Crónica y fotos del Azkena Rock Festival 2024 - Mendizabala (Vitoria-Gasteiz), 21 de junio de 2024

Azkena Rock Festival 2024: El mejor rock cumple en Mendizabala en el segundo día de festival

Datos del Concierto

Azkena Rock Festival 2024

Bandas:
Queens of the Stone Age + Arde Bogotá + L7 + Redd Kross + Bala
 
Fecha: 21 de junio de 2024
Lugar: Mendizabala (Vitoria-Gasteiz)
Promotora: Last Tour
Asistencia aproximada: 25.000 personas

Fotos

Fotos por oficiales Azkena Rock

Arrancamos con la cobertura del segundo día de Azkena Rock, el día con más músculo sobre Mendizabala y, seguramente, el día con más público dentro del recinto. Ya desde primerísima hora de la tarde, cuando las puertas se abrieron, mucha más gente de la esperada empezó a rondar por el recinto. Bien tempranito y bajo el apetecible sol que iluminaba, hoy si, el cielo de Vitoria Gasteiz, daba comienzo el primer plato fuerte del día: Bala.

El power duo gallego formado por las vigorosas y enérgicas Violeta y Ánxela reunía mucha más gente de la esperada delante del escenario God. Tras los compases siempre poderosos del himno de Beastie Boys “Sabotage” entraban en tromba, desbocadas, con la sexta y gas a fondo. Destinadas a reinar, el duo desplegó recursos y berridos durante poco menos de una hora, tiempo con el que aseguraron que sus fans les rindieran nuevamente pleitesía y los espectadores nuevos acabararn convertidos en nuevos fans de Bala.

Destripando su último disco titulado Besta (2024), su disco más afilado y con letras más punzantes, pero sin olvidarse (¡cómo hacerlo!) de sus dos obras más amadas: Lume (2017) y Maleza (2021). Reivindicativas sea con sus letras como sus consignas como el “Por Palestina Libre” que Ánxela soltó al término del concierto, Bala no solamente se lían a patear nuestros traseros, sino que lo hacen con estilo.

No faltaron el su repertorio “Equivocarme” con la que arrancaron el show, o encadenadas sin piedad “Tripas / Chained”, “Prisas” y “Omertá”. También nos regalaron una dura versión de “Territorial Pissings” de Nirvana y una increíble colaboración con la bajista de Nashville Pussy, que saltó sobre el escenario de forma inesperada. Agradecidas como pocas, amables pero destructoras, Bala se comieron el escenario principal sin despeinarse (bueno, es un decir, despeinaron si se despeinaron).

El siguiente punto de interés marcado en rojo era el esperado show de los norteamericanos Redd Kross. La mítica formación actuaba en el segundo escenario y acudía a la cita con el anuncio de un nuevo disco de estudio tras doce años de silencio discográfico. La banda de los hermanos McDonald demostró mucho más de lo esperado con un show visceral, rockero y muy ameno. Tras más de cuatro décadas de actividad y su visita en Azkena de 2006, Redd Kross era uno de los reclamos más esperados del día.

Hasta quince canciones nos regalaron entre las que destacaremos evidentemente una “Linda Blair” atronadora que cerraba el concierto no sin antes repasar hasta ¡ocho! Discos de su dilatada carrera, siendo Phaseshifter (1993) el vencedor del que nos tocaron esos hitazos noventeros como “Jimmy’s Fantasy”, “Huge Wonder” y “Lady in the Front Row”.

Las incomparables L7 comandadas por la irrepetible Donita Sparks se empeñaron en conquistar Mendizabala. Ya con los primeros acordes de “Wargasm” uno supo que se venía un conciertazo. Tocar de cabo a rabo un disco como Bricks are Heavy (1992) es un gozo para los sentidos. Si bien es cierto que el sonido fue de menos a más, su concierto no admite peros. Las veteranas mostraron una excelente compenetración así como un estado de forma envidiable.

Sobra destacar el momentazo vivido cuando rasgaron sin piedad esa “Pretend We’re Dead”. Tras once canciones colosales la banda destripó algunos de los himnos no ubicados en el disco que celebraban. Aún con tiempo de sobras para lucirse con rolas como “Fast and Frightening”. Grandes L7, un placer disfrutar una vez más de ellas en todo su esplendor.

Y entonces llegó el controvertido concierto de Arde Bogotá. Los murcianos despiertan sensaciones del todo contrapuestas. Por un lado estamos los que les adoramos prematuramente, por otro lado los que les odian aún sin haberles escuchado nunca. Muchos dudaban de su calidad / capacidad / aptitud para ocupar un horario tan clave en un viernes de Azkena. La mayoría sucumbieron al potencial de la banda de moda.

Arrancando inesperadamente con “Clávame tus Palabras” con la que los levantinos mostraron músculo, rápidamente nos dimos cuenta de que no hay escenario ni recinto demasiado grande para ellos.

La banda desplegó rock bañado en oro de muchos quilates. Pose, actitud sin vergüenza. Canciones himno retumbaron fuertemente empezando por “Todos mis amigos están tristes” y pasando por “A lo oscuro” o “Qué vida tan dura”. La gente allí reunida empezó a conectar fuertemente con ellos y el concierto fue aumentando en revoluciones. Ni siquiera con canciones más delicadas como “Exoplaneta”, “Cowboys de la A3” o su amada “La salvación” lograron bajar revoluciones de un público entregado frente al fenómeno Arde Bogotá.

La banda comandada por el versátil Antonio García destinó las últimas balas para atrapar al público aún ingobernable: “Los perros” y “Abajo” derrumbaron varios muros y estereotipos. Arde Bogotá acababa de conquistar Mendizabala, le pese a quien le pese.

El plato fuerte de Azkena 2024 entraba puntual destinado a volver a conquistar Álava. Su gira de estilo napoleónico, conquistando territorios sin piedad (esta semana conquistó Galicia y Madrid) aterrizaba a Mendizabala y la duda solamente era ¿qué canción va a quedar fuera?. Los de Josh Homme están mutando repertorio noche tras noche con lo que el concierto sería un combo de sorpresas. Con un sonido perfecto, una potencia controlada siempre sublime, una pose rockera icónica y un juego de luces cegador, arrancaba al son de “Little Sister” un concierto de esos épicos.

Los de Palm Desert quizás, como único pero, no mezclaron bien su repertorio pues durante un tramo central fue fácil desconectar al ritmo de piezas menores como “Negative Space”, “Smooth Sailing” o “Straight Jacket Fitting”. Eso si, su sonido fue realmente incre´bile durante toda su actuación.

No faltaron himnos, aclamados como pocos los incluídos en su obra magna Songs for the Deaf como esa “Go With the Flow” tempranera que agitó al público y obligó a cientos a buscar sus teléfonos para inmortalizar el momento. Canciones más antiguas como “The Lost Art of Keeping a Secret”, “Burn the Witch”, “Make it Wit Chu” o “Misfit Love” no fallaron a la cita como otras más modernas como la magistral “My God is the Sun” o las nuevas “Paper Machete” y “Carnavoyeur”.

La traca final apoteósica con tres himnos atados sin tregua del Songs for the Deaf: “You Think I Ain’t Worth a Dollar, But I Feel Like a Millionarie”, “No One Knows” y la atronadora “A Song for the Dead”. Combo final magistral mostrando músculo y con decenas de miles de fans rindiendo pleitesía no solo a Josh Homme, sino a toda una banda que quizás muestra algún signo de agotamiento tras dos años de gira presentando su último disc ...In Times New Roman (2023). Aunque no nos quejaremos de ello.

Fotografía: Pliar Barco
Beto Lagarda
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