A estas alturas de la vida un nuevo álbum de Bad Religion es como un regalo caído del cielo, aunque lleven ya la friolera cifra de diecisiete álbumes de estudio publicados, estos los legendarios cinquentones -por decirlo cariñosamente- siempre vuelven y, una vez más, siguen recordándonos que son los más grandes.
La B.S.O. de nuestras adolescencias fueron esos impecables Suffer, No Control, Against the Grain o Generator, álbumes que marcaron un antes y un después en el punk – skate – rock y posiblemente marcaron nuestras vidas de adolescentes. La madurez se apropió de nosotros y de la banda, que cuadró los álbumes más duros e intensos, trabajos como The Process of Belief, The Empire Strikes First o New Maps of Hell eran enormes, sobretodo en el concepto lírico. En 2013 llegó el inmenso True North y este 2019 recibimos con los brazos bien abiertos este Age of Unreason, seis años sin un nuevo álbum, el espacio más largo en casi cuarenta años de actividad.
Evidentemente no vamos a encontrar nada nuevo pero si encontramos 14 canciones y más de 33 minutos de nueva música y, sobre todo, 14 ataques a la yugular. Entrar en las letras de un disco de la banda es entrar en la amplia y compleja mente de Greg Graffin, es como entrar en un portal informativo de actualidad en el que la bilis es escupida a placer sin importar a quien va a salpicar, es entrar para ver como aquí pilla hasta el apuntador. Crítica social, crítica política, autocrítica, todas en partes iguales.
Una galopante batería da el pistoletazo de salida a uno de los temas más grandes de Age of Unreason, “ Chaos from within”, algo así como el caos desde dentro, el caos que vive la sociedad americana ya se presenta en el primer corte, un tema muy rápido, afilado y con mucho gancho, a comentar que el tema hace alusión al controvertido muro que Trump quiere poner en la frontera entre EEUU y México. Y sin descansar nos golpean con “My Sanity”, otro temazo de cabo a rabo, veloz pero melancólico, con un Greg sublime en la interpretación y unos coros sencillos que dan esa amplitud vocal tan apreciada. Así seguiríamos comentado un tema a tema con mucho gusto pero agilizamos, “Do the Paranoid Style” sigue con la dinámica de “My Sanity” aunque con una esencia más oscura, más hardcore.
“End of History” es un tema menos BR, una canción más lenta de lo habitual apoyada sobre la línea de bajo, la oscuridad toma las riendas del tema y, pese a no tener un estribillo pegadizo, el tema tiene gancho. “Candidate” también es otro tema atípico, que contiene algo de esencia folk. “Faces of Grief” parece un tema sacado de un álbum oi! punk, mientras que “Old Regime” y “Big Black Dog” recuperan la esencia de los primeros cortes del trabajo de forma muy acertada. Tras unos minutos de innovaciones, vuelve el punk ágil y reivindicativo.
Age of Unreason es un álbum notable, un trabajo con gemas de mucha calidad y algún que otro momento menos inspirado musicalmente hablando, pero con unas letras totalmente imprescindibles. Mientra el mundo encienda la mecha, Bad Religion tendrá suficiente combustible para no dejar nunca de hacer música con ellos.