Los canadienses Deviant Process han necesitado cinco años en preparar y publicar el sucesor de su notable debut Paroxysm (2016). Quizás demasiado tiempo dista entre ambos trabajos en un momento crucial, pero su reciente fichaje por Season of Mist y la reedición de su debut bajo el apadrinado del sello, les vuelve a situar en la rueda de la fortuna.
Una rueda que empezó a girar en 2016, pues su debut agradó y mucho en el círculo del metal extremo con esa propuesta tan compleja que sitúa a la banda en la linea divisoria entre el death metal progresivo y el técnico. Quizás la banda que más se asemeja a ellos es la también canadiense Beyond Creation, o incluso los alemanes Obscura tienen cierto parentesco. Para que los lectores entren en contexto.
Ahora, la banda capitaneada por Jean-Daniel Villeneuve, nos presenta un ambicioso y complejo segundo disco titulado Nurture. Y lo primero que podemos ver es que suena de forma magistral. Se nota que detrás de ellos hay un sello grande y que la banda se ha limitado a componer y crear nuevo material. La producción a cargo de François C. Fortin es genial.
Musicalmente, todas y cada una de las piezas que conforman Nurture rallan a un nivel increíble. El elenco de compositores se muestran poderosos en cada una de sus funciones y la complejidad técnica de cada una de sus labores es sumamente interesante. Nada chirría, todo encaja bajo el más fino trabajo de death metal.
Los guturales y derivados suenan de maravilla, Villeneuve tiene un muy buen registro que, aún siendo ininteligibles, logran conectar con el espectador. Los cambios constantes de ritmo y la introcción de sonidos variados junto a pasajes más melódicos me recuerda mucho a Between the Buried and Me, salvando distancias evidentemente.
Nurture es posiblemente el trabajo más inspirado dentro del mundo y submundos del death metal de este curso. Deviant Process se reafirman como una de las bandas con más proyección y, como es habitual, Season of Mist vuelve a dar en el clavo con sus inversiones de futuro inmediato.