Himnos del Rock: «You’re the Voice» de John Farnham

“You’re the Voice” de John Farnham, el tema que venimos a desgranar hoy, considerado nada más ni nada menos que el himno no oficial de Australia, esconde una historia tras él de lo más interesante que nos muestra los intrincados caminos que siguen a veces las composiciones antes no toman forma completa y ven la luz con menor o mayor fortuna. Aunque sabemos que el final acabó siendo feliz, no fueron pocos los  escollos a superar para que el proyecto llegara a buen término. Como suele suceder en estos casos, la determinación de ciertas personas, que no se amedrentaron  ante la adversidad, fueron claves para que “You’re the Voice” acabara siendo el éxito que fue y todavía  sigue siendo en la actualidad.

Los orígenes británicos de «You’re the Voice»

El cantante  Chris Thompson (Manfred Mann’s Earth Band) y su equipo formado para la ocasión por Andy Qunta (teclista en la banda australiana Icehouse, hecho que veremos más adelante es crucial para entender cómo el tema que nos ocupa acabó editándose en otro país distinto al de su génesis), Keith Reid (Procul Harum) y la vocalista Maggie Ryder son los compositores británicos de “You’re the Voice”, quienes, tras ver las imágenes de una manifestación a favor del desarme nuclear en Londres en 1985, decidieron que la idea principal del tema que se disponían a componer fuera la fuerza de la unión de los seres humanos como arma de protesta masiva. 

Si la intención original era crear un tema comprometido con cierto trasfondo político, Keith Reid, el compositor lírico principal del mismo, quiso suavizar el mensaje y hacerlo mucho más abierto y extensivo, ensalzando el concepto del poder de la palabra para cambiar el mundo de una manera pacífica. Chris Thompson pretendía incluir este tema en un disco en solitario, pero su publicista se lo desaconsejó y aquí es donde entra en escena Andy Qunta, el puente necesario entre Reino Unido y Australia que hizo que las demos llegaran a los oídos de John Farnham, cuya carrera se encontraba en horas muy bajas en aquel momento, como explicaremos a continuación.

John Farnham

Aunque John Farnham es británico de nacimiento, a la temprana edad de diez años se mudó junto a su familia a Australia. Allí se convirtió en un ídolo de pop adolescente bajo el nombre original de Johny Farnham entre los años 1967 y 1979. En un intento de reorientar su carrera hacia la música enfocada al público adulto, Johny cambió su nombre por el de John y editó un primer disco en solitario, Uncovered (1980), que pasó bastante desapercibido. Después de ello, le llegó una nueva oportunidad al ser requerido como vocalista por la ya establecida banda australiana de soft-rock Little River Band, con quienes grabó tres discos entre 1980 y 1986 que tampoco acabaron de despuntar y con los que acabó en malos términos por disputas sobre ciertas autorías compositivas.

1986: año clave en la historia de John Farnham

John Farnham ya venía recopilando ideas para un nuevo álbum en solitario durante su última etapa en Little River Band, a las cuales quiso dar forma una vez finiquitada su relación con ellos. Por aquel entonces, nadie quiso apostar por él de nuevo, tan sólo su mánager Glenn Wheatley arrimó el hombro hipotecando su casa para poder financiar el nuevo disco, y su ingeniero de sonido Ross Fraser, quien se convirtió de la noche a la mañana también en su productor para poder sacar adelante el proyecto a falta de candidatos. Whispering Jack (1986) es el fruto de ese último intento desesperado por relanzar de nuevo la carrera de John Farnham, y el disco que incluye nuestro himno “You’re the Voice”. Y la apuesta, esta vez sí, fue ganadora.

La trascendencia de «You’re the Voice» y, consecuentemente, de Whispering Jack

Como hemos comentado, “You’re the Voice” llegó a los oídos de John Farnham vía Andy Qunta, teclista de la banda australiana Icehouse,  pero todavía quedaba un obstáculo final que sortear y este fue nada más ni nada menos que la negativa del artífice principal del tema, Chris Thompson, a que fuera nuestro protagonista el encargado de sacarla a la luz. En su mente persistía el recuerdo de aquella etapa de su carrera como ídolo de pop adolescente y para nada lo veía como un intérprete adecuado para interpretar su creación.

Costó sudor y lágrimas convencerlo, pero “You’re the Voice” finalmente vería la luz el 14 de septiembre de 1986, justo quince días antes de la salida oficial del álbum. Aunque las emisoras de radio también mostraron su reticencia al principio a emitir la nueva música “adulta” de John Farnham, 2DayFM de Sydney encendió la mecha apostando por la emisión de “You’re the Voice”, despertando el interés en el resto visto la dimensión del éxito que progresivamente iba adquiriendo.

