Siguiendo en la línea no premeditada de grupos de hard rock de finales de los 60 y primeros 70, hoy traemos a un grupo sacado del nido original donde todo surgió.
Como cabe suponer, la Gran Bretaña de esos años fue un buen hervidero de grupos, tanto en lo que podemos llamar nivel comercial como en el más limitado underground, dejándonos una cantidad importante de ejemplos de quiénes podrían haber sido los Led Zeppelin o Black Sabbath de otra realidad no muy lejana.
Precisamente y como es lógico, esos dos grupos entre otros fueron una fuerte influencia en la música de esos años tanto en el propio país como a nivel internacional, dando lugar a que incluso desde un pequeño pueblo del sur de Escocia como Dumfries, saliese un grupo más que digno competidor en sonidos pesados y oscuros. En eso podemos afirmar que Iron Claw tienen matrícula de honor, porque ya en 1970 estos monstruos de la proto pesadez estaban haciendo temas de los cuales los mismísimos Black Sabbath se quejarían por lo oscuros y afines que eran con respecto a su música.
El sonido de este cuarteto es un muro colosal. Amplificadores saturados a más no poder, riffs bien pesados y cambios que harán gozar a cualquier amante del buen rock setentero. Y es difícil entender cómo este monstruo pudo salir de unas mentes tan jóvenes: Alex Wilson (bajo, 22), Mike Weller (voz, 18), Ian McDougall (batería, 16) y Jimmy Ronnie (guitarra, 16).
El grupo nace en el verano de 1969 de la mano de Alex Wilson, quien tuvo la grandísima suerte de ver en su localidad natal uno de los primeros conciertos de Led Zeppelin en su primer tour por Gran Bretaña. Comienzan tocando versiones de muchos grupos como Taste, Blind Faith, Black Cat Bones, Wishbone Ash o Ten Years After, pero siempre usándolas como un medio para poder expresarse en vivo, en palabras de Jimmy Ronnie, “Lo principal es que nunca copiamos al artista original, sino que usamos sus canciones como marco para la autoexpresión”.
Otro acontecimiento influenciará definitivamente su estilo: ver uno de los primeros conciertos de Black Sabbath en 1969 cuando estos aún se presentaban como “Walpurgis” y ni tan siquiera habían sacado aun su primer LP. Esta revelación marcaría la dirección del grupo y enseguida comenzarán a crear su propio material.
Esto también convierte a Iron Claw en el primer grupo “tributo” a Black Sabbath, ya que en su set incluían todo el primer disco de los de Birmingham, incluido el primer single. Es curioso que canciones del álbum Paranoid, como “War Pigs” o “Fairies Wear Boots”, fueron versionadas durante 1970 cuando ni tan siquiera había salido aun el álbum, simplemente asombroso.
Después de ganar su primer concurso de bandas, se trasladan a Londres para grabar un álbum de ocho canciones, realizado el 5 de diciembre de 1970 en una sesión de 12 horas usando una grabadora de cuatro pistas.
El grupo estaba continuamente en ruta dando conciertos y así, en Edimburgo en 1971, consiguen encontrase de nuevo con Black Sabbath. Seguramente con una gran ilusión, les cedieron una copia de su demo para que pudiesen escuchar su música. La respuesta les llegó ese mismo verano por parte del mánager de Black Sabbath, haciéndoles saber que no estaban nada contentos con el contenido de la cinta por la similitud que tenían con la música de los de Birmingham e incluso con una amenaza de litigio si esa grabación se lanzaba. Es triste que esta pueda ser la razón por la que Iron Claw nunca editaron el disco, teniendo que esperar concretamente hasta 2009 para poder ver un LP del grupo.
También en 1971, Mike Weller comunica su intención de dejar el grupo, y para reemplazarlo llegan dos nuevos integrantes Wullie Davidson (voz, harmónica y flauta travesera, 23), y Donald MacLachlan (guitarra, 22), configurando así la segunda formación de la banda. Esta etapa se caracteriza por un cambio en su sonido que podemos apreciar en las grabaciones de otra sesión que tuvo lugar en agosto de 1971 en Edimburgo donde se grabaron tres cortes con una calidad complicada, debido a la gran potencia de los amplificadores en un espacio reducido. Esta grabación daría pie a un contrato para grabar en un ocho pistas con tiempo ilimitado, pero el roce entre los dos guitarristas haría que esta grabación se demorase y supondría la salida de uno de ellos (Donald) de la banda.
