![Jessie Williams 2024](https://www.scienceofnoise.net/wp-content/uploads/2025/02/Jessie-Williams-2024.jpg)
Ankor se ha convertido en una de las bandas más dinámicas y versátiles del metal estatal, fusionando estilos con una energía arrolladora. Su nuevo disco, Shoganai (2024) así lo indica.
Hemos aprovechado su inicio de gira europea para charlar con su vocalista, Jessie Williams, sobre la evolución del grupo, la importancia de la identidad musical y los desafíos de la escena actual. Desde su crecimiento internacional hasta el proceso creativo detrás de sus temas más recientes, nos da una visión cercana de lo que significa ser parte de Ankor.
Jessie nos explica cómo la banda afronta la composición de su música, la conexión con sus fans y la manera en que han logrado llevar su sonido a un público cada vez más amplio. También hablamos sobre la escena actual, el papel de las redes sociales en su crecimiento y lo que podemos esperar de Ankor en el futuro. Recordad que los podremos ver el próximo 21 de febrero en [La 2] de Apolo.
Hola, Jessie, ¿qué tal? Soy Joan, de la revista Science of Noise, y además un gran fan vuestro, así que para mí es un placer poder charlar un rato contigo.
¡Hola, Joan! Encantada, muchas gracias.
Bueno, ¿cómo estáis? Imagino que estaréis superliados preparando el inicio de vuestra inminente gira.
Sí, la verdad es que estamos liadísimos, ya que, aunque parezca que no, en una gira hay muchas cosas que organizar: desde hablar con promotores hasta gestionar el alquiler del autobús, pasando por un abanico gigante de cosas, así que sí, es bastante faena, pero estamos muy contentos y con muchas ganas de empezar.
Ya me imagino. Me gustaría entrar a fondo en todo este asunto de la gira, pero si te parece vamos a empezar un poco por el principio. He estado haciendo los deberes y veo que, aunque para algunos podáis ser una banda nueva, ¡Ankor en sí se formó en 2003! ¿Cómo definirías o resumirías vuestra trayectoria?
Yo diría que somos un grupo que mezclamos todas las cosas que nos gustan en un frasco y lo juntamos todo. De ahí sale, por ejemplo, que en este último álbum haya siete canciones muy distintas entre ellas. Mezclamos todas las influencias que tenemos, todas las cosas que nos gustan, sin miedo a hacerlo.
Precisamente, este pasado octubre lanzasteis el último tema de vuestro disco, Shoganai, con el que cerráis el ciclo de publicaciones en formato single de todos los temas del álbum. A mí personalmente me ha flipado, y tuve la suerte de poder hacer una reseña para Science of Noise, así que ¡enhorabuena por este pedazo de álbum! ¿Cómo surgió la idea de sacar el disco por «capítulos» y de qué manera se ha llevado a cabo?
La idea del álbum nació porque vivimos en una época en que rara vez alguien se escucha un disco de principio a fin, si es que queda alguien que todavía lo haga. Puede pasar que un grupo saque un disco con 15 temas y, por supuesto, los más fans los escucharán, pero mucha gente irá directamente a los singles, los videoclips, los temas que salgan en redes sociales… Escucharán esos temas, los añadirán a playlists, pero difícilmente escucharán el resto del disco. Y es por eso que nosotros queríamos que todas las canciones fueran importantes: queríamos explicar una historia detrás de cada canción y que ninguna de ellas cayera en el olvido. Y creo que ha funcionado, ya que la mayoría de la gente ha escuchado esas siete canciones, y en los conciertos eso lo notamos un montón. No queríamos tocar en directo ciertos temas que el público ni haya oído. Pero creo que hemos atrapado a bastante gente presentando cada canción como un capítulo. Además, eso también influyó en nuestra perspectiva, ya que estamos acostumbrados a componer un disco y tener que grabarlo antes de una fecha en concreto, lo que hace que acabes haciéndolo con prisa y, aunque te guste, quizá haya ciertas cosas que con más tiempo hubiéramos hecho distintas. En cambio, aquí hemos tenido el tiempo suficiente para que cada canción madure el tiempo que necesite.
