Amyl and the Sniffers retoman el camino del estudio publicando su esperado tercer disco. Para los que aún andan perdidos, comentar brevemente que Amyl and The Sniffers son una banda de garage punk con influencias hardcore. O sea, podemos encontrar en su música la contundencia y violencia intrínseca en los estilos, guitarras rasgadas y mucha energía. Comandada por la carismática voz de Amy Taylor y secundada por una base rítmica muy apta a cargo de Dec Martens, Fergus Romer y Bryce Wilson, los australianos son una de las sensaciones del panorama punkrocker mundial.
Tras romper estereotipos y moldes modernos con el genial Comfort to Me (2021), la joven banda australiana se dedicó a girar sin parar, salas tras sala, festival tras festival, dejándose la salud y la piel en todas sus actuaciones y sacando a relucir su garage punk con estilo y actitud. Hasta cuatro veces he podido ver a la banda en directo entre verano de 2022 y verano de 2024 y puedo constatar de primera mano que el potencial y el directo de la banda ha ido creciendo y mejorando concierto tras concierto.
El disco abre con una declaración de intenciones“Jerkin’” es un temazo marca de la casa. Punzante, con Amy destrozando su garganta. “Chewing Gum” tiene un suculento trabajo de guitarra y cuenta con un buen solo en el tramo final. Además, cuenta con unos coros que dan sensación de profundidad muy lograda. “Tiny Bikini” arranca con un gran riff hardrocker de guitarra y se desenvuelve en unos “uuu uuu” provocativos de Amy, algo que ya conocemos de sobra.
La potente “I’ts Mine” cuenta con una de las más explosivas interpretaciones de la banda e incluso cuenta con un demencial saxo. Es una de las canciones mas novedosas del catálogo de la banda australiana, dura y demencial. “Doing in Me Head” tiene una sencilla pero efectiva línea de guitarras y una buena interpretación vocal, nuevamente muy punkarra.
En “Bailing On Me” destapamos una versión calmada y quizás algo más indie estilo Wolf Alice. Curiosa aproximación a un género tan diferente al de los Sniffers. Recuperan músculo con “U Should Not Be Doing That”, uno de los adelantos previos del disco.
Cartoon Darkness (2024) esconde un notable regreso al estudio de la banda de las antípodas. Un disco que si bien no alcanza el nivel de su predecesor, es un trabajo disfrutable y contundente. Un disco que sirve para constatar el potencial de una banda en clara ascendencia que basa gran parte de su poderío en unos directos inmensos adornados por la portentosa líder Amy. Un disco con más guitarra y menos rabia, pero de rock contundente.