Avatar es un grupo sorprendente que no deja indiferente a nadie, desde su puesta en escena, su teatralidad, su virtuosismo en la música, la voz de su cantante y sus letras son un gran espectáculo.
Entiendo que son uno de esos grupos, que u odias o amas, pero esa es su gran virtud, junto con la de transcender los géneros musicales enganchando a amantes del groove, death, metal progresivo e incluso a seguidores de géneros más allá del metal.
Con Avatar Country (2018) han dado un pasito más hacia la grandeza, ya que dejando de lado la música, han creado una historia siendo ellos mismos los personajes, y poniendo en el centro de la historia al Rey encarnado en Jonas Jarlsby (guitarra).
El disco cuenta la historia de un país que venera a su Rey, y como éste, ha de luchar por conservar su reinado. Incluso cuenta la leyenda de la resurrección de su Rey después de la batalla, en la canción «King After King».
Musicalmente, el disco es impoluto, virtuoso, tranquilo y cañero a partes iguales mezclando voces desgarradoras y guturales con voces limpias en las que se ve la calidad vocal de Johannes Eckerström, que para mí es uno de los mejores vocalistas de melodic death metal. Los dos guitarristas dan una lección de virtuosismo, sobre todo en el tema «The King Wants You».
El disco empieza con «Glory to Our King» que es una canción intro muy épica que hace honor a su título y que da pie para el segundo track «Legend of the King», para mí una de las mejores canciones del álbum, aunque no mi favorita, ya que combina partes muy contundentes con otras mucho más tranquilas y muestra la polifacética voz de Johannes durante toda la canción. Son algo más de ocho minutos, que se hacen realmente cortos.
La tercera canción, «The King Welcomes You to Avatar Country», es una de las más extrañas del álbum ya que mezcla partes de rock duro con voces a lo Brian Johnson y guitarras típicas de AC/DC con partes más acústicas, aunque lo cierto es que con varias escuchas va entrando.
La cuarta canción, mi preferida, recuerda a Avatar de hace unos años, ya que no hay casi voces claras, salvo algunas estrofas, y la batería y el bajo suenan tan machacones como en «Hail the Apocalypse». «King’s Harvest» es la canción que más nos hará agitar las melenas (quien la tenga) del álbum.
Después nos llega el que fue segundo adelanto del disco, allá por diciembre de 2017, que es «The King Wants You». En esta canción, con melodías muy pegadizas e incluso cencerros, tocan un estilo que hasta ahora no había sido muy habitual en Avatar. Rock melódico, con voces muy claras, pero sin dejar de dar su toque especial a una de las grandes canciones del disco. Justo después viene el track narrativo «The King Speaks» que tal como dice el título, trata de cómo el Rey de la historia se dirige a su pueblo.
En la última parte del disco tenemos «A Statue of the King», que fue el primer adelanto del disco, y que nos dejó bastante impresionados por la combinación de velocidad/potencia en contraste con partes mucho más alegres en combinaciones casi imposibles. Después viene «King After King», también una de mis favoritas, que trata sobre la resurrección del Rey. Es una canción muy en la línea de su anterior trabajo Feathers & Flesh (2016) con un estribillo muy pegadizo y muy buenos solos de guitarra.
Las dos últimas canciones del álbum son «Silent Song of the King Part 1 & 2″ y son dos perlas en formato instrumental que me fascinan, sobre todo la parte segunda, ya que la primera parece ser la intro de esta segunda. Cuando la escucho me quedo hipnotizado, cada uno extraerá la sensación personal que le produzca.
En definitiva, puedo decir que Avatar sigue avanzando por la senda que marcó ya hace años y que no es la misma que el resto de grupos de death melódico, ya que ellos experimentan con otros géneros e incluso se adentran en lo desconocido. No creo que su fin sea buscar un público más amplio, sino que intentan andar su propio camino sin las limitaciones de géneros y eso lo están haciendo muy pero que muy bien. Si tengo que ponerle un pero al álbum, es que para ser un disco conceptual me parece corto, más bien se me hace cortísimo y del que solo puedo extraer cuatro o tal vez cinco canciones que me encanten, no como en Feathers & Flesh (2016) del que no se escoger cual es mi favorita.