Con ya 23 años a sus espaldas, Aborted solo han hecho que ir ascendiendo escalones en una carrera muy sólida, con un punto de inflexión que se produjo tras la salida de su disco más flojo Strichnine.213 (2008), que resultó bastante decepcionante tras unos trabajos más que dignos. A partir de ese momento, el bueno de Sven ha podido mantener una formación constante con algún que otro cambio. Lo bueno de estos belgas es que a pesar de tanto cambio siempre han mantenido una identidad en su sonido y en su manera de trabajar sacando casi cada dos años un disco y entre medio algún single o EP, vamos, que no paran de sacar material y trabajar por y para la música.
Este Terrorvision es su décimo disco y lo podríamos resumir en una sola palabra: INTENSIDAD. Sus anteriores trabajos Retrogore (2016), The Necrotic Manifesto (2014) y Global Flatline (2012) me parecieron auténticos trallazos y difíciles de superar pero lo han vuelto a hacer. Además, para la ocasión y como han hecho anteriormente, se han rodeado de grandes vocalistas tales como Seth Siro Anton de Septicflesh, Julien Truchan de Benighted y Sebastian Grihm de Cytotoxin que dotan a las canciones de otros matices, pero la voz de Sven es la protagonista indiscutible.
El disco empieza con una misteriosa introducción que da paso a la canción «TerrorVision» de la cual presentaron un genial video lyric. Pura brutalidad con unas guitarras impresionantes, añadiendo elementos nuevos y una batería totalmente destructiva. Su inicio es pura locura recordando a grupos de black metal aunque se aprecia, como siempre, ese halo a lo Carcass, indiscutible principal influencia de ellos. Como he dicho antes es un disco muy intenso que te mantiene atento al desarrollo del mismo con momentos muy majestuosos. En esta canción aparece la profunda y característica voz de Seth Siro. Genial solo y sobre todo su parte final con un gran trabajo a las voces.
Con «Farewell to the Flesh» sigue la fiesta de velocidad, casquería y destrucción. Canción muy adictiva para no parar de mover la cabeza al son de los blast beats y ese doble bombo acelerado hasta cotas inhumanas gracias a la maestría de Ken Bedene, que lleva demostrando sus virtudes desde el año 2010. Cambios de ritmo radicales y agresivos se van sucediendo de forma tan orgánica detectando el gran mimo que han puesto en la composición con momentos realmente memorables.
Otro single que nos adelantaron en forma de vídeo a principios de este mes de septiembre fue «Vespertine Decay», otra canción muy bien construida repleta de detalles y otras influencias. Con poco más de seis minutos de duración es la más larga del disco con un inicio muy épico y rabioso. Un desarrollo bastante típico de los belgas pero que para nada aburre. La producción es espectacular, tanto la del disco como la de los vídeos que han realizado y es que se nota cuando tienes un sello como Century Media a tus espaldas manejando elevados presupuestos, pero vamos, los chavales se lo curran y se lo merecen.
«Squalor Opera» es un trallazo que te deja sin respiración, primer adelanto que nos ofrecieron y que hizo elevar el hype que pudiera tener. Esa voz tan peculiar de Sven se te clava en la sesera sin poder hacer nada, escupiendo incesantemente sus frases. Tremenda canción.
¿Queréis más velocidad? Pues venga, «Visceral Despondency» es una lección de como empezar una canción a todo trapo, sin contemplaciones y directa. Pero vamos, que toda ella es una pasada, con unas partes muy pomposas rozando como decía antes el black metal sinfónico pero que no desentonan para nada.
En «Deep Red» el protagonista es el doble bombo y unos riffs vacilones que avanzan como un ejercito dispuesto a destruirlo todo. Pero como estos chicos no se pueden estar quietos no dudan en repartir blast beats y tupa-tupas por doquier. En su parte intermedia se ponen en plan machacón sonando algo más clásicos.
«Exquisite Covinous Drama» es técnica, retorcida, épica y majestuosa, adjetivos que ya he usado antes pero es que son perfectos para definir lo que nos ofrecen Aborted en este nuevo e impresionante disco. Le sigue «Altro Infierno» y me aventuro a decir que es una de las mejores canciones de todo el plástico. El tratamiento de las guitarras y los riffs que construyen, además de dar algo de protagonismo al bajo, le hacen tener muchos puntos para ser una clásica en sus directos. Y bueno, todo lo que toca la temática infernal me fascina.
Ya vamos llegando al final del disco con dos autenticas joyas. La primera es «A Whore D’oeuvre Macabre» que directamente te destruye ya las pocas neuronas que te quedan vivas, menudo trallazo. Y termina con la misteriosa y enorme «The Final Absolution», una canción ideal para dar cierre a este gran disco que no decepcionará a ningún fan del grupo y tampoco a cualquiera que se acerque por primera vez al death metal de estos belgas locos. Los tendremos en una gira impresionante en el mes de noviembre y no me los voy a perder por nada, ¿y vosotros?