The Gray Race & me
Hoy me voy a poner algo nostálgico. The Gray Race es posiblemente mi disco preferido de Bad Religion. El motivo es simple, fue la puerta de entrada de un servidor al mundo del punk melódico – skate punk – hardcore melódico. O sea que mi agradecimiento con y para este disco siempre será eterno.
Viajamos a 1996, por aquel entonces yo era un moco de casi 12 años. Mi experiencia musical previa era prácticamente escuchar las canciones de las series de dibujos y las películas de Disney. Recuerdo perfectamente la fecha exacta en que descubrí a Bad Religion. Octubre de 1996, en el colegio dedicábamos un día de octubre para hacer unas actividades llamadas el Domund en el que se organizaban ciertas actividades lúdicas con el fin de recolectar dinero para una comunidad de monjas que dedicaban su vida a la ayuda social. Una de esas actividades era una sala de conciertos en la que los más valientes de los cursos de los mayores “tocaban” música en directo. Ese año tocaron una canción de Bad Religion… en un colegio de monjas… eso me pareció descarado, arriesgado y valiente.
Y ese día de octubre empezó mi relación con Bad Religion. Recuerdo que me grabaron un disco pirata del último disco de la banda, The Gray Race. Fue mi primer paso en el mundo del rock. Escuché éste disco hasta la extenuación y, 25 años más tarde, nunca deja de aparecer en mis registros anuales. Me enamoré de “Punk Rock Song” hasta el punto de que aún sigue siendo mi canción favorita del punk y sus derivados. Y también recuerdo la sensación de verla en directo por primera vez en 2013, piel de gallina y húmedos sollozos.
The Gray Race por Bad Religion
Tiramos un poco más atrás en el tiempo, concretamente nos citamos en 1994. En ese momento Bad Religion publicó Stranger than Fiction, uno de los discos más completos de su carrera. Un disco que contó con colaboraciones como la de Tim Armstrong de Rancid o Jim Lindberg de Pennywise. La banda recibió el disco de oro de la RIAA tras vender medio millón de copias. Todo parecía marchar sobre ruedas pero… no era oro todo lo que relucía.
Brett Gurewitz más conocido como “Mr.Brett” decidió bajarse del barco para dedicarse exclusivamente a su labor en el sello Epitaph. En ese momento el sello estaba en la cresta de la ola en parte gracias al increíble éxito con Smash, de The Offspring, el disco más vendido de la historia de la música por un sello independiente.
Los seguidores de Bad Religion no le perdonaron su marcha y lo acusaron de abandonar la banda por dinero. Brian Baker sustituyó a Gurewitz tras haber pasado por bandas como Minor Threat o Dag Nasty. Además, para acabar de poner el dedo en la llaga, en 1995 Epitaph publicó por su cuenta el recopilatorio de Bad Religion All Ages, lo que provocó el primer desencuentro entre Brett y sus antiguos compañeros.
Y ya entrando en materia y tras el repaso contextual del disco, vamos a entrar en The Gray Race. A modo de curiosidad, no existe una única portada de The Gray Race. Se publicó el disco con 10 tipos de portadas distintas, todas ellas con retratos de distintas personas y razas. Con la marcha de Mr. Brett, Greg Graffin asume el total liderazgo y la composición de todos los temas del disco. Sólo en cuatro canciones comparte créditos con el “novato” Brian Baker.
The Gray Race en su versión original cuenta con 15 canciones en 38 minutos. La edición europea cuenta con un curiosobonus track que más tarde comentaré y la edición japonesa cuenta con dos canciones extra tituladas “The Universal Cynic” y “The Dodo”.
Y en cuanto al disco en sí. ¡Qué os voy a contar de él! Para mi, un disco lleno de temazos brutales y algunos cortes un poco menos inspirados. Pero el equilibrio entre todos ellos es excelente. Con un arranque vertiginoso que comprende “The Gray Race”, “Them and Us” y “A Walk”, menudas tres canciones marca de las casa, podemos tomar aire con “Parellel”. Una descanso por así decirlo de poco más de tres minutos para poder hacer frente a la increíble “Punk Rock Song”.
Con sus 2:27 minutos, “Punk Rock Song” se posiciona como la mejor canción del plástico. Canción de ritmo trepidante y con un estribillo potente que acaba por colapsar en tu cerebro convirtiéndose en un éxito al instante. Tras ella el nivel apenas nota bajón, la melódica “Empty Causes” funciona bien como bisagra de emociones. “Pity the Dead” recupera la esencia algo más ska de la banda, una canción muy ligera y amena.
“The Streets of America” es una canción más lenta pero con mucha carga lírica y un buen estribillo al ralentí. “Ten In 2010” es mucho más punky y directa, más old school. “Victory” es otro tema que me agrada especialmente con un estribillo muy logrado. “Drunk Sincerity” tiene un rollo más punky irlandés, muy divertida. Y en la recta final nos topamos con “Come Join Us”, otro temazo ocultado este tramo final. Y como cierre tenemos “Cease”, no es el mejor cierre pero es una canción notable dentro del catálogo. Se trata de una canción muy melódica y de fuertes contrastes sensoriales.
The Gray Race vs. el mundo
Bad Religion nunca tuvo un bache creativo. Aunque mucha gente considere The Gray Race un disco menor la crítica y las ventas niegan tal afirmaciones. La propia banda tira de canciones de éste disco con mucha frecuencia, de hecho y según la web last.fm, Bad Religion ha tocado en directo 1648 veces sus temas de éste disco siendo “Punk Rock Song” la que más con 442 interpretaciones. Y para acabar de cifrar el disco, ocho de las quince canciones que componen el disco han sonado más de 50 veces en directo y 14 de 15 han sonado alguna vez en sus repertorios. La única que nunca ha sido rescatada es “Victory”.
El disco tuvo una buena acogida por parte del público, consiguiendo el puesto 56 del Billboard 200 de 1996, gracias, en parte, a éxitos como el del sencillo “A Walk” o “Punk Rock Song”. El álbum le valdría a Bad Religion un disco de oro por sus ventas en Escandinavia y alcanzaría el puesto número 6 en las listas alemanas por el sencillo “Punk Rock Song”. Canción reeditada posteriormente con las letras en alemán. Las canciones “Them and Us” y “Ten in 2010” aparecieron en el juego Crazy Taxi, ¿quién de nuestra edad no jugó a Crazy Taxi? :P.