Bueno, como te comentaba, me he puesto las pilas y he estado investigando, y he visto que, en contra de lo que creía en un principio, Ankor es una banda de Tarragona. ¿Es así? ¿Estáis afincados en Tarragona?
No todos. Los chicos, David, Fito y Julio, son de Tarragona. Yo nací en Bristol y pasé varios años viviendo en Barcelona, pero cuando entré en Ankor me mudé a Tarragona. Ahora mismo estamos un poco repartidos: tenemos a un miembro en Girona, otro en Tarragona, David y yo vivimos cerca de Barcelona, y Eleni en Atenas. Estamos más repartidos, pero el grupo en sí nació en Tarragona.
Nuestra generación parece que vive pendiente de las redes sociales, y hubo una época en que me salían vídeos vuestros a todas horas, creo que cuando publicasteis «Darkbeat». ¿Qué importancia le dais a las redes sociales como medio para promocionarse? Entiendo que el método habrá cambiado en comparación con años atrás.
Las redes sociales están influyendo muchísimo hoy en día. Obviamente, tienen sus cosas negativas, pero es una herramienta fantástica para compartir música al instante, y a nosotros nos ha ayudado mucho, aunque en lo personal no somos unos grandes amantes de ellas [risas]. Aunque para el grupo va muy bien, y ahora, por ejemplo, nos estamos poniendo un poco las pilas con TikTok, que para mí es un misterio total. Hubo una canción de Bring Me the Horizon, «Can You Feel My Heart», que se hizo viral hace dos años, aunque el tema en sí es mucho más antiguo. Al final se trata de eso, ¿no? De repente alguien pone un vídeo con tu música y la canción se viraliza aún más. Así que sí, para mí es un misterio, pero sí que es verdad que puede llegar a ser muy útil.
A todo esto, os vi en el Resu del año pasado y tremendo bolo el que disteis. En la lista que hicimos los colegas estáis en nuestro top 5 de conciertos. Me gustó la potencia que tenéis en directo, porque a veces grupos que tienen bases electrónicas en sus temas no las disparan en directo y eso les hace perder fuerza. ¿Cómo gestionáis este aspecto y qué importancia le dais a ser fieles al disco en vuestros directos?
El tema de las bases electrónicas es un elemento muy importante de nuestros temas, precisamente. Por ejemplo, en «Darkbeat», que comentábamos antes, creo que si le quitas las partes electrónicas quedaría un tema completamente destino. Por eso yo soy cien por cien partidaria de utilizar esas herramientas. Sí que puede haber gente más old school, que escuche electrónicas disparadas y piense: «Esto es todo ordenador, ¿no?», aunque realmente no sea del todo así. Simplemente es un elemento añadido a lo que está tocando el grupo en ese momento. Pero sí, nos gusta ser lo más fieles posible a lo que hemos compuesto en los discos. También me pasa como oyente, que cuando voy a un concierto me gusta oír lo más parecido a lo que he escuchado en el disco; si se quitaran elementos importantes, a mí me costaría.
No sé si me meto en un jardín con este tema, pero he visto una evolución de la banda los últimos, digamos, cinco o siete años hacia algo que llame más la atención a las nuevas generaciones. También hay gente que dice, casi con orgullo, que ya no se hace música como la de antes, que el metal de ahora ya no es metal, y que todo lo relacionado con el metal cada vez tiene menos adeptos. ¿Estáis de acuerdo?
Pues yo creo todo lo contrario, precisamente. A mí me encanta la época de metal que estamos viviendo ahora, la verdad. Aunque también es cierto que, aunque no tengo nada en contra, nunca he sido de metal clásico. Yo era más tirando a emo, escuchaba grupos como My Chemical Romance y similares. Mi primera incursión en el metal fue Asking Alexandria, que precisamente mezclaban metalcore con música electrónica. Ahora mismo creo que estamos en un momento maravilloso en el metal, en el que se mezcla con estilos más ligeros, haciéndolo más asequible para todos los públicos, incluso para gente que no esté tan enganchada a este género. Por ejemplo, un grupo como Bad Omens podría gustar perfectamente a alguien que no escuche metal en su día a día. Y a mí me parece supercurioso, ya que en Ankor nos ha pasado algo parecido, de encontrarnos fans que vienen a nuestros conciertos y nos dicen que no escuchan metal; que escuchan Ankor, pero no metal. Por cosas como esta creo que estamos en un gran momento, en el que el metal se está expandiendo cada vez más. Creo que es algo natural que tiene que pasar, ya que todo evoluciona, la música en sí evoluciona, en cualquier estilo. Todo cambia, y oye, nadie nos dice que quizá dentro de treinta años el metal pueda ser algo totalmente diferente a lo que es ahora, ¿no? Además, hoy en día parece que todo está ya inventado, así que lo que nos queda ahora es fusionar y mezclar estilos. Por eso me encanta que se mezcle el metal con elementos más pop, quizá con electrónica, y en general hacerlo más asequible para todos los públicos.
