Pocas veces me detengo a revisar EP y demos en formato debut. Acostumbro a saltar directamente al primer disco oficial en los que, habitualmente, hay los refritos de estos pasos previos de las bandas. Pero hay un par de bandas de las que si me interesan estos pasos previos a todo, una de ellas es la etapa de Gojira en la que respondían al nombre de Godzilla. La otra es At the Gates que, con su primer EP, engendraron la semilla del que poco más tarde conoceríamos como el sonido de Gotemburgo.
Garden of Grief vio la luz en mayo de 1991 en formato de cinta de cassette auto-producida y algo más tarde en vinilo de 12” de la mano del sello indie pop Dolores, una subsidiaria de Virgin Records sueca. Sello por cierto fundado ese mismo año y que también editó previamente el disco Incantation de unos tales Grotesque.
Grotesque
Es obligado citar a Grotesque para entender el debut de At the Gates. Y es obligado citar a Grotesque como una de las bandas seminales del sonido de Gotemburgo. Un nuevo estilo se estaba forjando en la gran ciudad del oeste de Suecia con bandas como Nihilist, Grave y Carnage.
Suecia tenía por aquel entonces una rica escena de metal extremo con los pioneros Bathory como punta de lanza. Otras bandas como Mefisto y Obscurity empezaban a ganar cierto prestigio fuera de las fronteras del país escandinavo. Los primeros pasos del death metal sueco eran de corte old school: contundencia, agresividad, velocidad y brutalidad.
La principal fuente de ideas de este nuevo sub-estilo, lejos de ser el death metal de florida, fue el de bandas como Autopsy y Repulsion. A ello le sumamos las fuertes raíces musicales de un país rico en música muy variada. Una raíces que no pasan por el thrash metal pero si pasan por el punk.
Grotesque si se aplican en la base del death metal old school pero empiezan a romper los cánones establecidos en Norteamérica. Las estructuras clásicas rotas así como la velocidad y los growls forman parte del sonido pero rompen con con los cambios de tiempo arbitrarios así como la desaparición casi total de los compases poco utilizados.
La formación de Grotesque tiene en ese momento a los futuros At the Gates Tomas Lindberg y Alf Svensson así como a Kristian Wahlin y Johan Österberg. Kristian más tarde fundarían Liers in Wait, otra banda de importancia superlativa en el devenir del death metal melódico.
Liers in Wait
Y de esta segunda banda seminal podemos comentar que, tras la disolución oficial de Grotesque, una nueva banda surgiría. Kristian Wahlin convenció a sus ex compañeros Tomas Lindberg y Alf Svensson para fundar otra nueva banda a la que se añadirían Mattias Gustavsson, Hans Nilsson y Anders Björler.
Liers in Wait solamente publicó un EP titulado Spiritually Uncontrolled Art (1992), un disco de enorme calidad y de un estilo muy original. Pero lo más importante de todo ello fue su lineup. Los fans de At the Gates ya habrán leído entre lineas a donde vamos a parar.
At the Gates
Y finalmente pasó, de las cenizas de Grotesque y Liers in Wait apareció una banda capaz de superar la fase de calentamiento y con la capacidad y calidad para asentarse como uno de los puntales del metal extremo no solo sueco, sino Europeo.
Para ello, apostaron por recalibrar su propuesta y añadir una melodía que venía de sus influencias con el heavy metal tradicional. Su death metal era rápido, brutal e intrincado pero la técnica se asemejaba más a la de Iron Maiden que a Obituary. Las letras, lejos de hablar de cadáveres y salas de autopsia, trataban sobre la vida y sus inquietudes. Letras desgarradas pero poéticas. Otra de las grandes novedades del género.
Tomas Lindberg en las voces, Alf Svensson y Anders Björler a las guitarras, Jonas Björler al bajo y Adrian Erlandsson a la batería fundaron At the Gates y editaron su primera demo / EP titulada Gardens of Grief en 1991.
Se trató de un EP novedoso en muchos aspectos y su impacto en la escena fue inmediato. Su nueva forma de entender el death metal golpeó en la escena sueca. Cuanto impacto tuvieron estos cuatro cortes… nadie podía imaginar que Gardens of Grief cambiaria para siempre el movimiento death metal mundial.
Ritmos entrecortados, estructuras rotas, letras poéticas y armonía fueron los cuatro puntales de estas cuatro canciones. Lo que no podemos negar es que Gardens of Grief fue un debut muy ambicioso. El EP contenía cuatro canciones en 20 minutos. La evocadora portada junto al icónico primer logo de la banda hoy forman parte de la cultura colectiva de los amantes del metal extremo.
El disco abre con “Souls of the Evil Departed”, la canción más breve del trabajo con algo más de tres minutos y medio de duración. Pese a no tener una producción mejor de lo esperada en un debut auto producido, aquí ya podemos entrever los nuevos cambios de aire que ofrece la banda. De un estilo más heavy metal sin usar la composición estándar, es decir, rompiendo estructuras tal y como el death metal nos enseñó previamente.
“At the Gates” se abre de forma siniestra para introducirnos en un riff violento e incontrolado. Tomas ejecuta unas voces cavernosas afiladas que te sacuden las entrañas y el juego de las dos guitarras intrincadas es brutal. El trabajo de Svensson como guitarrista principal y compositor es brutal en todos los aspectos.
El tercer tema es “All Life Ends”, otra canción oscura pero que ofrece una diversidad genial. La velocidad que aporta Adrian Erlandsson es brutal. Sus primeros pinitos como batería ya daban muestra de lo impecable que será en el futuro.
Y “City of Screaming Statues” cierra el EP de forma bestial. Se trata de un corte menos oscuro, con unos riffs suculentos y unos cambios de ritmo que te dejan descolocado en todo momento. Tomas se vuelve más agresivo con las voces usando un registro que permanecerá como su registro más apreciado en los discos del futuro.
Gardens of Grief es la primera piedra de una banda que acabaría aportando lo infinito a la música extrema. Este debut es la antesala de The Red in the Sky Is Ours, su LP debut de 1992, uno de los discos más brutales de death metal de todos los tiempos. Gardens of Grief es un debut icónico y colosal, obligado para cualquier fan del metal extremo y uno de los mejores EP’s de metal de todos los tiempos.