Alpha Wolf – Half Living Things

Menudo trallazo se han marcado los australianos Alpha Wolf, quienes regresan con el que ya es su tercer larga duración Half Living Things (2024), que vio la luz el pasado 5 de abril a través de Greyscale Records y SharpTone Records. Desafiando los límites del género y superando todas las expectativas con una furia implacable, Half Living Things es la encarnación más poderosa y salvaje de Alpha Wolf hasta la fecha.

Con Half Living Things, Alpha Wolf no solo ha establecido un nuevo estándar en su discografía, sino que también ha redefinido lo que significa ser una banda de metalcore en el panorama actual. La audacia con la que han experimentado con nuevos sonidos y estructuras musicales es evidente en cada pista del álbum. La energía cruda que desprenden no es solo un reflejo de su pasión, sino también de su habilidad para capturar la atención de su audiencia y mantenerla a lo largo de todo el espectro sonoro. Este álbum no es solo un conjunto de canciones; es una experiencia inmersiva que desafía al oyente a sumergirse en el caos controlado que Alpha Wolf ha perfeccionado.

La primera canción, «Bring Back the Noise», es un claro ejemplo de esta intensidad. Aunque la letra y el ambiente de la canción son divertidos y despreocupados, algun@s pueden haberse molestado por ello al ser el primer single. Sin embargo, encapsula perfectamente la esencia en vivo de Alpha Wolf y la diversión que buscan cuando vienen a tocar a tu ciudad. A veces, simplemente no es necesario tomarse demasiado en serio.

Seguida inmediatamente por «Double-Edge Demise», ya queda muy claro que el quinteto originario de Burnie, Tasmania y actualmente afincado en Melbourne, Australia han venido a establecer unas raíces jodidamente pesadas no solo en la escena del metal australiano, sino también para sacudir de lo lindo los oídos de parte del extranjero. Es la pista más rápida que tienen hasta la fecha. Es brillante y una de mi favoritas. Impacta, es adictiva, tiene un breakdown muy loco, y unos riffs tremendos.

Half Living Things es metal fino, muy fino, que no hace más que demostrar que la banda está en su mejor momento. Temas como el número tres, «Haunter», provocan en el oyente unas ganas irremediables de sacar toda la energía en el moshpit. Tanto su intro hasta el breakdown que, simplemente, aniquila todo a su paso, son razones suficientes para que sea otra de mis pistas favoritas del álbum. Es quizá la canción que más se parezca a los Alpha Wolf que conocíamos gracias a sus trabajos anteriores. Es contundente y tiene, demás, un estribillo bastante dulce.

Sería negligente por mi parte pasar por alto la que le sigue. «Sucks 2 Suck» es el segundo single de este trabajo, en el que colabora Tracy Lauren Marrow, Ice-T para l@s amig@s. La sección del breakdown con su voz e icónica actitud, está a años luz de lo que cualquier banda de metal australiana ha logrado en tan poco tiempo en la industria. Brutal.

La sección central de un álbum generalmente se reserva para las piezas más lentas. Sin embargo, en este caso… se lo han pasado por el forro, cortesía de temas tan crudos y aplastantes como «Whenever You’re Ready», «Pretty Boy» y «Mangekyō». Estas tres pistas necesitan todo el reconocimiento que merecen ya que mantienen la estructura del álbum unida y te dejan un regustillo bastante agradable para ver cómo fluirá el disco a partir de aquí. A propósito de «Mangekyō», esta canción probablemente esté inspirada en el Mangekyō Sharingan del famoso manga y anime Naruto. Es otra muestra de su estilo distintivo, cuyo resultado final es una pieza que define el álbum.

«A Terrible Day for Rain», la número ocho, lo acelera todo y debo reconocer la labor de Mitch Fogarty por su trabajo percusivo en esta pista. Es simplemente implacable, aplastante. Agrega a la ecuación las voces desgarradoras de Lochie Keogh y nos topamos con un todo un himno perfecto.

«Feign» te golpea directamente en la cara y luego continúa castigándote hasta la sumisión. «Garden of Eyes» señala que es hora de reducir este monstruoso álbum. Pero es solo la introducción la que te da esa sensación ya que enseguida nos damos cuenta de que estamos ante una pista pesada y llena de riffs, como el resto del álbum. Realmente muestra el trabajo de guitarra único de Sabian Lynch y Scottie Simpson, saltando entre armónicos, ritmos thrash e intrincados matices melódicos.

Casi al final, nos topamos con la pista que le da título al álbum, y qué manera de comenzar a terminar un álbum. No da ninguna indicación de que nos estemos aproximando al final de Half Living Things. El cierre (real) del álbum, «Ambivalence», muestra las habilidades de todos los miembros de la banda. Hay riffs pesados, voces limpias y guturales, líneas de bajo atronadoras y un trabajo de batería que es una mezcla entre groove metal y metalcore. Esta es la pista que debería definir este álbum y se la se guarda hasta el final para mostrar cuán versátiles son como banda.

Con un rugido ensordecedor, los australianos Alpha Wolf ponen una piedrecita más en su parcelita del metal actual con su tercer larga duración. Este álbum es más que una declaración; es un golpe de poder, una exhibición de ferocidad y maestría musical. Desde su impactante inicio hasta su desgarrador final, cada pista es una montaña rusa emocional, una explosión de energía y una obra maestra del metal fino. Con Half Living Things, Alpha Wolf ha demostrado, una vez más, que está en la cima de su carrera, ensu momento más dulce, consolidándose como una fuerza imparable en el panorama del metal contemporáneo. Un álbum que no solo se escucha, sino que se siente en lo más profundo del alma.

Rubén de Haro

Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.