Estoy de acuerdo contigo. Además, tengo la suerte de tener un oído agradecido, en el que tienen cabida casi todos los estilos de música. Y hablando de evolución, un tema sobre el que siempre me encanta debatir: hay bandas que se mantienen fieles a su estilo desde el minuto cero y otras que viven en constante evolución. ¿Qué opináis vosotros?
Supongo que hay muchos grupos que siguen haciendo lo mismo sin arriesgar, quizá por comodidad, o por miedo, o quizá para que su fanbase no les dé de hostias [risas]. Eso puede pasar, porque a Bring Me the Horizon, por ejemplo, cuando cambiaron de estilo, que venían de ese metalcore más genérico, cuando cambiaron a lo que hacen ahora muchísima gente les dio mucho. Pero el público que han ganado después de eso es muchísimo más que el que les dio en ese momento. Por eso yo creo que hay que arriesgar; incluso creo que es divertido arriesgar. Así que bueno, nosotros seguiremos haciéndolo, desde el respeto hacia la gente que no lo haga. Lo mismo pasa con los oyentes, también hay a quienes les gusta un estilo y solamente un estilo. Y en referencia a lo que comentabas, de escuchar música de todos los estilos, nosotros lo mismo. De hecho, te diré que de lo que menos escuchamos es metal. Escuchamos muchas bandas sonoras, escuchamos k-pop, j-rock, y mil estilos variados. Es precioso poder escuchar tanta música y que te guste tanta cosa, porque la vida es muy variada y es genial poder disfrutar de todos los matices que tiene. También te digo que en los conciertos, por ejemplo, cuando acabamos, suena la outro, nos hacemos la foto con el público…, normalmente ponemos alguna canción electrónica que sea superfiestera, y los metaleros se vienen arriba, ya te lo digo. Los que más, ¿eh? [risas].
Charlemos sobre la composición. A mí vuestro último disco me encanta, y tirando hacia atrás, he notado una evolución brutal entre el estilo que hacíais al principio y este último álbum. ¿Hay alguien en la banda que se encargue principalmente de las composiciones? ¿O componéis entre todos?
Normalmente sí que es verdad que es un trabajo de equipo y todos tenemos ideas, por lo que el primer paso es juntar ideas. Nuestro bajista envía cosas, nuestro guitarrista envía cosas y nosotros en casa ponemos las ideas. Muchas veces es David quien elabora la base de la canción. Tenemos la suerte de que es muy trabajador, y no le importa si le dan las tres de la mañana y aún no se ha levantado del ordenador. También es quien se encarga de dirigir, grabar y editar todos los videoclips. Luego viene el tema de las letras; normalmente soy yo quien se encarga, aunque Fito también hace bastante y me ayuda. Al final es eso, un poco trabajo en equipo, pero la persona que más curra es Fito sin duda, ya no solo en cuanto a componer, sino en todo en general.
Siguiendo la línea de la composición, ¿hay algún grupo espejo en el que os queráis sentir reflejados? ¿Cuáles son vuestras influencias como banda?
Yo creo que no hay ningún grupo que sea una influencia directa a la hora de componer. Como escuchamos tantas cosas, no hay una banda de la que pensemos «Queremos sonar así», sino 30 grupos que nos gustan un montón, de los que tenemos influencias y, una vez captado todo, mezclamos cosas. Sí que podría haber más en el tema de la producción, sonido, grabación… En ese sentido, si tuviera que nombrar a una banda, podría ser Falling in Reverse, por ejemplo. Creo que no se puede sonar mejor que ellos.
