Ace Frehley – Origins Vol. 2

Para mucha gente Ace «Spaceman» Frehley es su miembro favorito de Kiss a pesar de que a lo largo de su historia ha tenido bajones, adicciones, locuras y desencuentros con sus ex compañeros. Una reunión ya difícilmente sucederá más allá de alguna cosita puntual en los cruceros de Kiss (donde todo puede pasar). Actualmente combina discos con material propio con estos Origins en los que el astronauta tributa a las bandas que más le han influenciado y nos brinda unas canciones hechas con mucho mimo, capaces de hacerte redescubrir bandas olvidadas. Considero que las versiones es un terreno que en manos de Ace alcanza otro nivel, y sino, escúchate esa estratosférica versión de los Rolling Stones en el Unplugged de Kiss: «2000 Man». Aquí los 12 temas alcanzan un altísimo nivel y de regalo nos incluye una versión del «She» de Kiss. Gran banda, grandes temas y muchos invitados estelares que le dan un plus al álbum. ¡Imposible aburrirte!

«Pensé en las canciones que solía tocar en los clubes cuando tocaba material de otras bandas. Revisé mi colección de álbumes y pensé en las canciones que más me influyeron. Fue divertido elegirlas. Creo que el disco ha quedado muy completo y estoy seguro que los fans lo disfrutarán.» (Ace Frehley)

El mimo con el que está atacada la versión de «Good Times Bad Times» de Zeppelin es muy bonito y fidedigno, especialmente por el sonido de guitarra y los coros. Ace aguanta el tipo bajando varios tonos y añaden un cencerro en la batería de Matt Star. Sorprende especialmente la gran versión del «Space Truckin'» de Deep Purple. Suena de maravilla con ese riff base y con un Ace metiéndose en las botas de Blackmore. Quizá es algo más estridente que el hombre de negro, pero de veras que estamos ante una de las mejores versiones de esta obra, incluido ese solo de teclado de un amigo de toda la vida del guitarrista: Rob Sabino. Tremendo tributo a Eric Clapton con otro inmortal riff como es el de «Politician» con sobredosis de guitarras para emular a Mano Lenta. Cae también el «Lola» de los Kinks bien apoyado por la voz femenina de Lara, la nueva novia del protagonista. La verdad es que toca reconocerle a Ace que lo de las versiones es uno de sus puntos fuertes.

Los grandes riffs de los olvidados Mountain sobresalen en «Never in My Life», con el presente bajo de Alex Salzman y la característica voz de Frehley. Un tema muy goloso para cualquier guitarra. Esas seis cuerdas tan deudoras de Hendrix marcaron una época, y especialmente, a nuestro protagonista. Tenía que caer una de los Beatles y le ha tocado a «I’m Down», todo un logro, pues no es la elección fácil, y se agradece la mucha guitarra que le mete el hombre del espacio, potenciado por la presencia y solo de todo un John 5. Para «Jumpin’ Jack Flash» hay una invitada muy especial a la voz: Lita Ford. Le da un aire muy propio a ese clasicazo, pues si estaban los escarabajos de Liverpool no se podían quedar fuera los Stones. Otra de las más conseguidas. Grande el hecho de rescatar el «30 Days in the Hole» de los Humble Pie con un cantante muy especial: Robin Zander de Cheap Trick. Uno de las grandes objetivos de los discos de versiones es el descubrirte canciones y artistas que desconocías o tenías olvidados. En esta obra eso se cumple con creces.

La más grata sorpresa para un servidor es «Kicks» pues no tenía referencia alguna de esta maravilla de Paul Revere & The Riders, muy en onda The Animals que también participan aquí con «We Gotta Get Out of this Place». Fue una de las primeras canciones que tocó Ace con su hermano en sus principios. Hendrix tampoco se pierde la cita con «Maniac Depression» y con Bruce Kulick a las voces. Inmortal riff y otra buena lección de cómo recrear una pieza del gran maestro de la guitarra. Finalmente ha entrado «She» de Kiss la cual tocaban con la banda de Ace antes de que el mundo se tomara un respiro. Le dan un acabado guitarrero desenfrenado en fade out.

Los orígenes de Ace Frehley se remontan en la noche de los tiempos casi, ¡todos antes de Kiss! En manos del Spaceman hay un lavado de cara y una puesta apunto que les sienta de maravilla e incluso les da una cierta unidad sónica quedando el disco muy equilibrado a pesar de las diferencias entre bandas. Hay gran parte de arqueología en este disco y es justo lo que personalmente esperaba teniendo en cuenta el precedente de el anterior Origins. Toda demostración de rememorar el rock añejo tiene que ser bienvenida. A estas alturas nuestro Spaceman puede hacer lo que le salga de la cola del cometa. No he parado de escucharlo desde hace días y de esto va la cosa, de disfrutar.

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.