Amorphis – Live at Helsinki Ice Hall

Nuestra Nota


8.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 21 de mayo de 2021
Discográfica: Nuclear Blast Records
 
Componentes:
Tomi Joutsen - Voz
Esa Holopainen - Guitarra
Tomi Koivusaari - Guitarra
Olli-Pekka Laine - Bajo
Jan Rechberger - Batería
Santeri Kallio - Teclados

Temas

1. The Bee (7:07)
2. Heart of The Giant (6:18)
3. Bad Blood (5:24)
4. The Four Wise Ones (5:32)
5. Into Hiding (4:14)
6. Sampo (7:26)
7. Wrong Direction (5:07)
8. Daughter of Hate (6:44)
9. Against Widows (4:43)
10. My Kantele (7:00)
11. The Golden Elk (6:29)
12. Pyres on the Coast (6:28)
13. Silver Bride (5:17)
14. Black Winter Day (4:26)
15. House of Sleep (5:46)

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Qué nivel han alcanzado Amorphis y qué placer verles editando directos en grandes recintos… Lo realmente especial para Esa Holopainen y compañía es que llenaron el recinto en el que en su misma juventud acudían para ver a héroes como Deep Purple, Iron Maiden o Metallica. El estatus de Amorphis en las latitudes nórdicas es enorme y cuentan sus discos por números 1 llegando a parroquias no metaleras y añadiendo cada año que pasa más fieles a su causa. Su escudería Nuclear Blast Records les define ahora como metal progresivo melancólico, y bien, puede que hayan encontrado la fórmula, pero hay mucho más en Amorphis… y todo luce.

Sucedió todo en el palacio de hielo de su Helsinki natal, concretamente el 7 de diciembre de 2019. Con ese concierto daban carpetazo a su gira finesa y lo hicieron a lo grande. Es hora y media de show que se hace corto y en el que llegas al final y te sorprendes de la cantidad de clásicos evidentes que han quedado fuera. Pero eso es Amorphis, una cantidad ingente de canciones que enamoran, y tienen el detalle de tocar temas de casi todas sus etapas. Obviamente Queen of Time era el disco a presentar y tiene mucha presencia.

La intro da paso a ese single titulado “The Bee” en el que los teclados de Santeri Kallio toman las riendas tras la intro con Tomi a guturales y limpias en el estribillo. Una canción que ejemplifica perfectamente el alto nivel compositivo y el excedente de ideas. El nivel de Queen of Time es escandaloso y “Heart of the Giant” es otro perfecto ejemplo de ello. La calidad de sonido es perfecta y Joutsen nos habla en finés entre temas. Aquí hay esos efluvios arábigos y teclados envolventes sobre los que el gentío canta. Si es que tienen riffs coreables incluso…

El nivel técnico del combo es altísimo, cimentado en el hecho de ser prácticamente los mismos amigos que empezaron con esto hace ya 30 años. Versatilidad en los cambios de registros de un vocalista que pasa del growl a la voz limpia sin despeinarse y con una naturalidad absoluta. Hay momentos sinfónicos pre-grabados en los que la gente puede gritar y capaces de hacerte una idea de cómo se vivió el directo. La fuerte influencia folk está siempre presente en sus guitarras como en “Bad Blood”, otro de sus nuevos clásicos, de los que hay para dar y tomar. Puedes escuchar como acompaña la gente con palmas el interludio central.

Velocidad y agresividad sónica en “The Four Wise Ones” con la presencia del Hammond de Santeri. Olli al bajo y Jan tras los timbales ponen las vigas a unos temas tremendamente elaborados y con momentos muy épicos. Recuperan una historia del Tales from the Thousand Lakes como es “Into Hiding”. El haber encontrado a Tomi como vocalista definitivamente es un salto de calidad absoluto. No solo es un fan absoluto de la primera época, sino que puede interpretar ese material con pasmosa facilidad. Aquí Jan Rechberger va a doble bombo.

Una de las fundamentales es el “Sampo” con esa preciosa intro de teclados y esos riffs doblados que acarician la composición. Hímnica y de esas que te tocan dentro. En esta sí que la etiqueta de lo progresivo les encaja a la perfección. Generosa en solos e individualidades. “Wrong Direction” es la enésima demostración de la capacidad de generar singles que mantienen toda su identidad, pero capaces de ir más allá de etiquetas. Hay muchos no metaleros que hace lustros que cayeron a los pies de esta gente.

El nivel de intensidad y calidad no baja y “Daughter of Hate” entra con esa cadencia salpicada por los teclados y los growls. Hay ese solo algo galáctico de saxo de Kukko que les da ese plus de innovación y riesgo compositivo. Épica a raudales en clave oriental. Palabras mayores en “Against Widows” del Elegy. Aquí la influencia folk salta a la palestra consiguiendo uno de esos enormes clásicos. Momento culminante de la velada, si bien hay varios más.

Otra de las históricas es “My Kantele”, un corte que trascendió fronteras y que les puso en el mapa. Una excepcional balada de aires míticos y ancestrales dotada de un verso-estribillo para enmarcar. Grandes Esa y Tomi Koivusaari en las guitarras. La Finlandia mítica y fría queda retratada como pocas veces se ha hecho. Pero la cosa va de actualidad y de canciones directas, también, y pocas como “The Golden Elk” hay para representarlo mejor. En esta siempre me ha parecido que toman inspiración del mítico solo del “Hotel California” de los Eagles, y lo hacen con maestría. Otro clásico moderno de su discografía.

También reciente es “Pyres on the Coast”, de inquietante inicio y mostrando la inmensa variedad que uno puede conseguir jugando con un estilo propio y tan reconocible. Aquí los dejes 70eros están mas que presentes y les funcionan perfectamente bien, sonando oscuros y profundos. Queman las naves en la tremenda “Silver Bride” en la que Tomi deja que el público cante ese mítico estribillo que llega tras una intro. Una canción perfecta y puro directo. Te puedes imaginar todo el Helsinki Ice Hall saltando en el riff principal. Con este tema yo caí en sus redes…

Quedan dos temas clásicos y “Black Winter Day” es una de ellas. Primerizo tema de esos que te avisaban de que Amorphis iban a ser tan grandes. Raíces death metal con extra de folk presentado en una de sus definitivas composiciones. Nos despiden con una intensa “House of Sleep” en la que vuelven a demostrar que son maestros del riff y que poseen un sonido propio. Tema redondo y definitorio del grupo con esas guitarras que tejen ese maravilloso riff en el que destaca la maravillosa línea vocal. Nadie compone como Amorphis. De fondo y entre aplausos, queda esa espectacular versión folk la misma “House of Sleep” y que pone el broche de oro a una actuación que se hace corta.

No es el primer directo, ya tienen varios y de altísima calidad, pero no defraudan y Amorphis demuestra otra vez que están a un nivel excelso. Aunque pueda parecer algo incomprensible para un servidor es un grupo comparable con Savatage. No son fáciles de entrada, tienen muchas etapas y épocas diferentes, son capaces de encandilar a gente que no le gusta el heavy metal, y cada trabajo que firman es impresionante. Nunca bajaron la calidad, por mucho que hubo años de pérdida de orientación. Deberían llenar estadios y estar en la terna de bandas sucesoras cuando las grandes bandas cabezas de cartel desparezcan.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.