Realmente el mes de marzo ha estado plagado de conciertos de todo tipo. Incluso hubo solapes dolorosos como el de este día. En Razzmatazz tuvimos a Devin Townsend y compañía, y en Bóveda una auténtica fiesta de technical death metal encabezada por Archspire. Los acompañaron nada menos que Psycroptic, Benighted y Entheos, una alineación que haría babear a cualquier fan del mundillo.
Cómo no podía ser de otra forma, el público extremo de la zona se movilizó para la ocasión, llenando la sala casi del todo.
Entheos
Empezaban puntuales los primeros de la tarde. Entheos son una banda muy interesante que acaba de lanzar su tercer disco Time Will Take Us All (2023), el cual presentan en esta gira. Es la segunda vez que los de Chaney Crabb y Navene Koperweis visitan la ciudad, y parece que más de uno ya los tenía situados en el mapa. Es difícil imaginar un mejor inicio que el que tuvimos, con un sonido más que decente para Bóveda y unos músicos implicados y motivados.
La única pega fue el bajo enlatado, ya que en esta gira no les acompaña Evan Brewer. Como miembros de directo, si que tuvimos a los dos guitarristas, el saltarín Brian James a las rítmicas y un Robert Brown muy solvente a la solista. El death progresivo con toques de deathcore y otros estilos más modernos que practican convenció sobradamente a la audiencia.
Como no, nos dieron una buena muestra del nuevo álbum, con los singles «Absolute Zero» e «In Purgatory», y la espectacular «The Sinking Sun», con la que terminaban. Como siempre, Crabb lo dio todo con su repertorio de guturales y pudimos disfrutar de los intricados poli-ritmos de Koperweis, siempre es un placer verles en acción.
Benighted
Nuestros vecinos más brutales son bastante conocidos por la zona, habiendo actuado ya en esta y otras salas barcelonesas, un par de veces en el Resu y hasta en una edición del Move Your Fucking Brain en Molins de Rei, hace ya unos cuantos años. A pesar de los numerosos cambios de formación, Benighted siempre son una fuerza a tener en cuenta, y esta vez venían en formato de cuarteto, con una sola guitarra.
Nos atacaron a degüello con un set basado en lo más nuevo, y en canciones más simples y cañeras. Cayeron unas cuantas del penúltimo Necrobreed (2017); «Cum With Disgust» inauguraba el mosh pit que se exacerbó con la brutal «Versipellis» o la intensa pista título de minuto y medio.
Pocos vocalistas hay en el negocio que berreen mejor que Julien Truchan. El frontman es el único miembro permanente y se hace el dueño absoluto del escenario. Nos presentaban también varias canciones de Obscene Repressed (2020), lanzado durante la pandemia, como «Nails», «Muzzle» o «Brutus». En bolos así me voy a repetir bastante elogiando a los baterías, pero es que en este estilo son todos unos máquinas. Kévin Paradis nos voló la cabeza con su extrema velocidad y precisión.
Daban el latigazo final con el único clásico de la noche, la barbárica «Let the Blood Spill Between My Broken Teeth». Siempre es un placer ver el caos que desata esta gente, y me alegro mucho que prescindieran de los malditos bajos artificiales que meten cada dos por tres en sus actuaciones en festivales.
Setlist Benighted:
Martyr
The Starving Beast
Cum With Disgust
Implore the Negative
Nails
Reeks of Darkened Zoopsia
Necrobreed
Muzzle
Versipellis
Brutus
Let the Blood Spill Between My Broken Teeth
Psycroptic
Era el turno de Psycroptic, directos desde Australia. Es una banda que no tenía demasiado controlada, a pesar de haberlos visto la última vez que vinieron acompañando a Dying Fetus. Eso sí, para prepararme para su visita me escuché su último trabajo, Divine Council (2022), y me alegro de que tocaran bastantes de sus temas, porque vaya un discazo.
