos sacar por fin. Espero que los disfruten y que los bailemos mucho ahora que ya podemos salir de fiesta.»

La letra

La canción presenta una temática centrada en el empoderamiento, la vida nocturna y la actitud desafiante ante la adversidad. A lo largo de la letra, Bad Gyal reafirma su éxito y autonomía, destacando su capacidad para vender y hacer negocios, desde Barcelona hasta Nueva York, en contraste con aquell@s que no logran destacar. La letra también resalta la cultura del desenfreno, con menciones a fiestas, drogas y relaciones superficiales.

El uso del término «toto», una referencia vulgar a la vagina, se integra en esta narrativa de poder y libertad, en la que Bad Gyal no solo habla de su sexualidad de manera explícita, sino que también la asocia con su capacidad para mantener el control en situaciones de alto voltaje y competencia.

«Bad Gyal
De Barcelona a Nueva York, la que vende todo
De Barcelona a Nueva York, no queda na’
Fumamo’ adentro, nos da igual, quemándolo del hai
Ya sabes cómo es conmigo (Pussy que mana)Tú sales en la tele mientra’ yo doy shows
Tu cara en el Spotify y yo de bolo en Japón

No venden ni un ticket porque son del montón
Cuando voy pa’ USA vendo todo en Nueva York
Cuando voy pa’ USA vendo todo en Nueva York (¿Cómo?)
Cuando voy pa’ USA vendo todo en Nueva York
(Nueva York, en Nueva York)
Cuando voy pa’ USA vendo todo en Nueva York

En la discoteca se ponen loco’ (Loco’)
Todo’ los nene’ quieren invitarme a porros (Ey, pásame el porro, tía)
En la discoteca se ponen loco’ (Loco’)
No me hace falta, llevo tres gramo’ en el toto (Yo los llevo guarda’os en el toto)

Toto, toto, toto, toto (Yo los llevo guarda’os en el toto)
Toto, toto, toto, toto (Ra-ta-ta-ta-ta-ta; yo los llevo guarda’os en el toto)
Toto, toto, toto, toto (Yo los llevo guarda’os en el toto)
Toto, toto, toto, toto

Las hora’ se me pasaban, se me hizo la mañana (Arrebatao’)
Llena la sala aunque no e’ fin de semana (El champán)
Piquete nuevo: Versace, Dolce & Gabanna (Dolce & Gabanna)
Y las envidiosas me miran con mala gana
Las hora’ se me pasaban, se me hizo la mañana (Arrebatao’)
Llena la sala aunque no e’ fin de semana
Piquete nuevo: Versace, Dolce & Gabanna (Dolce & Gabanna)
Y las envidiosas me miran con mala gana

En la discoteca se ponen loco’ (Loco’)
Todo’ los nene’ quieren invitarme a porros (A porros)
En la discoteca se ponen loco’ (Loco’)
No me hace falta, llevo tres gramo’ en el toto (Yo los llevo guarda’os en el toto)

Toto, toto, toto, toto (Yo los llevo guarda’os en el toto)
Toto, toto, toto, toto (Yo los llevo guarda’os en el toto)
Toto, toto, toto, toto (Yo los llevo guarda’os en el toto)
Toto, toto, toto, toto

Tú sales en la tele mientra’ yo doy shows
Tu cara en el Spotify y yo de bolo en Japón
No venden ni un ticket porque son del montón
Cuando voy pa’ USA vendo todo en Nueva York (Bad Gyal)
Cuando voy pa’ USA vendo todo en Nueva York (Bad Gyal)
Cuando voy pa’ USA vendo todo en Nueva York
(Nueva York, en Nueva York)
Cuando voy pa’ USA vendo todo en Nueva York

Barcelona, ya sabe’
Bad Gyal, el pussy que mana
De Barcelona a Nueva York
Con los porros en el toto
Tranquila»

Interpretación de la letra

En «Nueva York (Tot*)» Bad Gyal nos lleva a un universo paralelo donde la fama, el desenfreno y la independencia se mezclan a la perfección. Con su estilo único y un lenguaje directo, la artista catalana nos ofrece una canción cargada de actitud, humor y una dosis generosa de provocación. Aquí no hay espacio para complejos, solo para celebrar su reinado en la música urbana, con su característico «toto» como metáfora de poder y desfachatez. Analizar esta pieza es adentrarse en una fiesta desbordante de confianza y desmesura, donde Bad Gyal es la absoluta protagonista.

«De Barcelona a Nueva York, la que vende todo
De Barcelona a Nueva York, no queda na’
Fumamo’ adentro, nos da igual, quemándolo del hai
Ya sabes cómo es conmigo (Pussy que mana)»

Bad Gyal abre con un despliegue de humildad casi celestial: ella lo vende todo (las entradas, se entiende… ¿o no?). Si te pilla un bolo suyo estando en Barcelona o Nueva York, que sepas que ya no queda nada porque lo ha agotado todo, incluyendo probablemente la paciencia de l@s haters.

