¿Es Killer el mejor disco de Alice Cooper? Puede que no, pero estaría cerca del Welcome to My Nightmareaunque yo en lo personal amo por encima de todos ese The Eyes of Alice Cooper… El caso es que si alguien afirma que Killer es el mejor tendría motivos más que sobrados para darle la razón. La cantidad de clásicos tira de espaldas y el balance entre canciones es casi perfecto, tocando todos los palos y yendo desde el himno a la oscuridad tocando lo glam e incluso a los aires progresivos.
Todavía con la formación de la Alice Cooper Band y con todos los miembros clásicos con los que creció en el instituto de Detroit, subió un peldaño respecto a otro fundamental y anterior: Love It to Death. Bob Ezrin estaba tras los controles y se sumó con sus teclados a la vez que contaron con todo un Rick Derringer a la guitarra y Reggie Vincent a los coros. Ojo a los coros pues en este disco hay auténticas virguerías.
Portada y concepto
Cómo decir mucho con tan poco… Fondo rojo en el que aparece la célebre boa Kachina y unas letras de tipografía infantil en las que pone “Alice Cooper” y “Killer”. La gracia es que las letras las escribió el bajista Dennis Dunaway con la mano izquierda sin ser zurdo. Es muy sencilla, pero tiene mucha fuerza.
El disco
“Under My Wheels” es un rock ‘n’ roll desenfadado y directo puramente vacilón que es historia viva de The Coop. Una de esas posibles canciones perfectas que trabajamos en la sección y que conecta directamente con a movida glam de la que Alice formó parte. Está más cercana a The New York Dolls (que vendrían después) que a Slade y enamora desde la primera escucha. Puede que sea su cima glam rock, pero marcó un poco el fin de esa onda, vientos incluidos. La androginia quedaría desterrada hasta el punto de cambiar su maquillaje a partir de entonces, pero le gustaba provocar y jugaba a masturbar el palo del micro mientras la interpretaba.
Más maravillas siguen como es el “Be My Lover” en la que juegan con unos coros puramente Beach Boys. Hay algo de surf allí si bien las referencias son a Detroit y la línea vocal es inmortal. Fue single clarísimo y es una de las habituales en directo. En la canción se escucha cuando Neal Smith deja caer las baquetas al final del tema, algo que sacaba de sus casillas al productor Bob Ezrin.
Paradas, arrancadas y un enorme Glen Buxton a la guitarra. Pero el auténtico lujo del disco es “Halo of Flies”, una rara avis en su discografía con aires progresivos y que era un guiño a King Crimson. Michael Bruce pone el teclado y el riff es antológico con aires puramente Uriah Heep. Más de ocho minutos de atrevimiento musical. Una de las piezas más logradas de toda la discografía de Alicia, poseyendo acercamientos al folk inclusive. Y una orgía guitarrera final con caos sonoro. Brillante es poco…
Siguiendo con los coros Beach Boys y Beatles hay algo de ellos en el oscuro medio tiempo “Dead Babies”. Otra de las fundamentales en la discografía del grupo y que tanto juego da en directo. Bañada en oscuridad y con mensaje contra el abuso infantil. Vuelve a ser brillante en cuanto a arreglos y sumerge a los Beatles en oscuridad y con unos riffs oscuros y monolíticos de la escuela Sabbath. Mención aparte merece la batería de Neal Smith, que luce poco por calidad de grabación y por esa aura negra que posee todo el disco.
En “Desperado” hay un homenaje a su amigo fallecido Jim Morrison instalada en la penumbra y con retazos eléctricos. Sorprenden los arreglos de cuerda en medio del tema y los versos son muy Doors, aunque el estribillo es Alicia 100%. “Killer” es la encargada de despedirnos y es el segundo corte más utilizado en directo por The Coop. Algo que tiene enorme mérito puesto que es una obra trufada de clásicos. Hay un pasaje casi eclesiástico con los redobles opacos de Neal de fondo en una canción muy original y oscura, con final psicodélico.
Los temas menos conocidos y recordados son por un lado la festiva “Yeah Yeah Yeah”, que cuenta con el gran Rick Derringer a la guitarra. Es un tema muy sesentero y hay ese gran solo de armónica por parte del eterno vocalista, dando un poco más de color a todo el variado trabajo. Dennis Dunaway comanda la canción con clase. La otra es “You Drive Me Nervous”, con un riff garajero de los que Killers (curiosa coincidencia con el nombre) o Blur edificaban sus éxitos. Es una canción tremenda y avanzada a su tiempo de la que toca destacar la tremenda línea de bajo.
Veredicto
Johnny Rotten de los Sex Pistols lo considera el mejor disco de la historia del rock y llegó al platino en Estados Unidos además de entrar en listas en ambos lados del Atlántico. La cosa se dispararía con sus dos posteriores trabajos, pero es Killer el disco básico para entender el éxito posterior y para dar ese vuelco definitivo a su carrera.
Más allá del disco en directo hubieron muchos más cambios, algunos de ellos auténticos pilares del shock rock. La serpiente Kachina pasó a ser protagonista en los directos junto a los globos gigantes. Pero uno de los grandes trucos también nacía aquí: La horca. Esa misma horca aparece en la carpeta interior del disco acompañando al calendario de 1971. Es una foto interior realmente impactante.
Las boas protagonizaron accidentes bastante locos siendo Neal Smith el propietario y entrenador de los reptiles. Alguna de ellas intentó estrujar a Cooper y la misma Katrina moriría en 1972 explorando el retrete de su amo. Allí quedó atascada. Uno de los números que estaban planeados y nunca se llevó a cabo fue el de disparar con un cañón a Alice. Una lástima que no se llevase a cabo. Lo que sí queda claro era que el shock rock quedaba instalado y que un disco tan exitoso como Killer les dio alas creativas y económicas.