Accept – Restless and Wild: 40 años de la consagración del grupo y del nacimiento del speed metal

Ficha técnica

Publicado el 4 de octubre de 1982
Discográfica: Brain Records
 
Componentes:
Udo Dirkschneider - Voz
Wolf Hoffman - Guitarra
Herman Frank Jr. - Guitarra
Peter Baltes - Bajo
Stefan Kaufmann - Batería

Temas

1. Fast as a Shark (3:46)
2. Restless and Wild (4:13)
3. Demon's Night (3:25)
4. Ahead of the Pack (4:19)
5. Shake Your Heads (6:04)
6. Neon Nights (3:43)
7. Get Ready (4:29)
8. Flash Rockin' Man (4:29)
9. Don't Go Stealing My Soul Away (3:17)
10. Princess of the Dawn (6:17)

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“Te diré de ese disco que fue un disco en el que estuvimos muy inspirados todos, especialmente en la canción ‘Fast As a Shark’, pues mucha gente nos decía que era la primera canción de speed metal de la historia. En ese disco hay muchísimas grandes canciones como las clásicas ‘Princess of the Dawn’. Un gran disco que supuso subir un peldaño hacia arriba para Accept llegando a hacernos bastante más famosos.” (Udo Dirkschneider)

Voy tarde con este disco, pero… no me puedo resistir a escribir un poco sobre esta maravilla teutona que llevó a Accept a la altura de la leyenda muy a pesar de que no entraron en listas ni en su momento fue algo trascendente, un hito en nuestra música favorita. El lujo de esta retro-crítica es que hemos podido entrevistar a tres de los protagonistas que salpicarán mis opiniones con sus puntos de vista: Udo, Wolf y Hermann. ¡Casi nada! En exclusiva para Science of Noise.

La producción y el sonido era bastante tosco y el doble bombo no suena tan pulido y presente como en posteriores obras se daría. Hay muchos coros funcionales y las guitarras no son pulidas, pero tanto da… todo eso le da al disco aires de leyenda. El productor no es otro que Michael Wagener, y la gente no lo sabe, pero este alemán fue el primer guitarrista de Accept, pero tuvo que hacer el servicio militar y luego se largó a Estados Unidos a producir a Dokken, pero con Accept ya había hecho sus pinitos en discos como el anterior Breaker.

El disco

“’Fast As a Shark’ sin embargo fue una idea de Stefan Kauffman. De buen principio pensábamos todos: “¿Qué es esto?”, porque claro, fue la primera canción de speed metal de la historia. Cuando salió ese disco con ‘Fast As a Shark’ la mayoría de gente se preguntaba: ‘¿Qué coño es esto?’ (risas).“ (Udo Dirkschneider)

Ai Di Ai Do Ai Da…” que manera de empezar un disco, con una tonada germana schlager que se rompe con uno de esos gritos infernales del pequeño gran hombre que es Udo DIrkschneider y llevar al heavy metal a otro estadio y a otro estilo musical con “Fast As a Shark”. Nace aquí el speed metal con esta tonada atemporal ultrarrápida y pegadiza. En su día, curiosamente se les llevó a relacionar con un supuesto fascismo por los ropajes militares y esa introducción de canción de taberna y de conexiones que se nos escapan. Obviamente todo era humo… Quedémonos con ese solazo con guitarras dobladas y ese estribillo inmortal.

La canción que da título al disco es otra de las más míticas y reconocidas del combo teutón. Udo juega con sus posibilidades vocales y texturas, que en esos tiempos eran variadas y diferentes a casi todo lo que había. Otro estribillo de estadio y un Wolf Hoffman tan efectivo en los riffs como en la composición. Hay la creencia de que Herman Frank nunca tocó en el disco y aparecí en las fotos, pero él nos confirmó que su guitarra está presente y que hay mucha habladuría. Este tema es gloria y los detalles de la batería de Stefan Kaufmann son apabullantes.