La Ley antitabaco se la pasa también por ahí. Ella y l@s suy@s «fumamo’ adentro», ya sea el Sant Jordi o el Madison Square Garden, porque a ella no le importa que la ropa le huela a cerrao al llegar luego al hotel. Además, el cambio climático no importa cuando hay «hai» de por medio. Y no, no habla de la Hepatitis Autoinmune, esa enfermedad crónica del hígado que cursa en brotes produciendo inflamación del tejido hepático por un ataque de las propias defensas (autoinmunidad) a las células del hígado. Y por si quedaba alguna duda de quién manda, lo deja claro: el «pussy que mana» no pide permiso, solo inunda. Greta Thunberg y Pompeu Fabra lloran desconsolad@s en un rincón.

«Tú sales en la tele mientra’ yo doy shows
Tu cara en el Spotify y yo de bolo en Japón
No venden ni un ticket porque son del montón
Cuando voy pa’ USA vendo todo en Nueva York»

Aquí, Bad Gyal no solo saca la metralla, sino que tira directamente a la cabeza de la competencia. Salir en Spotify o en la tele es para amateurs, mientras ella está reventando salas en Japón.

El verso «No venden ni un ticket porque son del montón» debería grabarse en piedra como el equivalente urbano del «divide y vencerás». Y cuando llega a los Estados Unidos, Nueva York se queda seca. Y no de agua precisamente, sino de entradas, pero también de porros y de dignidad musical.

«En la discoteca se ponen loco’ (Loco’)
Todo’ los nene’ quieren invitarme a porros (Ey, pásame el porro, tía)
En la discoteca se ponen loco’ (Loco’)
No me hace falta, llevo tres gramo’ en el toto (Yo los llevo guarda’os en el toto)»

Entramos en el verso estrella, en el corazón de la narrativa, donde Bad Gyal combina empoderamiento femenino con habilidades logísticas que dejarían perplejo al mismísimo Pablo Escobar. Si esos tres gramos tienen su origen el el Raval y cruzaron el Atlántico bien guardaditos en el «toto», no estamos solo ante una artista; estamos ante una maestra del arte de la supervivencia y la discreción aeroportuaria. TSA, toma nota: la próxima vez que alguien pase sin problemas con un «toto a full», ya sabes a quién culpar.

Ahora, si la mercancía viene directamente de Nueva York, el panorama cambia. Porque en ese caso, los nenes que le quieren invitar a porros en la discoteca están compitiendo contra la autarquía absoluta de Bad Gyal: ¿Para qué aceptar invitaciones cuando llevas tus propias provisiones estratégicamente almacenadas? Es un golpe maestro de independencia, como decirles: “Gracias, pero mi logística es de nivel Diosa”.

Por último, este verso también podría interpretarse como un comentario sociopolítico: mientras un@s luchan por sobrevivir con los bolsillos cargados de calderilla, Bad Gyal demuestra que la verdadera libertad reside en la multifuncionalidad de un@ mism@, desafiando convenciones, aeropuertos y el siempre restrictivo concepto de almacenamiento personal.

«Toto, toto, toto, toto (Yo los llevo guarda’os en el toto)
Toto, toto, toto, toto (Ra-ta-ta-ta-ta-ta; yo los llevo guarda’os en el toto)
Toto, toto, toto, toto (Yo los llevo guarda’os en el toto)
Toto, toto, toto, toto»

Aquí la repetición es más que un estribillo pegajoso, es una oda al “chichi”. No solo lo lleva y luce con orgullo, sino que lo celebra. El mantra del «toto» es el equivalente urbano de un cántico sagrado. Repetirlo no es solo una elección artística, sino un mensaje contundente: si no has entendido la grandeza de su «toto», este es tu momento para reflexionar.

«Las hora’ se me pasaban, se me hizo la mañana (Arrebatao’)
Llena la sala aunque no e’ fin de semana (El champán)
Piquete nuevo: Versace, Dolce & Gabanna (Dolce & Gabanna)
Y las envidiosas me miran con mala gana»

Bad Gyal nos ofrece una clase magistral de cómo convertir cualquier día de la semana en un sábado glorioso; para ella, incluso un lunescualquiera acaba por convertirse en un sábado sabadete. Mientras otr@s luchan por llenar salas en fin de semana, ella lo peta siempre, agotando entradas incluso un martes. Pero tod@s sabemos que actuar un martes es de pobres.

Y, por supuesto, todo con “piquete” nuevo. ¿Versace y Dolce & Gabanna? Básico para ella. Lo mejor es que las envidiosas miran con mala cara, porque, seamos honest@s, la envidia ajena es el verdadero y más valioso accesorio de lujo.