“You’re the Voice” subió en las listas nacionales poco a poco, alcanzando la posición número 1 y ganando el premio nacional ARIA Award como mejor sencillo de ese mismo año, 1986. Consecuentemente, las ventas de Whispering Jack se dispararon y aún en la actualidad consta como el disco más vendido de un artista local en la historia de Australia (más de 2 millones de copias vendidas, cifra nada desdeñable teniendo en cuenta la baja población de ese país).

A nivel internacional consiguió también números 1 en unos cuantos países europeos (Alemania, Dinamarca, Islandia, Noruega, Suecia), aunque en el mercado americano no consiguió despuntar apenas (tan solo alcanzó el puesto 82).

Como decíamos al inicio, esta canción ha llegado a considerarse el himno no oficial de Australia y, en consecuencia, su intérprete, John Farnham, the voice más popular de su país.

“You’re the Voice” cambió definitivamente la vida de John Farnham para bien, consiguiendo relanzar su carrera y convirtiéndolo en todo un ícono nacional en su país. Tanta es su importancia que no ha dudado en jugar con ese título para dar nombre al primer biopic autorizado sobre su persona, Finding the Voice (2023), que os animo a visualizar si queréis profundizar sobre la historia de este artista.

La letra y su interpretación

Pasamos a continuación a dar nuestras impresiones sobre la letra de “You’re the Voice”, un tema de estructura sencilla en el que predomina la repetición exagerada del estribillo dado su carácter hímnico y la fuerza perseguida de su mensaje. Este recurso de la reiteración nos habla mucho de la intencionalidad de su composición, el llegar de forma clara y rápida a instaurarse en la memoria colectiva, creando un lema con el que empatizar fácilmente.

En una primera estrofa apreciamos claramente el carácter pacifista del tema y cómo nos quiere hacer reflexionar sobre la absurdidad de los conflictos entre humanos.

«We have the chance to turn the pages over / Tenemos la oportunidad de pasar página
We can write what we want to write / Podemos escribir lo que queramos
We gotta make ends meet, before we get much older / Tenemos que conseguir sobrevivir antes de envejecer más
We’re all someone’s daughter / Todos somos la hija de alguien
We’re all someone’s son / Todos somos el hijo de alguien
How long can we look at each other / ¿Por cuánto tiempo más podremos mirarnos
Down the barrel of a gun? / por el cañón de una pistola?»

Sin más dilación que esta breve estrofa se encara ya el estribillo, que iremos viendo se repite hasta la saciedad.

«You’re the voice, try and understand it / Tú eres la voz, intenta entenderlo
Make a noise and make it clear / Haz ruido y déjalo claro
Oh, whoa
We’re not gonna sit in silence / No vamos a quedarnos sentados en silencio
We’re not gonna live with fear / No vamos a vivir con miedo
Oh, whoa»

Vamos a por la segunda estrofa, un ensalzamiento de nuestra propia fuerza como ser humano y todo un alegato a favor de la unión entre nosotros para conseguir el cambio. La apuesta por la sencillez lírica predomina, transmitiendo el mensaje en tan solo tres frases y recurriendo a la repetición de las cuatro restantes ya mostradas en  la primera estrofa.

«This time, we know we all can stand together / Esta vez podemos estar de pie juntos
With the power to be powerful / Con el poder de ser poderosos
Believing we can make it better / Creyéndonos que podemos hacerlo mejor
Ooh, we’re all someone’s daughter/ Todos somos la hija de alguien
We’re all someone’s son / Todos somos el hijo de alguien
How long can we look at each other / ¿Por cuánto tiempo más podremos mirarnos
Down the barrel of a gun? / por el cañón de una pistola?»

Encaramos de nuevo el estribillo para no perderlo de vista:

«You’re the voice, try and understand it / Tú eres la voz, intenta entenderlo
Make a noise and make it clear / Haz ruido y déjalo claro
Oh, whoa
We’re not gonna sit in silence / No vamos a quedarnos sentados en silencio
We’re not gonna live with fear / No vamos a vivir con miedo
Oh, whoa»

Y pasamos a continuación a escuchar la perla de la canción, un solo de gaita que fue sugerido por el mismísimo John Farnham, fan de la banda paisana AC/DC, quienes la usaron en su tema “It’s a Long Way to the Top (If You Wanna Rock’n’Roll)” y en la cual se inspiró. Atención que este hecho parecerá simplemente una anécdota, pero hubo que cambiar el tono de todo el tema que ya estaba escrito para poder acoplar este singular instrumento que se afina en Si bemol de forma natural.

Y ya para terminar, tras la repetición de la segunda parte de las estrofas, se encadena una tras otra vez (hasta cuatro) el estribillo hasta la finalización del tema.

«Ooh, we’re all someone’s daughter
We’re all someone’s son
How long can we look at each other
Down the barrel of a gun?

