Han pasado ya unos meses des de que viera la luz Tracey Denim, el esperado nuevo disco de los londinenses bar italia. Pero estas épocas cargadas de eventos, sean conciertos, festivales, vacaciones… siempre complican los timmings de escritura, e incluso el poder degustar con calma un disco. Tras meses aparcado en mi lista de “Novedades 2023” de Spotify, finalmente me enfrento al que en teoría tenía que ser la consagración de una de las bandas más prometedoras de la escena independiente.
Y realmente, no han fallado. Los londinenses deciden apostar fuertemente por el slacker rock y olvidar el indie facilón de sus dos primeros lanzamientos. Cargan su equipo de lo-fi, agudizan los contrastes entre desaliñadas notas de guitarra y unas líneas más pop muy atractivas, y convierten Tracey Denim en el disco que todos esperábamos en cierta forma, pero no con esta sensual curva.
Todo tiene cierta aroma vintage, empezando por la portada del disco, con un juego de contrastes en blanco y negro. Las canciones, influenciadas que no copiadas, son un viaje a los 80 – 90, con esas melodías tan Pavement o Modest Mouse, esa calma que te invita a viajar como lo hizo Neutral Milk Hotel con su obra maestra In the Aeroplane Over the Sea (1998). O incluso momentos de sueños melancólicos como los producidos por The Microphones hace ya 20 años con discos como The Glow Pt.2 (2001).
A lo largo de los quince cortes que forman Tracey Denim, dejándose llevar por esos casi tres cuartos de hora de minimalismo, el viaje que bar italia ha preparado es totalmente placentero. Sin abusar de recursos ni caer en las típicas y vulgares copias de otras bandas, el disco tiene personalidad propia. El rock que los londinenses proponen aquí es adictivo pero sin gancho, las melodías tienen vida propia, logran conectar con el oyente de una forma magistral. Quizás por ese toque minimalista, quizás por el poder de las voces de Nina Cristante, quizás por esa fragancia a libertad que desprende.
Quizás podríamos hablar de libertad como una de las sensaciones más recurrentes del oyente durante el proceso de escucha del disco. Vemos que la banda se muestra libre de ataduras, libre de influencias. Se dejan llevar en todos los aspectos, a nivel compositivo no juegan con reglas fijas, a nivel melódico el disco es totalmente impredecible. Aunque siempre bajo la palestra del lo-fi tan propio del slacker rock.
Un estilo que o lo odias o lo adoras. No siempre apetecible, pero cuando lo tomas se pega a ti sin piedad. bar italia se consagran como una de las bandas más creativas del momento y suben varios peldaños, más allá del hype que podían generar hasta la fecha. Ya son una realidad.