“De ‘Princess of the Dawn’ primero fue el riff, y luego la desarrollábamos y decíamos: ‘no queremos continuar con ella’, pero la fuimos desarrollando mientras ya grabábamos el disco Restless and Wil en el estudio. Y mira, finalmente ha sido un clásico absoluto. ¿Qué más puedo decir?” (Udo Dikschneider)

La tercera gran obra maestra es un tema que hace historia y que sigue siendo copiada y citada como una de las más grandes canciones de heavy metal nunca escritas: “Princess of the Dawn”. Esa cadencia hipnótica, esa originalidad manifiesta, esos juegos de guitarra constantes y esa base rítmica que aguanta el tempo y en la que finalmente pasan a ese momento coreable hacen de esta canción una joya atemporal. Pero hay más… ese punteado final en acústicas le da un aire épico potenciado luego por esos coros graves y solemnes.

“¡Claro que toco en ese disco! Si lo escuchas con calma puedes escuchar bien mi estilo como guitarrista. Sí, hay muchos rumores sobre eso, pero ya está todo contado.” (Herman Frank)

La cuarta imprescindible sería “Neon Nights”, otra de las favoritas de los fans y una de esas joyas ocultas que han quedado tapadas por el peso de los clásicos por antonomasia. Hay allí una enorme influencia de los Scorpions de los 70, de la era Uli Jon Roth, volviendo a un desarrollo extenso rematado por un gran estribillo. Wolf empieza aquí a coquetear por vez primera con las andanadas clásicas, que, con el tiempo, serán santo y seña del grupo y una de las grandes aportaciones de Accept al heavy metal.

La vena Judas Priest salta a la palestra con la juguetona “Get Ready”, que suena al sacerdote por los cuatro lados. Efectiva, divertida, pero ahora que habían conseguido un estilo propio, pues claro, es un tema que queda en tercer plano. Te la puedes imaginar cantada por Rob Halford perfectamente. Mismas sensaciones hay en “Ahead of the Pack”, que les quiere poner “delante de la manada”. El tema es muy British Steel, pero aquí sí que el estribillo y la voz de Udo les instalan en el puro sonido Accept que aquí brillaba con luz propia. También el solo de guitarra marca terreno y es esencia pura teutona.

Podríamos hablar de “Shake Your Heads” como otro tema plenamente ochentero, con un Udo que vuelve a intentar acercarse a Halford en los juegos de agudos y graves. Tema hímnico donde los haya y con los vacíos bombos de Kaufmann que suenan desfasados y apagados, pero muy definitorios de una era concreta. Es Hoffman quien vuelve a darle en el solo esos parámetros Accept. Afortunadamente este disco marcaba distancias y poseía personalidad propia, y para ello está otra de las gemas escondidas: “Flash Rockin’ Man”. Corte de directo puro de riffeado constante y pegada.

Hay terrenos abonados para lo más comercial como sucede en “Don’t Go Stealing My Soul Away”, que bien parece un tema destinado a las FM’s de la época, pero Udo rasga tanto su voz que lo aleja de la comercialidad. AL final de todo queda un disco con tres obras maestras, tres temas más muy logrados con toda su personalidad y el resto temas correctos de alma puramente de los 80 y muy Judas Priest.

Veredicto

Restless and Wild es una obra seminal y la demostración de que en Accept había algo que podía ser muy grande. Tomaron influencias de los Scorpions de los 70 (especialmente en los discos anteriores), añadieron el naciente heavy metal de los 80 (especialmente el de Judas) y le dieron todo un sello de personalidad, especialmente por la voz de Udo, totalmente única, y por las guitarras y composición de un Hoffman que cada vez derivaba más hacia lo clásico en los solos.

El resto del grupo eran musicazos de tremenda personalidad y carisma y el productor es otro miembro más. Podría haber sido un disco muy diferente con más medios y por el sonido de la grabación, pero fue un auténtico trallazo que identifica una era. Curiosamente hubo dos portadas, una con la hoguera hecha con las guitarras y otra una toma en directo. Vale la pena tener ambas si eres coleccionista.

Cuando tocaba ‘Fast As a Shark’ lo hacía con la misma pasión que cuando tocaba ‘Balls to the Wall’ o el ‘Princess of the Dawn’. Son las favoritas de la gente, pero hay composiciones a esa misma altura como ‘London Leatherboys’ o ‘Losers and Winners’. Hay muchísimas grandes canciones y discos en Accept.” (Hermann Frank)

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.