Vincent Damon Furnier, conocido en cada rincón del globo como Alice Cooper, ha vuelto a hablar. Y, cuando él habla, al resto solo nos queda callar y prestar atención.
En esta ocasión se pronuncia para hacer un homenaje a Detroit, a su gente, a su estilo de vida, a sus bandas… y para ello se ha rodeado de gran cantidad de personalidades que han formado parte de bandas que se han encargado de escribir la historia de la ciudad como Motor City Horns, MC5 o Detroit Wheels. Además también ha contado con músicos de otros puntos de la geografía que han pertenecido a grupos de la talla de Halestorm, Grand Funk Railroad, House of Lords o Warlock. Por si fuera poco, también ha trabajado de nuevo con el siempre genial Bob Ezrin, que en su papel de productor lleva décadas dejándonos joyas para el recuerdo. Con semejante panorama, todo indica que este Detroit Stories no dejará a nadie insatisfecho.
En un principio puede parecer extraño que un artista de este calibre decida abrir un disco con una versión, pero ya hace mucho que Alice Cooper demostró estar de vuelta de todo y ser capaz de hacer las cosas a su manera logrando que siempre salgan bien. La elegida ha sido “Rock & Roll”, clásico de 1969 de The Velvet Underground, adaptada a la perfección al espíritu de quien hoy nos ocupa.
Como segundo tema tenemos “Go Man Go”, uno de los seis que se incluían en el EP de 2019 Breadcrumbs. Con una intro guitarrera al más puro estilo Ramones, este corte entra puro e inmaculado, alejando cualquier duda sobre la frescura o el estado actual de Alice, que en “Our Love Will Change the World” se engancha a las melodías de sus primeras grabaciones, empapándose de la esencia más genuinamente beatleliana como antaño lo hiciera.
De nuevo duro y chulesco suena “Social Debris”, que luce en todo momento el sello personal del señor Furnier, que parece empeñado en gritar a los cuatro vientos que sigue en plena forma pese a que los 73 veranos que carga a la espalda pudieran hacernos pensar lo contrario.
La cosa se torna mucho más funky en “$1000 High Heel Shoes”, donde el toque de distinción lo dan los coros femeninos que adornan el tema, surgiendo una de esas rara avis que nadie espera pero el cantante suele incluir en sus trabajos, dándonos por norma general gratas sorpresas.
A destacar en “Hail Mary” el tono desenfadado de las guitarras, con sus vaivenes que parecen bailarte en los oídos, y que le dan cierta gracia a un tema que podría pasar como uno del montón.
“Detroit City 2021” es la tercera versión de un corte que ya pudimos escuchar en The Eyes of Alice Cooper y años después en el ya mencionado Breadcrumbs, así que aunque realmente no aporte (casi) nada al disco, es un tema que había que incluir, aunque sólo fuera por la intención del álbum.
En “Drunk and In Love” se marcan un blues en toda regla. No “un blues con el sello de”, ni “un blues influenciado por”. Tampoco “una canción de Alice Cooper donde se nota la esencia blues”. No. Es sencilla y llanamente un blues. Rabioso y melancólico. Con su solo de armónica, sus silencios cargados de intensidad y su perezoso bajo.
Vuelve el rock ‘n’ roll más primigenio y fiestero en “Independence Dave”, que nos hace pensar nuevamente que el tiempo no pasa para algunas personas. De nuevo con la armónica haciendo sus pinitos, poniendo el punto animado que no podía faltar, que da paso a un desgarrado “I Hate You”, donde hacen su aparición de forma alterna las voces de los músicos de la banda, coqueteando a ratos con los más básicos sonidos del punk.
En “Wonderful World” se encuentran la esencia más primigenia de la banda con las nuevas formas de llevarla a cabo, resultando una pieza absolutamente visceral y atmosférica, a la que sigue una nueva versión, está vez de los eternos MC5. La elegida es “Sister Anne”, en la que vuelven a encontrar un equilibrio magistral entre el modo de ejecutarla de una forma personal y el mantener intacta la naturaleza del tema original.
“Hanging on by a Thread (Don’t Give Up)” era inevitable que también apareciera. El tema, lanzado en mayo del año pasado como grito de ánimo hacia todos sus fans, fue, según palabras del propio Alice, “una canción sobre lo que todos hemos estado pasando hasta este momento y sobre mantener la cabeza en alto y luchar juntos.»
Tras este pequeño recordatorio entra “Shut Up and Rock”, que con semejante título poco hay que decir de ella. Macarra y tajante, sin abusar de virtuosismos y sin caer en la simpleza.
Y como último remate a este homenaje a una de las ciudades más icónicas del rock, nos topamos con otra cover, “East Side Story”, que fue allá por 1966 el primer single de Bob Seger & the Last Heard. Con un sonido que está vez sí se aleja un poco más de la original por razones obvias, llega a su fin el nuevo trabajo de una de las más grandes y atemporales figuras de la historia del rock. Uno de esos personajes que parece tener una receta para ralentizar el paso del tiempo y que el resto desconocemos.