Si cualquier excusa es buena para acercarse a patear los rincones de Vallekas, el viernes teníamos más para ir a darlo todo. La primera, habría una nueva sala en el barrio: La Trinchera, situada en el siempre animado mercado de Nueva Numancia, y abierta por la misma gente que en la misma calle lleva el bar Primera Línea, lo que es una garantía de que nos van a ofrecer más de una noche memorable. Además, los encargados de dar el pistoletazo de salida al lugar eran dos buenas bandas formadas por buenos colegas, lo que aseguraba una buena jornada en familia: Akritud, repartidores profesionales de tralla, y CeroFün, presentando un «Hoy no tengo ganas» que vio la luz hace un par de meses, cargado de un punk rock situado a medio camino entre las ganas de prenderlo todo y las de vivir en un continuo guateque. Por si fueran pocos los ánimos con los que salí de casa ante la perspectiva de tal fiesta, a pocos metros de la sala, a la misma hora, jugaba el Rayo Vallecano, lo que se traducía como más caras conocidas con las que brindar y el ambiente perfecto para calentar motores durante toda la tarde antes de entrar al turrón. Nada podía salir mal, y así fue.
Akritud
A la hora de salir a escena, Akritud se encontraron con una sala aún fría y con una asistencia bastante paupérrima, pero a ellos no les importó lo más mínimo: salieron dándolo todo desde el segundo uno, arrolladores como siempre. Una vez que esta gente te da la primera ostia, la paliza es inminente, y se disfruta de lo lindo.
Por estos lares tenemos la mala, aunque justificada, costumbre de dar por hecho que si en un cartel pone que un concierto es a las 21:00, podemos entrar a y veinte sin temor a perdernos nada. Posiblemente por eso el ambiente comenzó a caldearse cuando la banda ya había soltado sus cuatro primeras bombas. Así que fue «¿Dónde estás?» el tema que puso las cosas a rodar. Y vaya si rodaron. Siguieron descargando casi sin descanso temazo tras temazo, incluyendo algunos que aún no han grabado y la inevitable versión de «El infierno es demasiado dulce», de los sempiternos Eskorbuto.
Tras casi una hora de violencia sonora, el cuarteto se retiró dejando a toda la concurrencia ya caliente y a mí con la pregunta que más de una vez me he hecho con esta banda y tantas otras más después de disfrutarles en directo: ¿por qué no está todo dios hablando de ellos?
Setlist Akritud:
No la puedo dejar
A cañonazos
El mundo arder
Vuestras patrias
¿Dónde estás?
M.S.N.
Nada de nadie
El futuro no espera
Felices años 20
En el abir de una lata
Puta rata
En la oscuridad
Rompe con todo
El infierno es demasiado dulce (cover Eskorbuto)
Criatura de la noche
Pensando en ti
Mi generación
CeroFün
Apenas diez minutos tardaron CeroFün en salir al escenario y comenzar a repartir cera. Ganas tenía de echarles el ojo, sabía que iba a disfrutarles en vivo. El trío le dio un repaso a su primer álbum, nos presentaron un par de temas nuevos (uno de ellos tan nuevo que aún no tiene ni nombre) y se marcaron unos goles por la escuadra a la hora de elegir las versiones.
Con la sala volcada y la banda disfrutando tanto como nosotros, la cosa se iba animando cada vez más, hasta que les tocó despedirse con uno de sus temas bandera y que da nombre al disco, «Hoy no tengo ganas». Y como, efectivamente, ni ellos tenían ganas de bajarse ni los presentes de irnos, remataron la noche con un «Enamorado de la muerte» que terminó de desatar el caos.
Casi otra hora de acelerado punk que también se pasó volando. La Trinchera tuvo un bautismo de diez, con bandas y público entregadas al cien por cien, y asegurando, como dije más arriba, que vamos a pasar muy buenos ratos en ese nuevo local.
Setlist CeroFün:
La senda del perdedor
Gasolinera
Autobús
Demolición (cover Los Saicos)
Ansiedad
Sofá
Salud mental
Miseria
Cenizas
Despertar
Las Malvinas son pingüinas (cover Código Neurótico)
Nueva
Joder
Ya no sos igual (cover 2 Minutos)
Nada va a cambiar
Hoy no tengo ganas
Enamorado de la muerte (cover Rip)
Melómano empedernido desde la más tierna infancia (lo de tierna es un decir). Todo lo demás que haya que contar, lo contaré sin problema en presencia de mi camarero.
