Ànteros fue una de las bandas que más me impactó cuando estaba en fase de descubrimiento de todos los participantes en la edición de 2016 del AMFest barcelonés. Por ese entonces habían acabado de sacar Lunas (2016), su primer trabajo de estudio, y su enérgica mezcla entre post y math rock con voces casi screamo me pareció una propuesta realmente interesante. Por cosas de la vida, finalmente me perdí su concierto en ese AMFest y, en realidad, aunque se prodigan bastante por los escenarios barceloneses, aún no he tenido la ocasión de catarlos en directo, cosa que espero remediar en las próximas semanas.
Ahora ha llegado a mis manos el que, para mi sorpresa, parece que es de verdad su primer disco. Y es que, inocente de mí, no ha sido hasta ahora que me he enterado que ese Lunas estaba grabado deprisa y corriendo (y yo bien que lo disfrutaba… ¡será que soy muy poco exigente técnicamente!), así que para este Cuerpos Celestes se han decidido a re grabar todas esas canciones con más medios, añadiendo cuatro temas nuevos para formar un trabajo compacto y potentísimo que pone el foco de interés inmediatamente sobre ellos. Y si bien es cierto que en su momento ya disfruté de estas canciones, con la nueva producción adquieren una nueva dimensión, mucho más potente y envolvente. Además, gracias a la variedad de estilos y a lo rápido que saltan del post rock al math y del progresivo al post hardcore y al screamo, acaba quedando una amalgama la mar de entretenida, empaquetada en menos de cuarenta minutos.
Como sé que sois gente ávida de «cultureta» general, os diré que el tal Ànteros, por cierto, es un dios griego, hermano gemelo del lujurioso Eros, y protector de los amores no correspondidos. En sus mejores años el chico se dedicaba básicamente a atizar a aquellos que no correspondieran al amor que recibían. No sé realmente el porqué de la elección de este nombre por parte de la banda, algun dia se lo preguntaré, pero ojo que como os vean no correspondiendo en alguno de sus conciertos, os pueden atizar un «mastilazo». Yo aviso. Justicia amorosa a un lado, hay que decir que Ànteros es una una banda del universo Aloud y se nota. No solo su bajista Mau es uno de los capitostes de esta pequeña e imprescindible discográfica, sino que además su música le va como un guante al abanico de estilos que nos suelen ofrecer: emocionante, sincera, potente y cercana, sea cual sea el estilo exacto que nos ocupe.
La inicial «Nereid» ya nos indica por dónde van a ir los tiros: energía intensa, ritmos progresivos, gritos desgarrados casi screamo y espíritu post hardcore a tutiplén. ¡Bien! «Polaris» empieza algo más comedida, pero se acaba desvelando como un «temazo» brutal con progresiones épicas, momentos acústicos, toques más explícitamente post y voces limpias que dibujan una melodía dramática para dar un toque diferencial y completar una canción que tiene un poco de todo y que fácilmente puede ser una de las más destacadas del disco. «Hydra», por su parte, se inclina algo más hacia su vertiente math rock, con un riff inicial magnífico, sin renunciar a sus habituales y evidentes elementos post, mientras que «Luna» es un bonito y evocador tema instrumental a modo de interludio que recuerda a Toundra tanto en su comienzo acústico como en el momento en el que los demás instrumentos entran con toda la potencia de la que son capaces. Para aquellos a quiénes el estilo vocal «gritón» característico de Endika no les acabe de convencer (y sé que alguno habrá), éste es sin duda el mejor tema para adentrarse en el disco y en la banda.
La segunda parte del disco se abre con la «bombástica» y densa «Rhea», en la que vuelve la voz (que recuerda un pelín a Viva Belgrado, por cierto) y en la que también vuelve la energía sin control en sus riffs y en sus previsibles sacudidas de cabezas y cervicales.»Vega» es, de nuevo, otro corte instrumental, con una estructura mucho más post rock y bastante más calmado que lo que nos había caído encima hasta hace un momento, generando así un contraste interesante a pesar de que con el paso de los minutos crece y crece hasta desembocar en «Elara», que ya era el gran tema de Lunas (2016), y probablemente es exactamente gracias a él que me enganché a la banda en un primer momento ¡Y aquí sigue gustándome tanto o más de lo que lo hizo en esas escuchas primerizas! El riff inicial, épico, emotivo e inquietante, me parece sencillamente maravilloso, y se alterna con múltiples pasajes potentes y desgarrados que lo confirman como una de las grandes canciones de esta banda. Entramos en la recta final con «Persei», un medio tiempo ausente otra vez de voz que no tiene ninguna prisa para avanzar entre sus múltiples atmósferas y acabar en un pequeño apoteosis de melodías emotivas. Para poner el punto y final a un disco de debut excelente, «Cressida» es otro cucharón del math rock energético y melódico que caracteriza esta banda.
A pesar de tener solo dos añitos de vida, y más allá de ese AMFest gracias al que los descubrí, Ànteros es una banda que no para quieta, prodigándose bastante en directo tanto en Barcelona como en el resto de la península. Su próxima cita en la Ciudad Condal será para ejercer de cicerones en la visita que nos harán los madrileños Jardín de la Croix en la renovada sala 2 de Apolo. Un cartel suficientemente atractivo para que, de una vez por todas, salde mi deuda con ellos. ¡Ahí nos veremos!
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.