All That Remains – Antifragile

Nuestra Nota


6.25 / 10

Ficha técnica

Publicado el 31 de enero de 2025
Discográfica: Autoproducido
 
Componentes:
Philip Labonte – Voz
Jason Richardson – Guitarra, programación, sintetizadores
Mike Martin – Guitarra
Matt Deis – Bajo, coros
Anthony Barone – Batería, percusión

Temas

1. Divine (3:40)
2. Kerosene (4:24)
3. No Tomorrow (4:40)
4. The Piper (4:23)
5. Antifragile (4:31)
6. Forever Cold (4:44)
7. Poison It (3:52)
8. Let You Go (3:52)
9. Cut Their Tongues Out (3:22)
10. Blood & Stone (5:54)

Multimedia





Escucha y compra

Este disco en Amazon: All That Remains – Antifragile
Todos los discos de All That Remains en Amazon


All That Remains ha sido una piedra angular en la escena del metalcore desde sus inicios a mediados de los 2000, construyendo una carrera marcada por la evolución musical y momentos de gran intensidad. Con álbumes emblemáticos que capturaron la esencia de una era, la banda logró consolidarse como uno de los referentes del género, a base de riffs potentes, una batería contundente y una actitud que realmente nos llegó a entretener a much@s de nosotr@s. Su éxito se vio reforzado por temas inolvidables como «This Calling», incluido en su icónico álbum de 2006 The Fall of Ideals y presente en la banda sonora de Saw III (2006), que ayudaron a proyectar su música a un público más amplio y consolidar su estatus en la escena.

Sin embargo, en los últimos años el grupo ha transitado por un camino lleno de cambios significativos: la trágica pérdida de su emblemático guitarrista Oli Herbert, que dejó un vacío irreparable en la identidad sonora de la banda; la salida y reentrada de miembros clave; y la transformación de su sonido, que ha oscilado entre la fidelidad a sus raíces y la adaptación a las tendencias contemporáneas.

En el centro de esta evolución se encuentra Phil Labonte, vocalista y figura más visible de All That Remains, cuya carrera ha estado tan marcada por el talento como por la controversia. Conocido por su inconfundible voz, Labonte también ha sido protagonista de declaraciones polémicas y posturas políticas que han generado tanta admiración como rechazo. Entre tragedias personales y la constante presión mediática, el cantante ha experimentado altibajos que han influido en su estilo interpretativo y en la percepción pública del grupo. Así, mientras la banda intenta recobrar la esencia que la impulsó a la fama, Labonte y su enorme bocaza siguen siendo el epicentro de la discusión, oscilando entre el carisma de un líder nato y la carga de una imagen cada vez más controvertida.

Con Antifragile (2025), su décimo álbum, All That Remains regresa tras siete largos años, en los que la banda se ha reinventado y ha luchado por mantener su legado en un panorama musical en constante cambio. Este nuevo disco se presenta como un intento por recapturar la fuerza y la agresividad del metalcore que los catapultó a la fama, pero también como un reflejo de los desafíos internos y externos que han marcado su trayectoria reciente. Antes de adentrarnos en el análisis de este trabajo, es fundamental entender el contexto en el que se forja Antifragile: una banda que, a pesar de las adversidades y transformaciones, sigue intentando encontrar su lugar en la evolución del metal, mientras su vocalista continúa siendo un símbolo tan inspirador como polémico.

Desde el primer acorde de “Divine”, el disco promete evocar aquellos días vibrantes del metalcore, donde los riffs potentes y la agresividad eran la carta de presentación. Y, en efecto, existen destellos de esa brutalidad en temas como “Cut Their Tongues” y la final “Blood & Stone”. Sin embargo, la ausencia definitiva de Oli Herbert –el guitarrista cuyo talento definió gran parte del sonido original de la banda– se hace sentir. El nuevo guitarrista, Jason Richardson, reconocido por su paso por bandas como Born of Osiris y Chelsea Grin, demuestra una destreza técnica admirable, pero nunca logra llenar por completo el vacío que dejó Herbert, lo que deja una sensación agridulce en el quehacer musical del grupo.

La sección rítmica también presenta cambios notables con la incorporación del nuevo batería, Anthony Barone, y el regreso del bajista Matt Deis. Estos ajustes intentan aportar una chispa renovada; sin embargo, no consiguen enmendar el principal talón de Aquiles del álbum: la actuación vocal de Labonte.

Phil Labonte, figura innegable y a la vez profundamente controvertida, ha atravesado altibajos en los últimos años. Su carrera se ha visto marcada por tragedias personales –como la impactante pérdida de Oli Herbert– y por un cambio en su postura mediática, evidenciado en su participación en el podcast Timcast IRL del comentarista político y presentador de podcasts, el ultraderechista Tim Pool. En múltiples entrevistas, Labonte ha dejado claro que, pese a los obstáculos, su intención con Antifragile era transmitir un mensaje positivo y de superación personal, encapsulado en el concepto de “antifragilidad”: encontrar fortaleza en la adversidad. Sin embargo, esta visión se contrapone a una ejecución vocal que en ocasiones se siente digitalizada y forzada, especialmente en las secciones de voces limpias, donde el eco de imitaciones poco inspiradas opaca la crudeza natural de sus guturales.

La dualidad en la interpretación vocal de Labonte –oscilando entre momentos intensos y otros donde se nota la falta de autenticidad– resulta desconcertante para quienes han seguido a la banda desde sus inicios. Es imposible separar el talento innegable que alguna vez lo definió de la carga de sus declaraciones políticas y la polémica que le ha arrojado, tanto a nivel mediático como en la comunidad metalera. Aun cuando intenta moderar sus inclinaciones políticas en este trabajo, el eco de su pasado y las críticas por su postura –en la era de la cancelación y el constante escrutinio en redes– hacen que su figura sea tan discutida como el propio álbum.

En cuanto al contenido musical, a lo largo de todo este Antifragile se busca, como decía, capturar la esencia pura del metalcore de antaño. Sin embargo, al adentrarnos en canciones como la horrible “Kerosene” y “No Tomorrow”, se perciben evidentes fallas en la ejecución vocal, donde las secciones limpias –tratadas de forma excesivamente digitalizada– contrastan de forma poco armónica con los guturales que en otro tiempo eran la seña de identidad de la banda.

“Cut Their Tongues” destaca por su agresividad y por presentar uno de los riffs más potentes del disco, a pesar de una letra que puede resultar irritante para algun@s oyentes. La pista final “Blood & Stone” cierra el recorrido sonoro del álbum con un toque nostálgico, recordando a los mejores momentos de Overcome (2008), aunque sin lograr recuperar del todo la intensidad del pasado. Por su parte, “Let You Go” intenta seguir la línea de la tradición All That Remains, pero cae en la trampa de una producción vocal que no llega a transmitir la autenticidad y la crudeza esperadas.

En síntesis, Antifragile se presenta como un proyecto que oscila entre el intento de revivir los viejos tiempos y la realidad de una banda que ha cambiado en más de un sentido. La instrumentación, a pesar de contar con momentos brillantes y una base técnica sólida, se ve opacada por una producción a veces repetitiva y por una interpretación vocal que no logra conectar de manera coherente con la esencia que solía caracterizar a All That Remains. Para l@s fans que aún atesoran la fuerza y autenticidad del metalcore de principios de los 2000, este álbum puede resultar un recordatorio nostálgico –y agridulce– de lo que fue, pero para quienes buscan innovación y solidez, lamentablemente, Antifragile se queda corto… muy corto.

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 638 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.