You’re the voice, try and understand it
Make the noise and make it clear
Oh, whoa
We’re not gonna sit in silence
We’re not gonna live with fear
Oh, whoa

You’re the voice, try and understand it
Make a noise and make it clear
Oh, whoa
We’re not gonna sit in silence
We’re not gonna live with fear
Oh, whoa

You’re the voice, try and understand it
Make a noise and make it clear
Oh, whoa
We’re not gonna sit in silence (we’re not gonna sit in silence)
We’re not gonna live with fear (we’re not gonna live with fear)
Oh, whoa

You’re the voice, try and understand it
Make a noise and make it clear
Oh, whoa
We’re not gonna sit in silence
We’re not gonna live with fear
Oh, whoa»

Como decíamos, la sencillez en estructura y mensaje (a través de la repetición) son claves para hacer de este tema un himno fácil de recordar y fijar en la memoria colectiva.

Sobre la instrumentación en «You’re the Voice»

Si algo resalta en cuanto a la instrumentación utilizada en el tema que nos ocupa es el uso desmesurado de los sintetizadores. Se utilizaron de varios tipos, pero sin duda el más destacado fue uno denominado Fairlight, oriundo de Australia, que imitaba el sonido de un portazo de un coche y que sirvió como base rítmica del tema. Además de ellos, los samplers tuvieron un gran protagonismo, creando diversos efectos de sonido. Ya hemos comentado con anterioridad  la excentricidad de incluir la gaita en el solo del tema, sin duda un punto a su favor que ha pasado a ser uno de sus sellos distintivos.

El tema se inicia con una rítmica marcial que poco augura los derroteros power ballad que va a tomar a continuación. La voz de John Farnham empieza contenida, y no es hasta el estribillo que se desata mostrando todas sus cartas alcanzado los altos tonos que le caracterizan. Los maravillosos coros que le acompañan no hacen nada más que reforzar la sensación hímnica de esos poderosos estribillos que se engrandecen cada vez que entonan los recurrentes whoa whoa whoa de manera conjunta junto a nuestro artista, a los cuales vamos a dedicarle un pequeño capítulo aparte para profundizar sobre su uso.

El poder hímnico del whoa whoa whoa, yeah yeah yeah, mmm mmm mmm, la la la, oe oe oe, na na na y similares

Si algo caracteriza a los denominados himnos es su capacidad de traspasar fronteras y llegar a todo tipo de público sin distinción. Y qué mejor que utilizar un idioma común para hacer que esto sea posible de una forma sencilla e instantánea, una especie de esperanto sonoro que cualquier persona pueda reconocer y reproducir sin dificultad independientemente de su lengua materna. Para ello podemos echar mano de esas muletillas tan socorridas que todos hemos berreado en infinidad de ocasiones del tipo whoa whoa whoa, yeah yeah yeah, mmm mmm mmm, la la la, oe oe oe, na na na y similares. La música contemporánea está plagada de ellas, y tanto te pueden ayudar a arrancar un tema por todo lo alto, como aparecer en un estribillo potenciando su carácter hímnico, como generar una canción por sí solas (como el recurrente oe oe oe de todo final de concierto que se precie).

Vamos allá con algunos ejemplos a bote pronto (más allá del whoa whoa whoa que nos ocupa tan omnipresente en “You’re the Voice”), los cuales, como podréis comprobar, abarcan todos los géneros musicales imaginables: “The Edge of Forever” de Wham, “Mmm Mmm Mmm Mmm” de Crash Test Dummies, “Land of a Thousand Dances” de Ted Nugent, “La, la, la” de Joan Manuel Serrat, “Live is Life” de Opus o “Can’t Get You Out of my Head” de Kylie Minogue. Y seguro que, si siguiéramos comiéndonos la cabeza, daríamos con infinidad más.

Las versiones

Para acabar el repaso a este tema vamos a fijarnos en la cantidad de versiones que existen, señal inequívoca de que su transversalidad ha alcanzado a muchos y variados artistas que han encontrado en él una fuente de inspiración para llevarlo a su terreno y rendir su correspondiente homenaje. Resulta curioso comprobar que, en muchos casos, estas versiones han sido incluidas en discos grabados en directo, lo que refuerza, una vez más, la obviedad de que “You’re the Voice” resulta ideal para generar comunión con un público ávido de sentirse identificado con la letra de una canción la cual corear a pleno pulmón.

Os dejamos un par de enlaces por aquí de las formaciones Heart y Blind Guardian a modo de ejemplos, pero os recomendamos encarecidamente le echéis una oreja al resto de versiones si el tema es de vuestro agrado y os pica la curiosidad por saber cómo se han manejado con él personajes tan singulares y dispares como Jorn, Alan Parsons, Erik Grönwall o Tommy Johansson.

El mismísimo John Farnham no ha dudado tampoco en versionarse a sí mismo grabando sonados duetos del tema junto a Celine Dion, Olivia Newton-John, Coldplay y Tom Jones.

Lo que ha dado de sí ”You’re the Voice”…

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Sobre Susana Masanés 181 Artículos
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!