Muy atrás en el tiempo situamos el asombroso The Call of the Wretched Sea (2006), debut de los germanos Ahab. Piedra angular entorno a la cual girará toda su carrera. La maldición de debutar con una obra maestra crea una ansiedad, una presión añadida. Si bien es cierto que sus posteriores trabajos rozaban la excelencia, ninguno acabó por superar su aclamado y amado debut.
El cuarteto encabezado por Daniel Droste regresa al ruedo tras casi ocho años de silencio discográfico, un silencio truncado solamente hace un par de años con un directo titulado Live Prey (2020). El regreso se ve traducido en el que es su quinto disco de estudio que, como es habitual en ellos, es otro trabajo maravilloso.
The Coral Tombs es el nombre elegido para el disco, título que nuevamente nos arroja al gran azul comandados por el capitán Ahab, sin duda el más respetado capitán de balleneros de todos los tiempos. El disco contiene siete piezas en 66 minutos, no podía ser menos. Las cuatro últimas superan los 10 minutos, mientras que las 3 restantes quedan cerca. Como peculiaridad, comentar que en la pista que abre el disco colaboran los blackers Ultha. Y en la que cierra, los inigualables Esoteric, una de las principales bandas de funeral doom metal de todos los tiempos.
Un funeral doom metal que late como antaño en el sino de Ahab. La amalgama de riffs lentos, gruñidos guturales, junto a una atmósfera depresiva y esa sensación de pesadilla constante son las señas de The Coral Tombs. La combinación de voces dotan de una versatilidad brillante a las canciones, los guturales te noquean, las voces calmadas te aplastan.
Otro de los atributos más claros del disco es la épica. Una épica buscada y encontrada con una naturalidad innata. Las canciones son dramáticas y realmente poderosas. Cada una de ellas es un mundo a parte, las piezas cobran vida y acaban por engullir al oyente. Poco a comentar a nivel de canciones en formato independiente, pues tienen tantos matices que cada uno tendrá que valorarlo por sí mismo.
Pero si tengo que escoger una para adornar el momento, me quedaría con “Prof. Arronax’ Descent Into the Vast Oceans”. La pieza que da el pistoletazo de salida al disco y que cuenta con la presencia de los alemanes Ultha es una canción espectacular y soberbia. El black metal atmosférico de Ultha se fusiona con la pesadez del doom de Ahab en una de las canciones más perfectas de la banda.
Ahab vuelve a regalarnos un monstruoso disco, no apto para quienes busquen algo directo. Tienen el poderío de ganarse al oyente a lomos de un megalodón, a base de dureza, paciencia y una firme ejecución de su propuesta.