Art of Anarchy – Let There Be Anarchy

No son unos novatos, aunque yo no los conocía hasta ahora. Art of Anarchy tienen cierto bagaje discográfico pero, sobre todo, un line up que corta el hipo. A los «fundadores» Ron «Bumblefoot» Thal a las guitarras y los hermanos Jon Votta (guitarra) y Vince Votta (batería), se les unieron/han unido dos fieras como Jeff Scott Soto a la voz y el super bajista Tony Dickinson. Si se está un poco puesto, se sabe que de ahí solo pueden salir coas enormes.

Definir la música de los americanos no me es sencillo. Tiene cosas de heavy, otros aspectos mucho más melódicos. Tienen cositas de prog e, incluso, aspectos más rockeros. Curiosamente, y aunque no en todos los temas, hay algo que me ha llamado la atención, y es que en ciertos aspectos me recuerdan a los buenos Iced Earth, pero no sabría definir en cuales. Sea como sea, creo que las credenciales son lo suficientemente buenas como para prestar atención.

Este Let There Be Anarchy (2024) consta de 10 temas de entre cuatro y seis minutos, por lo general. Canciones más o menos largas pero de fácil digestión, con sonidos interesantes y ejecuciones muy buenas. Empezamos con uno de los singles, «Die Hard», la más larga del disco con más de siete minutos de duración. Tras la intro apocalíptica llega un riff muy afilado y un doble bombo en plan metralleta. ¿Había dicho algo de Iced Earth? Los cambios de ritmo, de tempo, los puentes y estribillos… es un temazo. «Echo Your Madness» no le va a la zaga y aunque el puente y algunas estrofas tienen más melodías, la potencia y la rabia están muy presentes durante el metraje. «Vilified» es el otro single del álbum, y de nuevo ciertos aromas de los mejores Iced Earth me llegan, especialmente en la parte más suave o acústica.

El comienzo de «Bridge of Tomorrow» me recuerda a algo que no sé definir, algo que tiene un poco de grunge por ahí para convertirse en una delicia melódica. En cambio, «Writing on the Wall» es mucho más misteriosa, con unos sonidos iniciales curiosos para desembocar en otro medio tiempo lleno de fuerza y rabia contenida.  El segundo tramo acaba con «Rivals», otra demostración de que estamos ante un grupo técnicamente privilegiado. El tempo vuelve a ser comedido, pero sigue siendo un muy buen tema.

Encaramos al recta final con «Blind Man’s Victory» y una intro muy a lo Schaffer, incluso con cierto aroma a Maiden. El doble bombo vuelve a ser brutal, como en todo el disco, y esos interludios semi acústicos le dan unas características muy interesantes. «Dying Days» y su ritmo entrecortado le da un aire diferente al resto de temas del álbum, y el estribillo, muy melódico, pone un contrapunto muy interesante. Empezamos a llegar al final con «The Good, the Bad and the Insane» y una intro muy de la España del sur combinada con algo de western. Los parones entre frases me cortan un poco el rollo, pero como no dominan el tema, se pasan bien. El final llega con «Disarray», que tras la experimentalidad de la intro nos trae otra combinación interesante.

Como resumen, este Let There Be Anarchy es un gran disco, lleno de sonidos interesantes, ejecuciones que te harán caer de culo y sonidos muy bien encontrados. Creo que nadie dudará que JSS es un cantante tremendo, de lo mejor que hay en el panorama actual, pero creo que una voz más profunda (sí, a lo Matt Barlow) hubiese girado la tuerca aún un poco más, dándole más de un algo que, aun teniéndolo, le que quedaría bien. ¡Discazo!

Xavi Prat

Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.