«En la discoteca se ponen loco’ (Loco’)
Todo’ los nene’ quieren invitarme a porros (A porros)
En la discoteca se ponen loco’ (Loco’)
No me hace falta, llevo tres gramo’ en el toto (Yo los llevo guarda’os en el toto)»

Por si alguien olvidó la versatilidad de su «toto», Bad Gyal lo recuerda con elegancia y repetición. ¿Por qué dejar de mencionar tu punto fuerte si tienes al público hipnotizado? Es, básicamente, lo mismo que antes, pero con más locura y más “potorro” en acción. Y claro, los chicos no aprenden. Ella está tan tranquila con sus «gramos» en el lugar más seguro que ni se inmuta. Es una reina que no necesita que nadie le pase nada; ella va con todo incluido, una full equip en toda regla.

«Barcelona, ya sabe’
Bad Gyal, el pussy que mana
De Barcelona a Nueva York
Con los porros en el toto
Tranquila»

El broche de oro es un recordatorio de que Bad Gyal es una fuerza de la naturaleza. Barcelona y Nueva York son suyos, y su «toto» no solo transporta porros, sino también toda su esencia artística. Y lo mejor: lo hace tranquila, porque cuando eres así de icónica, no necesitas prisas ni disculpas.

Bad Gyal, en este tema, no solo es una reina de todos los guateques, del reguetón, del dancehall… es una empresaria que se toma la vida como si fuera un gran show de autosuficiencia, fiestas y, sí, mucho “toto”.

«Nueva York (Tot*)» no es solo una canción, es un manifiesto del exceso, la audacia y la logística más creativa jamás vista. Es un homenaje a la independencia femenina y un recordatorio de que el «toto» tiene más usos que un bolso de Hermès. Bad Gyal no solo rompe las reglas, sino que las pisa con tacones Manolo Blahnik mientras sonríe. Visca la Farelo… i visca el Maresme, lliure i tropical!

Por si no os sirve mi análisis: descubriendo “Nueva York (Tot)” a través de Angelines

Desde su debut en RAC1 en 2009, La competència se ha consolidado como uno de los programas de humor más icónicos de la radio catalana. Dirigido y presentado por los incombustibles Òscar Andreu y Òscar Dalmau, el programa se caracteriza por su capacidad de diseccionar la actualidad con sarcasmo, ironía y una creatividad desbordante. Con una mezcla de gags, imitaciones y personajes hilarantes, han logrado no solo entretener, sino también ofrecer una mirada crítica y mordaz al día a día.

Els Òscars, además de compartir nombre y un humor ácido, son los cerebros detrás de este fenómeno. Su química es innegable, y juntos han construido un espacio que trasciende la radio, convirtiéndose en un referente cultural en Catalunya.

Fue precisamente a través de Angelines, uno de los personajes más célebres, celebrados e icónicos del programa —interpretado por Òscar Dalmau—, que descubrí la canción de marras. No es de extrañar: Angelines tiene un talento innato para apropiarse de cualquier tema contemporáneo y darle un giro único. Para más información y detalles, aquí, a partir del minuto 5:20.

A lo largo de los años, La competència ha evolucionado sin perder su esencia. Su humor, casi siempre irreverente, ha sabido adaptarse a las sensibilidades cambiantes del público, y personajes como Angelines han ayudado a mantener viva la frescura del programa.

El impacto de La competència no se limita a sus fieles oyentes diarios: ha influido en el panorama humorístico de Catalunya y ha demostrado que la sátira sigue siendo una herramienta poderosa para entender (y sobrevivir a) el caos del mundo moderno.

La IA es tu amiga

Conclusión

El impacto de “Nueva York (Tot*)” no se mide solo por su pegajosa melodía o su ritmo que te hace mover el culo sin que puedas evitarlo. Es mucho más que eso: es un grito salvaje de libertad y descaro en tiempos en los que hasta los memes se han vuelto un refugio emocional. Bad Gyal ha logrado lo que much@s solo sueñan: una canción que no solo te hace bailar, sino que también es un recordatorio brutal de que la autenticidad es la única moda que nunca pasa de tendencia. En un mundo lleno de cantantes que venden sus almas por un like, Bad Gyal sigue siendo la reina indiscutible del “yo soy quien quiero ser, y te lo voy a cantar con el toto bien puesto”. Y si no lo entiendes, no te preocupes, el resto de los mortales ya están disfrutando del viaje.

“Nueva York (Tot*)” es un testimonio del poder de la música para unir a las personas, incluso en tiempos difíciles como los vividos durante la pandemia. Bad Gyal, con su enfoque único y su capacidad para escuchar a sus fans, continúa redefiniendo los límites del género urbano y haciéndose cada vez más grande en la escena musical global.

Esta canción, que comenzó como un experimento en el escenario, se ha convertido en un símbolo de lo que significa ser auténtico en un mundo lleno de tendencias pasajeras. Y eso es, quizás, lo que hace que Bad Gyal sea tan especial. Bueno, eso y su enorme coño. Visca la Gyal!

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 627 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.