Nos plantamos ya en el 2025, cinco años después de la pandemia. ¿Cómo os afectó todo eso en su día? ¿Tuvisteis que cancelar fechas? ¿Os pilló componiendo? ¿Crees que todo eso ya quedó atrás o algo ha cambiado desde entonces?
La parte buena fue que nos pilló viviendo juntos a David, Fito, su pareja y yo en una casa muy grande en medio de la montaña, y tuvimos mucha suerte, ya que estábamos apartados del mundo, teníamos un jardín grande al que salir y pudimos trabajar mucho y acompañarnos unos a otros. También hubo una parte mala, por supuesto: teníamos una gira en junio con Infected Rain por Europa, unas 30 fechas, que obviamente tuvimos que cancelar. Fue una lástima, porque en ese momento era una gira que nos podría haber ido muy bien. Pero bueno, ¡que todo sea eso! Todos pasamos por momentos complicados en pandemia.
El primer cuarto del 2025 os lo vais a pegar girando y presentando el Shoganai, pero no es la primera gira grande que hacéis, desde luego. ¿Cómo lleváis lo de girar tanto tiempo?
Para Sergio y para mí es superfácil, ya que siendo pareja no nos echamos de menos el uno al otro [risas]. Realmente también, si lo piensas, comparado con el tiempo que luego estamos en casa, un par de meses no es tanto. Además, nos encanta girar, no lo cambiaríamos por nada, pero sí que es verdad que para nosotros es sencillo. Ahora, si le hicieras esta pregunta a nuestro bajista, que tuvo una niña hace un par de años, claro, para él es más complicado. Aunque se hagan videollamadas cada día, echa de menos a la familia, claro; para él es más difícil. Pero, como te comento, para mí es fácil. Quizá a otras personas se les haga más bola todo, pero a mí me encanta estar de gira, no se me hace pesado para nada. Eso sí, luego, cuando vuelvo casa después de haber estado más de un mes y medio de gira, nadie me puede sacar de allí [risas].
Vamos a mirar un poco hacia delante. Imagino que ahora mismo estaréis supercentrados en la gira, pero ¿qué planes tenéis para el futuro? Sois una banda de las que ya van preparando nuevo material mientras giran? ¿O vais más sobre la marcha?
Sí, de hecho ya estamos trabajando en música nueva. Nunca dejamos de trabajar; es increíble, ya que nunca hay periodos en los que no haya algo que hacer en el grupo. En esta próxima gira seguramente también sigamos componiendo. De hecho, Shoganai se llama «Miniálbum vol. 1», ya que la idea es seguir trabajando con diferentes volúmenes, esperamos que este mismo año. Queremos que, una vez más, cada canción sea completamente distinta, y eso tiene su trabajo.
Entiendo que no todo habrá sido fácil para vosotros, para llegar donde estáis en este momento. ¿Qué consejo le daríais a las bandas emergentes que tan difícil lo tienen para hacerse un hueco en la escena?
Bueno,es posible que haya gente que se centre en sacar un buen tema o un buen álbum y ya está, y eso es arriesgado. Como banda, tú puedes sacar un disco que sea un 10, pero quizá por falta de promoción no llegas a darte tanto a conocer como mereces. Mi consejo sería no dejarlo ahí, no parar, sino seguir trabajando, hacer que la gente conozca la música que haces, ya sea planeando conciertos, moviéndote por redes… Nosotros ahora trabajamos con una agencia para los conciertos, pero hasta hace dos años esto no era así. Cuando teníamos que montar conciertos o giras lo hacíamos todo nosotros. Y, claro, muchas veces hemos pringado. Hemos tocado en conciertos con poca gente, pero no pasa nada; a lo mejor en el siguiente habrá más. Hay que seguir pensando en que la siguiente gira será mejor, y poco a poco irse dando a conocer. El consejo sería la perseverancia, que es muy típico, pero es así. Es no parar; aun cuando no haya la motivación suficiente, hay que seguir y picar piedra constantemente.
¡Muchísimas gracias por tu tiempo! Ha sido un placer. ¡Nos vemos el próximo 21 de febrero en [La 2] de Apolo!
Muchas gracias a vosotros por todo. ¡Nos vemos!