Atracón de J-metal con unas Babymetal que ganan pero no convencen

Ha costado 10 años, pero al fin hemos podido ver por nuestras salas a una de las formaciones más esperadas de los últimos años. Babymetal ya dejaron de ser un caso aislado, una promesa. Hace ya tiempo que son una realidad. Pueden gustar o no gustar, pero están aquí para quedarse y están creando escuela.

Con carteles de “Entradas agotadas” en (creo) todos los conciertos de la presente gira, era normal que ya tempranito los alrededores de Razz presentaran un volumen de gente más alto de lo normal. También hubo cola, evidentemente, teniendo en cuenta que las bandas de K-pop y J-pop mueven masas que se congregan varios días antes de los eventos; no me extrañaría que algunos de los auténticos fans de las primeras posiciones de la cola hubiesen acampado frente a las puertas de la sala de Amolgàvers de Barcelona. Al fin y al cabo, el J-metal mueve la misma cantidad de frikis por el mundo que cualquier otro género afín a los frikis. Y ojo, no critico ni me río de nadie, que yo soy un friki más.

Jóvenes fans, adolescentes, algún que otro metalero old school dispuesto a dejarse enamorar por estas tres (sí, ahora son tres) chicas del país del sol naciente. Pese a que la operación regreso de la semana de puentes por excelencia en España podía presagiar nervios y retrasos, la sala se llenó temprano. Me gusta recordar que Razzmatazz en estado sold out es horrible, incómoda, calurosa y peligrosa. Ya son muchos los conciertos de este año que he sufrido un sold out y el disfrute del concierto va proporcionalmente atado al agobio del presente en la sala. Horrible.

Para abrir la noche, invitados “sorpresa”. Pocos esperaban una formación nacional abriendo para las niponas. Megara, que viven un momento dulce tras su frustrado intento de representar España en Eurovisión, serían los encargados de caldear el ambiente con su show.

Megara por Ray Molinari

Megara volvían a Barcelona tras su paso por la segunda sala de Razzmatazz donde presentaron su último disco Truco o trato (2022). Sus directos acostumbran a ser siempre espectaculares, pero su condición de artistas invitados podía restar algo en el tema escénico. Lejos de ello, les jugó a su favor, por que usando solo imágenes en la pantalla trasera que traían Babymetal junto a dos excelentes bailarinas en algunas canciones, mostraron que sonoramente son una muy buena banda.

Megara aprovechó la ocasión para mostrar su “fucksia rock”, una definición acertada, no solo por el habitual color de pelo de Kenzy, sino por que saben jugar con lo oscuro y lo dulce en sus letras al igual que en la parte instrumental. Allí es donde Rober y sus pinturas faciales descargan riffs potentes, con Xavi tratando duramente su bajo. Ra en la batería, a quien he podido ver en varias ocasiones y comprobado en varios proyectos su talento.

Tras una intro sonó “Esclava del aire” en una Razzmatazz llena. Perfecto inicio del show, con los cuatro muy enchufados sabiendo que era una buena oportunidad para ganar nuevos fans. Ya en “Bienvenido al desastre”, dieron paso a las dos bailarinas, con unas máscaras de gas con detalles fucsia, se sumaron a Kenzy para realizar coreografías durante el show. Realmente jugaron muy bien sus cartas, con un show a medias entre Aquí todos estamos locos (2018) y Truco o trato, con solo un guiño a Siete (2017) con “Héroes”. Consiguieron dejar al publico contento, que aunque la mayoría estaban por Babymetal, se llevaron una grata sorpresa con el buen concierto que dieron.

Setlist Megara:

Esclava del aire
Involución
Bienvenido al desastre
Estanque de tormentas
Hocus Pocus
Enredados
Arcadia
Oxígeno
Héroes
Truco o trato

Babymetal

Se vislumbraban muchos nervios entre el público. Cosa que no era de extrañar. Unos nervios y una excitación que vienen atados al presunto poderío de la banda nipona. Como si se tratase de un filme de Manga entraron sobre las tablas de Razz los músicos “tapados” de la banda para soltar las primeras notas previas a la entrada del trío de jovencitas. Los primeros blastbeats jugaban al unisono con los gritos de una sala medio enloquecida. El poderío de la primera impresión siempre es importante.

Con un público realmente entregado, sobre todo en el primer tercio de sala, las tres interpretes empezaron su habitual repertorio de trucos. Realmente al principio tiene su gracia, ver como saltan, como van bien sincronizadas, como espolean al público… Pero a medida que avanza el concierto todo va cayendo por su propio peso. Lo que al principio era atractivo a la vista del público raso, empezaba a ser algo cansino.

Con un repertorio de poco más de 80 minutos en el que interpretarían solamente doce canciones (más que suficientes para muchos), Babymetal hechizan con facilidad a los fans pero no logran enganchar al público curioso. Si es verdad que tienen algunas canciones con un fuerte gancho, si es verdad que a nivel de espectáculo son superiores al resto. Pero en la suma de música + espectáculo aún no son suficientemente tops para merecer este crédito que atesoran en la actualidad.

Show no apto para todos los públicos y yo, aunque ecléctico me considero, no logré acabar de conectar con la situación presentada o el contexto global. Las japonesas parecían salir del Salón del Manga Barcelona que justamente terminaba este mismo domingo.

Setlist Babymetal:

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones