Axel Rudi Pell – Diamonds Unlocked II

Si la pandemia a nosotros se nos hace larga… imaginad para los músicos sin agenda de conciertos. Las horas de aburrimiento pueden matarse en el estudio y a la vez desempolvar antiguos proyectos. Eso mismo ha hecho Axel Rudi Pell sacando una segunda parte de los diamantes desbloqueados, oséase: una colección de versiones de sus influencias y temas predilectos.

Quizá esta vez los temas son menos conocidos y obvios lo cual es algo que siempre valoro especialmente de estos discos de versiones: el hacerte descubrir temas que no conoces servidos en forma del grupo que toca. El marcado estilo de Pell es abrumador, por lo que se consigue que las canciones, por muy alejadas que estén de su sonido, terminen encorsetadas à-la-Pell, lo cual no es nada malo. Con la tremenda formación que lleva se nota que no les ha supuesto problema alguno de adaptación y que han disfrutado en el cometido.

La única pieza propia de don Axel Rudi Pell es la intro, muy típica del divo, “Der Schwarze Abt” y que da paso a la intensa y bien tratada “There’s Only One Way to Rock” de Sammy Hagar. A la primera escuche entiendes perfectamente el por qué ha sido la elegida para abrir el disco. El grupo la hace suya con muchísima clase. Parece un clásico de ARP con todas las de la ley.

Una de las grandes sorpresas es la inclusión de “Lady of the Lake” de Rainbow pues no es uno de los temas más evidentes y conocidos de la etapa de Blackmore con Dio. Pell es un especialista en Blackmore, así que la idea de recuperar esta canción y darle más visibilidad es algo que se agradece especialmente. Muy grande Johnny a la voz en algo tan exigente como es “She’s a Lady”, que cantaban Tom Jones y Paul Anka. Axel le a dado un tratamiento muy baladesco y épico gracias a las teclas de ese musicazo que es Ferdy Doernberg. Incluye ese cambio de tiempo más metalero a mitad de tema.

El pasado de Brian Johnson (AC/DC) como vocalista queda reivindicado en “Black Cat Woman” de Geordie. Muy bien llevada a su terreno, menos áspera y más en los terrenos que nos acostumbra el rubio guitarrista germano. La preciosa “Room With a View” de Tony Carey (ex de Rainbow) ha sido reformulada como balada, absolutamente elegante en la que Gioeli se luce de verdad. Gran adaptación y otra demostración de la enorme capacidad del grupo de llevarse las cosas a su terreno.

Gran himno ochentero como es “Sarah (You Take My Breath Away)” despojada de todos los elementos típicos de sonido de la era de las hombreras, totalmente actualizada. Luce de verdad y es un bonito recuerdo a Chris Norman. Lo más actual que suena en el disco es “Rock n’ Roll Queen” de The Subways, y la verdad es que en sus manos vuelve a funcionar perfectamente, y a la vez demuestra que Pell no vive en la burbuja del pasado. Todo ese ramalazo indie y punk de la original queda borrado inmediatamente.

El “Paint It Black” de los Rolling Stones es quizá el tema más conocido de todo el disco, y tiene la gracia de las adaptaciones a ARP, que terminan en solo de teclado por parte de Ferdy y el tempo de batería de Bobby Rondinelli, que le da un aire diferente a la original. Cambio de aires con sorpresivas maneras en la genial “I Put a Spell on You” de Screamin’ Jay Hawkins, un tema que vuelve a bordar el gran Gioeli sonando más elegante y menos antropófago que en la original. La sorpresa final viene de la mano de una de las canciones más buenas de ABBA que nunca suelen estar entre las más conocidas. Maestros de las melodías versionados por un maestro del riff. Nada podía salir mal…

Disco muy de pandemia que tiene la gracia de servirte en bandeja de plata clásicos de otros grupos con el sonido del gran Axel Rudi Pell. No decepciona y el material funciona perfectamente, todo adaptado al férreo estilo del divo de las seis cuerdas. Por otro lado, parece que el próximo disco está en ciernes y que va a aparecer en la primavera de 2022. Lo que está claro es que a Axel eso de perder el tiempo no va con él…

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.