Abysmal Dawn – Philogenesis

Tras seis años de silencio y con cambios en la formación regresan a la palestra los californianos Abysmal Dawn con su líder y único miembro desde su fundación Charles Elliot a la cabeza para presentarnos su quinto disco. Philogenesis es un paso más en su carrera y un salto de calidad impresionante, sobre todo en la producción que es absolutamente aplastante, cristalina, poderosa y potente. Él mismo junto a Mike Bear se han encargado de la producción y mezcla del mismo consiguiendo un gran resultado.

¿Qué nos vamos a encontrar? Pues un death metal meticuloso y preciso como si de una máquina perfectamente engrasada puesta en su modo quirúrgico al máximo intentara penetrar hasta la más profunda de nuestras neuronas en un alarde de técnica al servicio de la canción y no por simple onanismo. Con influencias de Aeon, Hate Eternal, Aborted y Nile por nombrar unos pocos nos ofrecen 38 minutos de puro disfrute sonoro en el cual brillan todos los instrumentos por igual aunque cabe destacar el gran trabajo en las voces y en los solos que son todos exquisitos.

Tras la primera canción que nos pone en posición nos encontramos con la intensa y brutal «The Path of the Totalitarian» en la que, como he dicho antes, destacan la líneas vocales. Elliot escupe con rabia y de forma meticulosa cada una de las palabras mostrándonos una agresividad inusitada. En la siguiente «Hedonistic» nos muestran una faceta diferente y aquí nos tenemos que fijar en el trabajo del batería James Coppolino que demuestra una gran técnica y un gran abanico de recursos. En esta canción aunque van a toda castaña en muchas partes nos ofrecen otras con mucho más groove recordando a grandes grupos de death metal de finales de los 90 y principios de 00.

Vuelven machacones y muy vacilones con «A Speck in the Fabric of Eternity» desatando la locura con riffs y ritmos en una genial y curiosa mezcla entre el groove de Decapitated y la velocidad de Vader (ambos polacos), una influencia que se nota en varias canciones. ¡Cómo suena el bombo, redios! Subid el subwoofer y ya veréis como os despeina, si tenéis pelo, claro.

«Coerced Evolution» es una de mis preferidas con esas guitarras entrecortadas y un ritmaco con el que no podrás evitar mover las cervicales. Enrevesados y delirantes cambios que nos llevan hacia el mismo abismo adornado de nuevo por unos brillantes solos. Hay partes más técnicas y aceleradas que nos pueden recordar a Anata o Spawn of Possession pero sin llegar a sus cotas de complejidad.

Siguen más directos y a por faena con «True to the Blind» donde las dinámicas están muy bien conseguidas pero es en «Soul-Sick Nation» que nos demuestran que han venido para quedarse y nos pasan por encima como si de un tanque alemán se tratara. ¡Qué gustazo!

La canción épica no puede faltar en un disco como este y la encontramos en «The Lament Configuration», la canción más larga y que en la edición normal lo cierra de manera espectacular. Aquí van más a medio tiempo regalándonos partes más calmadas pero no exentas de brutalidad y mala leche. Vuelven con riffs técnicos y complejos. Y no quiero perder la oportunidad de hablar sobre el bajo, ya que Eliseo Garcia hace un genial trabajo tanto con las frecuencias graves como con los coros.

Si os hacéis con la edición en digipak o cassette os llevaréis de regalo una genial versión de la canción «Flattening of Emotions» de los grandes Death a la que le han dado su toque personal pero manteniendo la esencia de la original, eso sí, parece que aumentando un poco las revoluciones. Y es que cuando una canción es perfecta es mejor no modificarla mucho.

Un disco muy sólido, bien compuesto y excelentemente ejecutado que los debería de llevar a posiciones más elevadas en el panorama del metal extremo si es que todavía había algún tipo de duda.

Robert Garcia

Death, thrash, djent, dark, progresivo, doom, black, experimental, jazz, clásica, electrónica… La música me mantiene vivo, es una droga que da sentido a este extraño sueño llamado vida. Músico autodidacta, guitarrista, cantante y enfermo de escuchar y escuchar música sin parar.