¿Qué coño hace una crítica de un disco de Angel Olsen en esta web? Sí, adoramos a Belzebú. Nos gusta la oscuridad. Disfrutamos del lado oscuro de la Fuerza. Somos fieles servidores en el reverso tenebroso. Pero, ¿acaso esto nos limita tanto para no poder apreciar cuando estamos frente a uno de los discos más bellos de este año?
Angel Olsen rockea poco. Quizá en sus inicios -en los que abrazaba más el folk norteamericano- sí tenía algo de rock en sus venas, pero hoy ya no. La cantautora de Missouri ha girado los engranajes del delicado indie que nos enamoró con MY WOMAN (2016) para crear un soberbio disco que fusiona con amor el chamber con el art pop.
All Mirrors se publicó el pasado 4 de octubre. No os voy a engañar si os digo que en este mes y medio he escuchado el disco entero entre 15 y 18 veces; he perdido la cuenta. A punto de cumplir los 33 años, Angel ha alcanzado su cenit creativo. La madurez con la que ha pasado de 2016 a 2019 es hasta acojonante. No solo ha creado un disco redondo, sino que lo ha dotado de una magia y unas sensaciones intrínsecas abrumadoras.
El disco roza la perfección durante los casi 50 minutos de duración. Un trabajo largo pero con tanta frescura y soltura que, sin darte cuenta, has llegado a “Chance”, el brutal tema de cierre. Por el camino no has dejado de babear. La voz siempre espléndida de Angel se entremezcla con una base melódica increíble. All Mirrors es un disco Barroco, pero el estilo clásico que lo definiría mejor seguramente sería el Renacimiento. La belleza que desprende All Mirrors se podría comprar con la de alguna obra de Botticcelli.
De los 11 temas que componen All Mirrors, ninguno desentona. El arranque es inmejorable con el dúo “Lark” y “All Mirrors”. Seguramente estamos frente a las dos mejores canciones del catálogo de la joven cantautora. “Lark” es un tema largo, supera los seis minutos, pero su desarrollo te deja encandilado de principio a fin. Desde el primer momento sabes que este trabajo será especial. Los arreglos orquestales que se van repitiendo en esta canción y no dejan de aparecer en todo el disco. Los cambios de ritmo y de intensidad de “Lark” juegan el papel más destacado de la canción. Una canción que mezcla la frustración con las relaciones. “You don’t believe in my dreams. If you believed in my dreams, you would trust me”. Una canción épica para arrancar el disco.
“All Mirrors” fue el primer adelanto del disco, y se trata de una canción con una estructura poco común. Los sintentizadores y los elementos de cuerda se funden en un delicado corte de casi cinco minutos. El tramo final de la canción tira de épica tras unos pasajes instrumentales muy bellos.
Y como no voy a hacer un desglose tema a tema, solamente citar las que para mí son imprescindibles. “Too Easy” es un tema lento muy logrado que logra hacerme viajar a mi propia infancia. “New Love Cassette” es un tema directo con una percusión que no te permite distraerte. En “What It Is” todo se desenvuelve con soltura, otro gran acierto de Angel. Y por último, “Chance” con sus seis minutos casi a capela, soberbio.
Angel Olsen se muestra pletórica con All Mirrors. Su carrera parece no encontrar techo y nosotros, los que disfrutamos de su música, lo agradecemos. Sus discos son cada vez mejores y en directo tiene un don especial. Sin duda, este disco se sitúa en el Top de 2019.