Ament – Heaven/Hell

Nuestra Nota


6.75 / 10

Ficha técnica

Publicado el 10 de mayo de 2018
Discográfica: Monkeywrench Records
 
Componentes:
Jeff Ament - Voz, piano, bajo, guitarra, teclado, mellotron, percusión
Mike McCready - Guitarra
Richard Stuverud - Batería
Matt Cameron - Batería
Angel Olsen - Coros
Akira Ament - Coros
Brianna Atwell - Cuerdas
Jordan Voelker - Cuerdas
April Cameron - Cuerdas
Alex Ho - Cuerdas

Temas

1. The Noise, the Noise (3:11)
2. The Door (2:36)
3. Safe in the Car (4:30)
4. Hyperphagia (3:07)
5. Drugs (5:29)
6. Moment of Impact (3:25)
7. The Voices (2:25)
8. Somewhere (2:08)
9. Are you Truing? (4:35)
10. Choose Your Colour (2:44)
11. Only One (1:59)

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Quizá conozcas a Jeff Ament de una o dos bandas. No solo se ha mantenido inamovible tras las cuatro cuerdas de Pearl Jam en los últimos veintiocho años, sino que también fue parte de la espina dorsal de los clásicos más clásicos de la escena grunge como Green River, Mother Love Bone, Temple of the Dog, así como de su más reciente proyecto RNDM. Ahora Ament ha lanzado su tercer álbum en solitario, Heaven/Hell (2018), a través de Monkeywrench Records, la discográfica de Pearl Jam.

Junto con el guitarrista Stone Gossard, Jeff Ament fue miembro de tres de las bandas más famosas y admiradas de Seattle de los últimos tiempos. Nacido el 10 de marzo de 1963, Ament se animó a tocar el bajo en su adolescencia escuchando discos de The Police, y aprendió una o dos cosas de los rockeros más clásicos (Rush, Aerosmith, etc.). Después de mudarse a Seattle con la esperanza de cumplir sus sueños y convertirse en una estrella del rock, Ament se relacionó con los influyentes Green River (junto al cantante Mark Arm, al guitarrista Steve Turner, al batería Alex Vincent y a Stone Gossard). Sus tres EP’s se convirtieron en el espejo en el que se querían ver reflejados otras bandas posteriores de la ciudad de Seattle. Su mezcla, a medio camino entre el garage de The Stooges y los riffs de Sabbath, todavía, a día de hoy, inspira a miles de músicos. Y a partir de su disolución, historia viva del rock alternativo más contemporáneo: Mudhoney, Mother Love Bone, Temple of the Dog, Soundgarden y, como no, Pearl Jam. Además de Pearl Jam, Ament encontró tiempo para crear (porque él es un creador) el proyecto paralelo Three Fish, publicando un par de álbumes, además de fundar una compañía de diseño gráfico junto con su hermano, Ames Bros.

Pues bien, dicho esto, tras dejar claro que este tipo es un referente dentro del panorama del rock alternativo actual, ya vendría siendo momento de empezar a diseccionar este Heaven / Hell (2018). Empezaré diciendo que me parece su álbum en solitario más flojo y menos brillante, del cual solo salvaría de la quema cuatro o cinco temas… y no porque el resto me parezcan malos, que no lo son. Simplemente porque me parece que no aportan nada novedoso y son, cuánto menos, demasiado facilones y llevaderos. Si estuviéramos tranquilamente tomando unas cañas y de fondo viéramos nuestra casa arder, correría, entraría en ella y no salvaría todo lo que tuviera a mi alcance. La casa, en este caso, no es más que este álbum y mis pertenencias, los once temas que lo componen. Muy apurado tendría que verme para permanecer un minuto más dentro de ella para intentar salvar algo más… y acabar quemándome.

Dicen que el camino hacia el infierno está pavimentado de buenas intenciones, pero para el bajista de Pearl Jam, está decorado con órganos (el instrumento, no las agrupaciones de diversos tejidos que forman una unidad estructural encargada del cumplimiento de una función determinada en el seno de un organismo pluricelular) paranoicos y ambientes de todo tipo (no solo aquellos que nos anuncian el fin del mundo). “Safe in the Car”, el single adelanto es un viaje post-apocalíptico por carretera a bordo de un automóvil cuya gasolina son unos ritmos macabros y unas visiones enloquecidas, con unos destellos de salvación alimentados gracias la voz de Angel Olsen, que perfora la penumbra aportando un rayo de esperanza ante tanta destrucción. Es una pieza de mal augurio, pero extrañamente sinfónica, y como en sus dos álbumes en solitario anteriores, Jeff se encuentra como pez en el agua mostrándonos su lado más experimental. A través de murmullos narcotizados y una percusión hipnótica, “Drugs” (que podría perfectamente ser uno de esos experimentos sonoros con los que Pearl Jam a veces nos obsequian) emerge en un momento cargado de claridad, mientras que “Choose Your Color” es un mantra acústico que se me asemeja a cómo uno podría contemplar un mundo en llamas (hoy estoy que lo quemo todo) desde la ladera de una montaña mientras deleita sus sentidos apurando las ultimas caladas de un cigarrillo.

Según el propio artista, el álbum se escribió en dos etapas diferentes del pasado año 2017. Las primeras canciones en caer fueron «The Noise, the Noise» (que pega un tufo a new wave ochentera por lo hipnótico de su vaivén), «The Door» (y su bajo old school inicial, muy en la onda de sus amados Black Flag, me tiene el corazón robado), «Safe in the Car» (muy a pesar del exceso de autotune) e «Hyperphagia» (cuyo inicio, no se porqué, me recuerda a los Mr. Bungle de California (1999)). Estos cuatro temas son los que abren el álbum y sirvieron de inspiración al artista para continuar con su proceso creativo unas semanas más tarde. Y, curiosamente, son las canciones que más me gustan. «Somewhere» tampoco está mal. Es un tema que derrocha angustia punk, una canción que habla sobre la importancia de ser uno mismo y no contentarse ni confirmarse para acabar siendo lo que los otros quieren que seas.

El piano y la cadencia tranquila de «Only One» cierran el álbum. Un tema que escasamente dura un minuto y que pone la nota de calma a tan atropellado viaje.

Es cierto que, en gran medida, lo que encontramos en este, su tercer álbum en solitario (tras Tone (2008) y While My Heart Beats (2012)), es un sonido 100% Ament el cual mantiene sus jugos creativos en ebullición mientras Pearl Jam se pone (de nuevo) en marcha. Hay muchos álbumes que uno puede meter en la maleta antes de emprender un road-trip a través de las Rocosas, y muchos podrían pensar que este Heaven/Hell sería una banda sonora la mar de apropiada… pero no es ese mi caso.

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 620 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.