Hace unas semanas aterrizó entre nosotros el nuevo disco de los ingleses Architects. Por cierto, este es ya su décimo disco, con lo que podemos considerar a la banda liderada por Sam Carter unos veteranos. También han pasado ya seis años de la triste pérdida de Tom Searle, seguramente el hecho que ha actuado como bisagra en la carrera de los de Brighton.
Las primeras escuchas me dejaron tan frío que abandoné el disco desconsideradamente. También tengo que admitir que For Those That Wish to Exist (2021), publicado hace tan solo un año, me pareció una bajada de nivel muy considerable. Y, un año más tarde, me ha costado recuperarlo para darle otra oportunidad. Con lo que la excusa de reseñar este nuevo The Classic Symptoms of a Broken Spirit me ha permitido hacer un buen repaso de los últimos discos de Architects.
Creo que nadie me va a llevar la contraria cuando afirmo rotundamente que el All Our Gods Have Abandoned Us (2016) y Holy Hell (2018) son el punto más relevante de su carrera. El último disco con Tom y el primero post Tom marcaron por completo el destino y el estatus de la banda que conocemos en la actualidad. El primero fue su disco más dinámico, lleno de temazos. Holy Hell fue un disco escrito desde el dolor, un disco tan apasionado como melancólico.
Y entonces llegó For Those That Wish to Exist, un disco con el que la banda abandonó gran parte de su esencia metalcore – djent, añadió algunos tintes industriales y decidieron viajar hacia el mainstream con un sonido más melódico, más alternativo. Los fans empezaron a desconfiar y se sentían tan desubicados como el astronauta dentro de la iglesia que adorna la imagen de artwork del disco.
Llegados a este punto, el anuncio de un nuevo disco con tan poco tiempo de margen me dio cierto miedo. Incluso pereza. Pues la banda no podía haber mutado otra vez para regalarnos, ahora sí, un digno sucesor de Holy Hell. Y evidentemente, no solamente The Classic Symptoms of a Broken Spirit no llega a cumplir las expectativas, sino que me atrevo a afirmar que estamos frente al disco más flojo de la banda. Seguramente sea un disco útil para ganar nuevos adeptos, algo parecido a lo que hizo recientemente Parkway Drive con su último disco Darker Still (2022). Pero entiendo la decepción de los fans (yo me incluyo dentro del pack).
Classic Symptoms of a Broken Spirit es un disco monótono y aburrido que solamente despunta en su tramo final con una “inspirada” por decir algo “All the Love in the World”. También puedo citar como pieza básica “When We Were Young”, una canción que nos traslada a buenos momentos del pasado pero que, incluida dentro de cualquier otro disco de la banda, sería una pieza floja.
El contenido lírico del disco es también digno de observación, lejos quedan las letras afiladas y críticas de antaño… Sam Carter recita las peores letras de su vida. El metalcore no hace acto de presencia en ningún momento, si bien si que hay una nueva visión más cercana al rock industrial. Pero en apariencia, estamos frente a un vulgar disco de metal alternativo, sin gancho ni alma. Si me dicen que es el disco de descartes de For Those That Wish to Exist me lo creo.
Sin mucho más que añadir, puedo entender esta tendencia de las bandas de mathcore – deathcore – metalcore de abandonar sus raíces para intentar ser los nuevos amos del circuito. Seguramente van a escalar posiciones en los festivales, van a hacer giras más grandes en recintos más grandes, pero la calidad debería ser una constante en sus carreras. Puedes volcar tus ideas en un cambio de estilo, pero deberías dar lo mejor de ti, y Architects aquí no han cumplido ni con los fans ni con ellos mismos.