Volviendo a ser otra vez cuatro, la tercera formación de Iron Claw estaba lista para grabar en noviembre de 1971. En esta sesión son grabadas 11 canciones, resultado de largas horas de experimentación en la que se toman más concienzudamente la composición. Durante todo este tiempo se dedican a girar por todo el país, pero pese al contrato de grabación y a haber llamado a la puerta de muchas compañías discográficas, nunca acaban de editar su música. Incluso habría una cuarta formación tras la marcha del batería, siendo reemplazado por Neil Cockayne, quien aportará al grupo una mayor capacidad para la improvisación en sus actuaciones en vivo. Incluso llegarían a volver al estudio para grabar algunos temas más en 1973. Finalmente, cambios personales y problemas económicos acabaron con la banda un año más tarde.
Para ver un álbum de Iron Claw tuvimos que esperar a que, en 2009, Rockadrome editase un doble LP homónimo con canciones de una gran calidad compositiva y originalidad, sacadas de las varias sesiones de grabación realizadas desde 1970 hasta 1973.
La primera canción, “Claustrophobia”, entra pegando muy fuerte. Los amplificadores están muy altos y las agujas de la grabadora en el rojo. El denso riff inicial cruje fuertemente y arrasa con todo abriendo camino a la oscura voz que continua. Letras sobre la muerte, desesperación y miedo, son también una característica que los acerca a esa parte más oscura del hard rock:
“Time goes by so slow,
No reply, think I’m bound to die
Here all alone, All that’s left, remains of my
Life That has gone by, now I cry,
Visions from before pass my eyes…”
“Mist Eye”, “Sabotage” o “Crossrocker” son también canciones de puro proto metal con riffs pesados y cambios muy satisfactorios.
“Skullcrusher” es junto con “Claustrophobia” y “Crossrocker” una de las tres joyas más pesadas del LP. Comienza con unos acordes que llaman a un tenebroso y pesado riff. Las baterías son muy contundentes y suenan con crudeza. De nuevo las letras nos relatan historias sobre el mal:
“Run to the shore to find yourselves shelter
Into the caves, we pray to the altar
Doom is approaching, now is the hour
Skullcrusher has us all in his power”
Destacan también canciones como “Let It Grow”, con un sonido más cercano a los 60, pero sin dejar de ser un auténtico temazo con brutales solos de guitarra.
A partir de aquí el disco nos trae a los Iron claw posteriores a 1971, lo que se traduce en un sonido menos cavernícola y más experimental, pero sin dejar de lado esa potencia que los caracteriza. “Rock Band Blues”, “Pavement Artist”, “Strait Jacket” o “Gonna Be Free”, son canciones grabadas en la sesión de 1972 y se aprecia en un sonido de mayor calidad, pero más “rockero” y con tendencia al blues en comparación con los monstruos de proto-doom anteriores. Aun así, son grandes temas de hard rock de calidad. Canciones como “Loving You” coquetean con el progresivo, introduciendo un saxofón o incluso una flauta travesera como en “Winter”, el que probablemente sea el tema más destacado de los últimos Iron Claw, toda una obra de más de 6 minutos con unas magníficas voces.
El disco no tiene desperdicio alguno. La capacidad que tienen para crear temas potentes con pesadas melodías es digna de reconocimiento. Forman parte del germen del hard rock pesado que ya había comenzado a finales de los 60 con grupos como Iron Butterfly, Blue Cheer o Deep Purple, y que fue explotando y evolucionando a lo largo de la década de los 70.
Motivados por la buena acogida del LP de 2009 y por el reconocimiento tanto en la escena musical actual como en la prensa, en 2010 deciden reunirse tras recibir una oferta para grabar un nuevo disco, reclutando para la renacida agrupación al vocalista Gordon Brown y dando como resultado el álbum A Different Game de 2011 bajo el sello Ripple Music. Actualmente trabajan para sacar un nuevo disco, en palabras del mismo Alex, «el que ha estado esperando en lanzar por más de 40 años».