Cierra Music World y con su cierre algo de mi se apaga con ellos pues ha sido desde principios de los 90 mi tienda de referencia absoluta. Ubicada en la calle Rosselló 201 y haciendo esquina con la calle Enric Granados estaba cerca de donde yo disfrutaba de mis tiempos de instituto. Cuántas tardes pasé allí rebuscando en las cubetas comprando discos como si no hubiese un mañana… De mi larga colección de 5000 discos unos 3500 han sido adquiridos en esas cuatro paredes.
¿La causa de su desaparición? Técnicamente que no les renuevan el alquiler tras muchas décadas, pero hablando con sus dos amos, José Luís y Carmen, es que tampoco tenían mucha opción a réplica o a contraoferta. Ambos ya llevaban tiempo pensando en la jubilación y en lo de disfrutar de ser abuelos y ya me avisaban años ha de que la cosa tocaba a su fin. José Luís ya tiene edad para jubilarse y a Carmen tampoco le quedaba lejos, pero… que cierre esta tienda, para un servidor, es una auténtica tragedia.
Se despide un lugar mágico que ha aguantado los cambios de modas, el auge de Spotify, la caída en picado de las ventas, y que optaron por sobrevivir ampliando la oferta a la venta de películas. Yo lo que siempre disfruté especialmente era la segunda mano pues allí podías encontrar auténticas joyas de todo tipo, tanto en vinilo como en CD. Ayer mismo hice la obligada visita y vi que muchos de sus fieles se acercan todavía para despedirles y apurar compras, puesto que lo nuevo está al 50% de descuento y la segunda mano lleva un 20% de rebaja.
He sido tan talibán a lo largo de los años que no he recomendado esta tienda a casi nadie ya que me molestaría que alguien se pudiese llevar discos que a mí me interesan, así que con esta pequeña confesión creo que puedo resumir todo mi amor por Music World. Hace unos años el gran Jordi Bianciotto entrevistó a José Luís y pude coincidir con él en la tienda. Merecía Music World una entrevista en un medio generalista tras tantos años en la brecha.
José Luís estuvo en un programa musical en una radio siendo un experto de todo de los 80 para abajo y en los tiempos de vacas gordas Music World llegó a tener hasta tres tiendas en Barcelona, incluyendo una en la mítica calle Tallers, en la que el bueno de José Luís salía a la calle abordando a todo transeúnte con ofertas de discos en el interior. Se ganó el título honorífico de “El loco de Music World”, pero en su locura había un amor enorme para la música.
De todos los momentos allí vivido me quedo con el primero de todos: el hacer cola con mis amigos el día que abrían la tienda. Creo que me pasaré el último día 6 de junio para agradecerles tantos años y cerrar el círculo. Gracias por esos momentos de placer en los que uno se sumerge en las cubetas de discos y se olvida de todo durante una horita.