Hace unas semanas aterrizó el nuevo disco de Årabrot. Para los que van algo perdidos, el proyecto liderado y prácticamente único miembro formal de la banda, Kjetil Nernes junto a su mujer Karin Park nos regala una base de hard rock aliñada con pinceladas de dark wave y rock gótico.
El noruego vuelve a dar rienda suelta a su locura para profundizar aún más en la intricada estética gótica que hace años va presentando en sociedad. Vale la pena recordar que su debut, Proposing a Pact with Jesus (2005) bebía directamente de la faceta sludge y la evolución le ha llevado a esta mezcla de gótico y rock duro.
Lo que está claro es que Årabrot no es una banda de fácil acceso y es por ello que aún siguen teniendo cierta mística. Siguen siendo esos grandes desconocidos a los que uno no sabe meterle mano. Y lo bueno es que Kjetil lo sabe y engrandece aún más estas virtudes tal y como se puede comprobar en sus curiosos directos.
Of Darkness and Light (2023) es un disco maravilloso de estética dark wave gótico. Las sobrecogedoras escenas que uno va descubriendo van adornadas por una musicalidad agudizada por el trabajo de teclados y electrónica minimalista. Así como genial es el recurso de las voces que mutan en función del impacto que el duo desea dar a cada pasaje. Por ejemplo, “Cathedral Light” nos muestra una voz más punk que, junto a la melodía sabrosa que va venciendo durante el tema, te deja totalmente fuera de juego.
Momentos de máxima inspiración los encontramos por ejemplo en “We Want Blood”, posiblemente una de las mejores piezas de la carrera de Kjetil con esa tendencia rockera de estilo Queens of the Stone Age. Otro momento dulce lo tenemos con la bluesy “You Cast Long Shadows” con un juego de guitarras muy inspirado y una interpretación de dueto vocal muy dulce y agradable.
Årabrot sigue enamorando a sus fieles pese a que Of Darkness and Light no ofrece nada nuevo destacable que no hayamos visto en sus dos anteriores discos. Para muchos eso sería un bajón creativo, pero cuando la inspiración está en un punto tan alto, podemos considerarnos afortunados de tener tres discos correlativos de una calidad tan buena como la que nos ha regalado el noruego.