August Burns Red – Winter Wilderness

¡Chicos, ya tenemos lo nuevo de los norteamericanos August Burns Red! Lo que comenzó en 2008 como un cover instrumental navideño de la canción “Carol of the Bells” para la película The Spirit (del fantástico cineasta Frank Miller), se ha convertido en todo un clásico prácticamente anual. En Navidades del 2010 sacaron otro tema, “Little Drumer Boy”, en 2011, “God Rest Ye Merry Gentlemen”, incluso en octubre de 2012 dieron un paso más allá y se atrevieron con un disco entero de versiones (con algún que otro tema propio) de título August Burns Red Presents: Sleddin’Hill, A Holiday Album” (2012). Y así con alguna entrega más en forma de single hasta llegar al EP del que hablaremos hoy.

Winter Wilderness (2018) continúa con la temática y forma de todas las canciones navideñas hechas hasta la fecha por el quinteto. Temas instrumentales cristiano-americanos, típicos de Navidad, de esos que salen en las pelis y que cantan los niños delante de esas casas con tantas luces que parece que tengan que explotar. En esta ocasión tenemos dos temas totalmente suyos, como son “Avalanche” y “Winter Wilderness”. Las otras son cuatro covers que a todo el mundo deberían resultarles familiares.

En concreto me ha hecho gracia la de “Home Alone Theme” que es una versión del tema principal de la mítica película Home Alone (1990); quien ya tenga una edad seguro que le marcó esta película, y cuando escuche la canción… bueno, echarse a llorar quizá no, pero sí que le llegará y estará unos días tarareando el leitmotiv en forma de punteado. En todas las canciones destacan las melódicas secciones acompañadas de brutales breakdowns, todo dentro de un metalcore mucho más armónico del que tocan normalmente, claro. El trasfondo es muy de fiestas, comilonas, frío y familia, pero en versión hard. Encuentro a faltar, como en el disco August Burns Red Presents: Sleddin’Hill, A Holiday Album (2012), algún tema con la voz de Jake Luhrs; ya no digo todos, pero alguno de los más representativos podrían estar cantado, la verdad. Quizá Jake es el más cristiano de todo el grupo (¿más aún?) y se pilla fiesta sí o sí cuando hay algo referente a la Navidad…

Canciones navideñas metaleras: el sueño de todo metalhead. Aunque debo reconocer que no es para todos los gustos, pero si eres de los que les mola la temática americana, lo disfrutarás. Así que ya tardáis en compraros los típicos jerséis extra gruesos de lana con dibujitos kitsch (también los hay de grupos, no os preocupéis) para cuando tengáis la comida de Navidad, para recibir a los invitados y a la familia al son de las canciones navideñas de August Burns Red. Os quedaréis con la peña. Independientemente de si sois o no creyentes, estas canciones tienen su qué, la verdad. Y es una buena alternativa a lo tan trillado de siempre, y de paso sirven para “adoctrinar” a futuras generaciones… jejeje.

Debo recordaros que August Burns Red estarán en diciembre por nuestros lares junto con otros dos titanes del metalcore, como son Wage War y Betraying The Martyrs. O sea que no os perdáis este magnífico concierto con tres espectaculares grupos representativos del “nuevo metal del siglo XXI”. Ah, ¡y a ver si estamos de suerte y cae “Last Christmas” o “Home Alone”!

Dídac Olivé

Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.