Con un sonido también bastante claro y la veteranía como seguro, su descarga entusiasmó al público. Un carismático y divertido Jason Keyser, que les acompaña en esta gira sustituyendo a su tocayo Jason Peppiat, animaba al personal entre canciones de forma efusiva. Pero el que más nos flipó fue el as de la guitarra Joe Haley. Sus fraseos ejecutados impecablemente en temas como «Rend Asunder» u «Ob(Servant)» nos dejaron con la boca abierta.
El público acompañó con mosh y desmadre general, y para los que no los conocían seguro que fueron la sorpresa de la noche. Realmente nos deleitaron con material nuevo, de la mano de «A Fool’s Errand», o las finales «The Watcher of All» y «Enslavement», dejándonos con ganas de más.
Archspire
Llegaba la hora cumbre después de que las otras bandas de la noche dejaran el listón altísimo. Todos estábamos expectantes para ver a Archspire de nuevo, tras su última visita hace unos años. Antes de salir, bromeaban con que su concierto se había cancelado, y en su lugar saldrían cinco pringaos viejos y calvos. Ya sabemos que los de Vancouver son de la coña, y como siempre vinieron cargados de humor.
Empezaban las hostilidades con «Remote Tumour Seeker» y la nueva «Bleed the Future», con un sonido muy abarrotado que esperábamos que fuera mejorando. Por desgracia, no fue así la cosa y tuvimos que comérnoslo con patatas durante todo el concierto. Fue una sorpresa para mal, ya que tanto la última vez que vinieron como las otras bandas de la noche se oyeron bastante bien, teniendo en cuenta la sala. Son una banda que a pesar de tocar extremadamente rápido y enrevesado, se curra mucho el sonido, y normalmente logran. Por desgracia tuvieron el peor de la noche, ni las guitarras solistas se salvaban.
Seguía la cosa con un par de canciones menos conocidas, como son «Abandon the Linear» y la tremendísima «A Dark Horizontal». Siempre es genial que incluyan un par de deep cuts como estos. Por lo demás, optaron por los adelantos y singles de sus últimos dos trabajos. Antes de atacar con «Golden Mouth of Ruin», el vocalista Oli dividía el público y lanzaba un twister en medio de la pista. Salieron dos voluntarios a empezar la partida, pero de repente se anunciaba un wall of death al empezar la canción. Un video de este número se hizo medianamente viral hace unas semanas, por si queréis ver como fue la cosa. Este tipo de gags tan creativos son sin duda un gran activo para el grupo.
Acababa la cosa con «Calamus Will Animate», el ya obligatorio «Involuntary Doppelgänger» y la más reciente «Drone Corpse Aviator», con los guturales de Oli a toda mecha, las baterías locas de Spencer Prewett y las líneas de guitarra melódicas de Tobi Morelli y Dean Lamb. Se hizo corto, pero no en el buen sentido de la expresión, ya que solo tocaron unos 50 minutos. Se echaron en falta algunos temas de sus primeros discos, o alguno más del Bleed the Future (2021), pues un cabeza de cartel que toque menos de una hora es un poco decepcionante.
Archspire son una banda excepcional, que a pesar de esas pegas nos hizo disfrutar de lo lindo. Son la punta de lanza del tech death actual, y como tales, las expectativas eran muy altas. Por eso algunos nos quedamos un poco fríos con el sonido y el repertorio de la noche. Esta vez consiguieron casi llenar, así que esperemos que en su próxima visita puedan saltar a una sala con mejor acústica. También se les tiene que agradecer las pedazo de bandas que llevan con ellos en sus Tech Treks, pues carteles tan golosos como los de esta gira no se ven cada día.
Setlist Archspire:
Remote Tumour Seeker
Bleed the Future
Abandon the Linear
A Dark Horizontal
Human Murmuration
Golden Mouth of Ruin
Calamus Will Animate
Involuntary Doppelgänger
Drone Corpse Aviator
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Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.