Señoras y señores aquí tenemos lo nuevo de los vikingos Amon Amarth que, para los pocos que no los conozcan, son esa banda sueca de death metal melódico con temática y atrezzo vikingo que tanto atrae a seguidores y enerva a los haters.
Desde su primera demo han pasado la friolera de 26 años dando guerra y ganándose una buena legión de seguidores, pero no fué hasta el año 1998 que apareció su primer larga duración. Posiblemente estemos ante un fenómeno que en un futuro no muy lejano arrastre masas a grandes espacios, pues en sus potentes directos están demostrando que son capaces de ello a base de canciones contundentes pero asequibles para el público no muy hecho a los ritmos excesivamente broncos y distorsionados. Posiblemente su death metal melódico ha ido evolucionando más hacia lo último y suene cada vez menos death, acercándose a un power metal más distorsionado, pesado y épico, con la alucinante y profunda voz de Mr. Hegg como hecho diferencial.
Es curioso que en cuestión de un par de años he topado con el título de Berserker en dos bandas de diferente estilo. El primero, el debut en 2017 de los finlandeses Beast in Black y ahora el de nuestros vikingos favoritos. Y, ¿qué coño es un Berserker? Pues realizando un breve resumen, se trataban de guerreros vikingos que combatían a pecho descubierto, únicamente protegidos por pieles de osos bajo los efectos de ciertos hongos alucinógenos. Esto los hacía temibles por propios y extraños, ya que bajo el trance de las drogas no distinguían entre amigos y enemigos. Dicha definición es suficientemente ajustada a lo que nos proponen éstos rudos barbudos. Han vuelto para llevarse por delante todo lo que encuentren a su paso, sí es cierto que en algún tema han apartado su característico sonido más death melódico hacia un sonido más power (“Raven’s Flight” por ejemplo).
Aviso que hasta hace bien poco era bastante desconocedor de su discografía, siendo With Oden on Our Side (2006) lo primero que escuché y aún no he conseguido ponerme al día en todo lo publicado, pero me ha servido para apreciar la evolución en el sonido de la banda.
La imponente y realista portada rompe con la estética de anteriores trabajos y, aunque no fue de mi agrado en la primera toma de contacto, nos muestra a uno de los guerreros a los que hace referencia el título. Da la sensación que no sólo va a hacer frente a la amenaza de las lanzas de los enemigos sino que también va a luchar contra las críticas de los detractores de la banda. No es para menos, pues en la primera escucha se me hizo bastante repetitivo, pero dándole varias escuchas he encontrado temazos que darán mucha guerra en los conciertos.
“Fafner’s Gold” abre el disco con una lenta melodía de guitarra para dar paso a un tema marca de la casa, con melodías pegadizas y doble bombo ametrallando para luego pasar a ritmos lentos para saltar y mover las cervicales. Johan Hegg con su voz grave y profunda recita unos versos antes del final para luego retomar la velocidad y rematar la canción. Es alucinante la capacidad que tienen para generar melodías pegadizas y coreables. Le siguen “Crack the Sky”, segundo single y video, y “Mjölner, Hammer of Thor” ésta última empezando con el sonido del martillo de Thor y con melodías más power y pegadizas, una de mis favoritas.
“Shield Wall” y “Valkyria”, ésta última con un estupendo final a piano, siguen la tónica habitual. “Raven’s Flight”, primero de los singles escogidos para realizar video, es otra de mis canciones favoritas con unas buenas guitarras dobladas en los solos, obra de Olavi y Johan Söderberg, que harán las delicias en directo. El sonido más limpio vuelve a sonar más heavy, pero esa sensación se nos quita rápido después de la intro de “Ironside”, rápida y contundente.
La cavernosa voz de Hegg te atrapa en el intenso y bélico medio tiempo “The Berserker at Stamford Bridge”. “When Once Again We Can Set Our Sails” sigue la estela de la anterior, y no solamente en la parrafada de título.
Con “Skoll an Hati” y “Wings of Eagles” volvemos a pisar el acelerador acercándonos al final del disco acabando con otra de mis favoritas, “Into the Dark”, con su pomposa introducción orquestal dando paso a un inicial medio tiempo con la voz de Johan Hegg saliendo desde lo más profundo.
No vamos a encontrar nada nuevo en este trabajo, aunque nadie se lo ha pedido, sí es cierto que esa aproximación a un sonido más “heavy”, estilísticamente hablando, en alguna de sus canciones puede abrir las puertas a nuevos seguidores y heridas en las endurecidas pieles de los fans de toda la vida. Sea como fuere, Amon Amarth se han ganado a pulso el éxito que tienen y ya veremos si están dispuestos a dar el salto a recintos de más capacidad. Las hordas vikingas están dispuestas a conquistar nuevos territorios. No bajen la guardia.
Salud y heavy metal.
Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.
Salud y Heavy Metal.